Guardián: el renacimiento de Saturno

Capítulo 16

Las cosas en París poco a poco regresaban a la normalidad. Los humanos aun no dejaban de hablar sobre lo que vieron y aquellos acontecimientos le daban la vuelta al mundo en menos de lo que canta un gallo. 

Las fotos que muchas personas captaron, y los videos que grabaron de los seres estelares que se encontraban en discordia en la Tierra, eran la prueba irrefutable de que se trataba de los mismos seres que, hace más de un siglo habían estado en la ciudad y de algún modo ayudaron a darle fin a los días oscuros en los que el clan Dubois reinaba en las calles parisinas. 

Entre aquellas imágenes se pudo ver claramente a Silvain Durand y a la famosa ex periodista Dione Leblane, del canal 7, famosa por verse involucrada con Constantin Dubois, mismo sujeto que también era originario de Treocia, pero cuya historia está plagada de desgracias, caos y maldad. 

Ese día Silvain había regresado a la Tierra, pero no se dejó ver hasta la mañana del día siguiente, cuando apareció en la entrada principal del restaurante. 

El guardián llegó para ayudar a monsieur Cordier a reparar los daños, pues, no quería regresar a Treocia sin antes haber dejado todo en orden. 

—Agradezco que quieras ayudar, Silvain. Pero lo mejor es que regreses a tu hogar. Yo solucionaré esto. —comentó el chef principal. 

—Me rehúso a dejar todo así. 

Silvian se quedó estático, mirando fijamente a quien fue su jefe alguna vez e insistió que ayudaría a reparar el restaurante. 

—Yo provoqué esto, es mi deber ayudar y no pensaré discutir al respecto ¿Está claro, monsieur? 

—Oui —respondió el chef. 

Poco después los demás cocineros fueron llegando, desprendiéndose de la presencia de Silvain en el lugar. Xavier se acercó para darle las gracias por haberlos salvado del extraño ser que había estado en el lugar horas atrás.

André por su parte, sentía miedo de acercarse a Silvain. Pensaba que algo había cambiado en él y que ese ya no era su amigo de tanto tiempo. El cocinero siempre se mantuvo distante, cosa que no le agradaba a SIlvain. 

Cuando los cocineros tomaba su descanso para seguir con los trabajo de reparación, Silvain se acercó a André diciendo:

—¿Crees que no me doy cuenta?

André no sabía qué responder, así que tragó en seco.

A lo que Silvain continuó —Tienes miedo porque crees que no soy el mismo y que voy a lastimarte. 

—No es verdad —negaba André ignorando el hecho de que Silvain era un guardián a quien no se podía engañar. 

—Te escuché decir que ya no sabías quién soy —confirmó Silvain —Quiero que tengas en cuenta que sigo siendo el mismo, solo que ahora recuperé mi memoria y a su vez mi vida. Soy un guardián supremo, ente encarnado de la esencia de Saturno, un semidiós, y no es mi naturaleza hacer daño. 

—¿Entonces por qué mataste a la chica de cabello rojo? 

Silvain contestó diciendo —Alguien que traiciona a un amigo no merece el perdón, pero si alguien traiciona a su raza entera no merece vivir. 

Ambos permanecieron en silencio hasta que André preguntó —¿Qué harás cuando regreses a tu mundo? 

—Gobernar como lo ordena Saturno, aunque tenga su esencia, debo cumplir con mi deber como guardián supremo hasta que mi reemplazo llegue a nuestro mundo. 

—¿Cuántos años tienes realmente? 

—Desde que nací, han pasado ochocientos años —dijo —mi raza tiene una vida promedio de dos mil años. 

—¡Increíble! —exclamó André —¿Y Dione?

—Es un siglo menor que yo, y esto te lo explico en años terrestres para que puedas entender. Para nuestra raza somos jóvenes todavía, no hemos alcanzado la mitad de nuestra vida. —Luego de observar al vacío desde el patio del restaurante, Silvain llevó su mirada hacia André diciendo —vendré a visitarte frecuentemente, beberemos vino y veremos fútbol como solíamos hacerlo años atrás. 

—Sabes, yo no duraré más de cien años. Yo no quisiera estar en tu lugar. —dijo el cocinero algo cabizbajo. 

A lo que Silvain contestó —Dione pasó por lo mismo, era el 2018 cuando a ella le tocó pasar por esto, yo andaba solo y cuidaba de ella desde las sombras. ¿Recuerdas que te contaba que una mujer me seguía todo el tiempo? Pues yo solía estar en su lugar y ella en mío. —Suspiró —ver a sus amigos morir debió ser duro para ella, supongo que eso pasó en mi ausencia, de lo contrario también lo recordaría. Yo no seré la excepción, André. Y créeme que cuando tú y los demás dejen de existir, será muy doloroso para mí. Pero, debo seguir aunque con ustedes en mi memoria y en mi corazón. Ya vi morir a madame Simon, es cruel, pero así es la vida.

André se levantó y regresó al restaurante mientras que Silvain escuchaba las voces de sus compañeros al interior del lugar. El guardián sabía que los cocineros sentían miedo de él, pero era algo que no podía evitar. Fue entonces cuando entró y los vio desde la puerta de la cocina. 

Al percatarse de la presencia del guardián, los cocineros se detuvieron y lo miraron. 

—Sigo siendo el mismo aunque no lo crean. —caminó hasta la entrada principal del restaurante, al llegar a la puerta volteó para mirar a sus compañeros diciendo —gracias por todo. —tomó impulso y se marchó. 




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