—Pero si es una humana la que tengo en frente —La susodicha que está cara a cara con el vampiro, no se inmuta y mantiene la mirada fija en el—, casi ni detecto tu aroma, hueles mucho a perro, princesa.
—¡Mas te vale que la sueltes! —Grita Kayla gruñendo dispuesta a lanzarse sobre aquel vampiro importándole poco las consecuencias.
—¿O si no qué harás? —La atención del vampiro se concentra en la licántropa quien sonríe.
—Yo no hare nada —dice tranquila, el ceño del vampiro se frunce—, pero ella sí.
Con la punta de flecha que tiene en su mano izquierda y con un movimiento certero la clava en el brazo del vampiro que le tiene agarrada haciendo que este gruña y la suelte, lanzándola contra un árbol. El vampiro molesto ve su antebrazo sangrante y saca la punta de flecha gruñendo dirige su vista hacia la humana quien ya se levantó y está apuntándole con una flecha.
La licántropa se prepara para arremeter contra el vampiro, pero no da tres pasos cuando un cuchillo se clava en la parte posterior de antebrazo haciéndole gritar levemente por el golpe imprevisto. El vampiro viendo la oportunidad va hacia la licántropa.
—¡Hey! —Una flecha se cruza en su camino y confundido se gira en dirección al origen de la flecha— Quieto, bonito, a la próxima no fallo —Advierte.
—Si quieres que tu amiga este viva, deja de apuntarle a mi hermano —Otra voz femenina se hace presente y cuando giran la vista, ven como otra vampira con las mismas características que el anterior tiene a Kayla casi enterrándole el cuchillo en el cuello, pues se lo había quitado del brazo.
Olivia sin saber que hacer, apunta a la vampira intentando buscar un punto donde disparar sin herir a Kayla, pero vuelve a tirar una flecha al vampiro al ver sus intenciones de moverse, llegando a rozarle el rostro.
—Inténtalo otra vez y la otra irá directo a tu cráneo —Amenaza con voz severa.
La mirada de la humana está fija en el vampiro quien aprieta la mandíbula dudando en dar otro paso, la vampira recién llegada respira profundamente y con un poco de nervios mirando de soslayo a la humana, a su vez, esta última da un vistazo rápido a Kayla; ambas asienten levemente como si se comunicasen.
—Si quieres conservar a tu hermano, suéltame —Las palabras dichas por Kayla penetran en su mente y duda, pues realmente no quiere matar a nadie—. Lindo cuchillo por cierto.
—¿Qué? —El agarre que tenía sobre la licántropa se afloja levemente— El cuchillo no es mío —expresa con cierta confusión.
—¿Entonces quien lo lanzo? —pregunta ahora también llenándose de confusión, por unos breves instantes los cuatro se miraron temiendo que, un quinto ser aparezca y sea una amenaza para los cuatro.
—Fue él —Una voz masculina hace presencia, Kayla y Olivia sonríen al reconocerla.
Un medio pelirrojo con ojos azules sale de entre unos árboles agarrando a otra persona, un chico, aparentemente contemporáneo de los demás en edad, de pelo castaño y ojos grises. El oji-azul camina apretando el agarre y el chico castaño aprieta la mandíbula.
—Suéltala si no quieres que sea él quien deje de respirar —comunica esta vez el medio pelirrojo a la vampira, apretando el agarre que tiene sobre el chico el cual esta siendo sostenido con los brazos en la espalda.
—No sabemos quien es, puedes matarlo —dice el vampiro dando un paso y otra flecha pasa peligrosamente por su cabeza, gracias su agilidad sobre natural logra esquivarla— ¡Maldita!
—Te lo advertí —Otra flecha le apunta, pues ahora tiene toda su atención puesta en el vampiro.
—¡Vuelve a tirarle una flecha y le corto la garganta! —Grita la vampira.
—Hazlo algo y lo mato —El pelirrojo aprieta el agarre haciendo que el castaño le mire mal.
—Ya te dijimos que no nos importa —Sisea el rubio intentando dar otro paso, pero al ver que la arquera extiende más el arco desiste de su idea.
—No te conviene dar otro paso —expresa Kayla socarronamente.
—Sugiero que cada uno baje sus armas —Habla por primera vez el castaño con voz apagada, pero a la vez arisca—, y que tú me sueles —dice al pelirrojo con evidente molestia.
—Que ella la suelte primero —Apunta con su cabeza a la vampira y todas las miradas se centran en ella.
—Que deje de apuntarle a mi hermano —Ahora las vistas pasan a la humana.
—¿Qué me asegura que cuando lo haga no van a arremeter contra mí o contra ella? —pregunta con desconfianza absoluta, señalando a su amiga con la cabeza.
—No lo haremos —Asegura la vampira.
—¿En serio? —preguntan Kayla y el vampiro al mismo tiempo.
—Sí, en serio —alega la rubia vampira mirando severamente a su hermano.
—¿Y que me asegura a mi que cuando él te suelte no me vas a tirar otro cuchillo? —interroga esta vez Kayla al castaño quien ahora es el centro de atención.
—¿Por qué le tiraste el cuchillo? —pregunta el vampiro de repente— Te lo agradezco, pero ¿Por qué? —aclara.
—Desde mi punto de vista tú estabas en desventaja, eran dos contra uno —explica encogiéndose de hombros.
Los seis individuos se miran entre sí sin saber muy bien que hacer, ninguno baja la guardia, pero vamos, sinceramente son casi todos adolescentes contemporáneos en edades unos de otros, no es como si tuvieran mucha experiencia en estos casos.
—¿Qué está pasando aquí? —Una voz masculina se hace presente y los seis miran en la misma dirección; Kayla, Olivia y el pelirrojo sonríen al ver quien es.
—¿Ese no es el director de la institución? —pregunta el único de ojos grises mirando con extrañeza al licántropo recién llegado, fijándose bien que de hecho sí es el director pues anteriormente le había visto en una foto.
—¿Estás en la institución? —preguntan los otros cinco sorprendidos al unísono.
—Claro que está la institución —responde Antoni y mientras más se acerca al grupo los temas van bajando la guardia— ¿Qué carajos están haciendo? Debería darles vergüenza a todos ustedes, siendo los principales representantes de sus especies.
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Editado: 11.09.2022