Guardianes: Los héroes aztecas.

CAPITULO 31

P.O.V Dylan.

La mente de Adeline era como si fuera un templo, estaba tan bien estructurado, pero a la vez lucía tan deteriorado, su mente era el reflejo de lo que ella estaba haciendo quería verse bien a pesar de todo, me cubro con un brazo la cara pues la arena comienza a molestarme un poco, camino entre la arena el sentimiento de presión hacía constar en cada paso, la arena se sentía en mis pies a pesar de los duros zapatos, mi mente pensaba en que iba a decir para recuperarla pues esto sonaba a que debía de decir algo para traerla de vuelta.

Estaba perdido en mis pensamientos cuando una mano me hace que me detenga a centímetros de caer en un hoyo sin saber que estaba este allí.

—¿Dylan? — La voz de una mujer me hace darme cuenta de que era un pozo de recuerdos. Las voces adentro me hacían darme cuenta de que era un momento especial para ella.

—Tenemos cuidado de no caer en estos — Me suelto de Malek quien deja su maldita mano marcada, en cualquier momento esto se iba a poner más feo de lo que parecía porque no aguantaba su presencia.

Los hoyos eran sus recuerdos menos gratos, camino con cuidado escuchando cada uno de ellos sin meterme en ellos, pero uno en especial hace que capte mi atención, era un recuerdo conmigo y su padre, podría jurar que eso jamás paso, pero me doy cuenta de que es cuando estaba luchando contra Seth. Camino más para ver que yo era el causante de sus recuerdos menos gratos.

Unas lagrimas se me resbalan al darme cuenta del dolor que le estaba causando, siento el nudo en la garganta, que me hace caer de rodillas.

—Dylan, levántate — Me jala Nathan, pero el hoyo que había delante de mí me hace darme cuenta de que estoy pagando el karma de todas las veces que yo la hice llorar, de como yo la hice sufrir —. Dylan, reacciona.

Lo que termina de sacarme de eso, es Silas quien solamente me agita.

—La arena nos esta hundiendo ¿Dónde puede estar Adeline? — Pregunta, mientras me doy cuenta de que nuestra presencia alteraba como debían de estar las cosas, volteo a ver a Malek quien parece leer mis pensamientos.

—En la ventana — Si había un lugar en el que ella pudiera elegir quedarse toda su vida seria esa ventana mientras esperaba que su padre regresará, corro con los chicos entre la arena que cada vez es más difícil aumentar el paso, pues esta nos jalaba hacia hundirnos, salto los hoyos para no caer sobre sus malos recuerdos, pero eso me hace darme cuenta de algo, había miles de recuerdos sobre esa ventana.

Tenía que haber uno en especial que la hiciera quedarse a vivir.

—Maldita sea — Maldice Diane al caerse y llenarse de arena, me regreso para ayudarla a levantarse, pero agita la mano hundiéndose más —. Váyanse, los estoy atrasando.

—Busquen a Adeline — Silas también estaba hundiéndose hasta las pantorrillas, Nathan choca sus puños y salimos corriendo, estábamos agitados, hasta que llegamos a una parte de su mente que estaba totalmente destruida, algo en mi me decía que ella estaba cerca, las voces eran demasiado parlanchinas, eran momentos especiales, pero si eran tan ¿Porque estaba en este lugar?…

Volteo para ver a Nathan, quien no puede avanzar más, no compartían tantos vínculos por lo que Adeline los comenzó a rechazar uno a uno, o era al revés, pensaba que la conocía, pero en este momento dudaba realmente de la Adeline con la que crecí. Hasta el momento éramos Malek y yo nada más, ambos caminábamos entre los recuerdos de la chica más importante para nosotros.

—Ella esta cerca — Le digo mientras uno de sus recuerdos golpea mi ego “Te amo Malek” Mi orgullo se ve dañado, mientras camino hacia donde esta ella, pero Malek ya no puede seguir más —. ¿Malek?

—No quiere que siga… — Sus ojos era de un dolor por el hecho de que ella le impide avanzar, doy un paso hacia él, pero también a mi me estaba costando el hecho de caminar.

El comienza a hundirse y es cuando por fin aparece ella, la Adeline vulnerable, su mente comienza a tornarse oscura, pues en este momento me gustaba pensar que lo oscuro de su mente solo se hacía presencia ante mí.

—Se que estas cerca… Te siento cerca. Adeline te necesitamos devuelta en el mundo real — Trato de caminar y veo que me estoy hundiendo, una mujer de aspecto fuerte sabía quien era, Sejmet me hace señas para que me hunda más.

—Ella debe de descansar.

—¿Cuánto más? diosa madre, la necesitamos — Me trato de salvar pero cada vez que me desesperaba más rápido comenzaba a hundirme.

—Thot te ha dicho la manera de despertarla, pero te haces el sordo… ¿Es por llevarle la contraria a tu amigo? — Miro hacía atrás que Malek aún sigue aquí, quería revivirla, pero también tenía miedo de hacerlo, no quería volverla a perder, quería intentar despertarla sin tener que arriesgarme mucho, pues lo que me había dicho este dios era darle la mitad de mi vida.

No es que no pensará que Adeline mereciera la mitad de mi vida, si no que me asustaba por que tal vez solo viva 20 años más y de esos 10 años le pertenecerá a ella, trato de salvarme, pero es inútil. Miro a Adeline a lo lejos caminando hacía una luz, ella estaba rindiéndose, ni gritando hace que ella voltee a verme, despierto por que Malek me pide explicaciones, pero ella estaba caminando hacia la luz, sin pensarlo mucho tomo la daga de Samuel, quien me trata de detener.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.