Capítulo 11: Amistad inquebrantable (Parte 1)

—Ok, siguiente pregunta ¿Tienen hermanos?

Luego de pasar el día en la institución decidieron volver a quedarse un rato con Olivia y conocerse un poco más; aunque algunos no están totalmente de acuerdo y con «algunos», me refiero al único vampiro.

—Yo tengo tres hermanos mayores —responde Liv a la pregunta que había planteado Nadia.

—¿Viven juntos en la misma casa? —Interroga esta vez Daniel.

—No, mis hermanos mayores ya se mudaron, vivo solamente con mis padres —explica recostándose levemente hacia atrás y apoyada de sus brazos.

—¿Y tu Daniel? ¿Tienes hermanos o hermanas? —El susodicho mira en dirección a Kayla, quien le observa esperando la respuesta a su pregunta.

—Sí, tengo una hermana mayor de veintidós años y una hermanita de cinco —Daniel sonríe pues sus hermanas son lo mejor que tiene en la vida.

—Creí que sólo habían brujas, no sabía que también existían hombres que practiquen brujería —Comenta Olivia esperando una explicación.

—Ya ves, soy una excepción —Fue lo único que dijo notablemente incómodo y evitando hablar del tema.

—Bueno... —Comenzó a decir Marcos notando el ambiente tenso que se está formando— próximamente tendré una hermanita o hermanito —confesó.

—¿Entonces la tía Raquel si está embarazada? —Ante la afirmación de Marcos, Kayla se levanta emocionada para darle un abrazo a Marcos.

—Felicidades, Marcos —Felicita Olivia también feliz por la noticia.

—¿Ustedes dos son primos? —pregunta a Aidan recordando como Kayla llamó a la madre de Marcos.

—No, pero nos queremos como tal —responde el licántropo luego de separarse de Kayla.

—Hemos estado juntos desde siempre y nuestros padres son mejores amigos —agrega Kayla a la respuesta.

—¿Tu no tienes hermanos? —La pregunta se deslizó de los labios de Nadia cuando vio a la licántropa sentarse a su lado.

—Nop, por ahora soy hija única —Kayla se acomoda en el pasto bajo la sombra de inmensos árboles que les ofrecen un abrigo contra los rayos del sol que ya están desapareciendo.

—¿Y yo que soy, estúpida? —Las risas terminan de aligerar el ambiente por el comentario de Olivia.

—¿Ustedes también son hijos únicos verdad? —Se atreve a preguntar Daniel a los gemelos.

—Sí, lo somos, y yo soy el primogénito del Rey y la Reina de nuestro país —responde Aidan con un claro ego elevado y su hermana sólo pone los ojos en blanco.

—Eso explica porque eres así —dice Olivia distraídamente.

—¿Así como? —pregunta el vampiro entre dientes.

—Todos saben que primero va el boceto y después la obra de arte —Olivia le guiña el ojo a Nadia quien ríe a carcajadas por lo que dijo la humana, Kayla y Marcos secundaron las risas, Daniel sólo sonrió divertido.

[...]

Los vampiros se habían ido a su casa recientemente y Daniel se despidió de sus nuevos amigos para también dirigirse a su territorio.

—¡Daniel, espera! —Escucho una voz femenina gritarle y detuvo su andar para luego girarse y ver a Kayla alcanzándolo.

—¿Qué pasa? —pregunta curioso viendo como Olivia y Marcos se quedaron hablando ya un poco alejados de ellos.

—Oye, sé que a penas nos conocimos y entiendo que no quieras contarnos nada de ti ni de tu vida, pero quiero que sepas que puedes confiar en mí y que no te voy a juzgar por lo que has pasado —Una sonrisa se posó en los labios de ambos.

—Gracias, es difícil confiar en alguien después de todo lo que me a pasado, pero no te preocupes, algún día les contaré todo, lo prometo —Aseguro Daniel.

—No hay prisa por saber —Ambos rieron un poco y se despidieron otra vez para cada quien ir a donde le corresponde.

—¿Quieres que te espere? —pregunta Marcos a Kayla cuando esta llegó a donde el está con Olivia.

—No, te puedes adelantar —El licántropo asintió con la cabeza y comenzó a caminar en dirección a la manada.

Casi siempre, Kayla acompaña a Olivia y después se va con Marcos a la manada, pero en esta ocasión se fue por petición de Kayla. La licántropa mira a su mejor amiga humana hasta que esta 100% segura de que no son escuchadas e incluso así espera unos segundos para hablar.

—¿Te volviste loca, Olivia? —Su voz sale en un susurro— ¿Cómo se te ocurre acercarte al Bosque Leinad?

—No hice nada que no haya hecho antes —Se excusa mirando a otro lado.

—Olivia —Le dice en forma de reprenderla por su actitud.

—Y no hice nada que tú no hayas hecho antes.

—Tu me entendiste, Liv —Concluyo Kayla y su amiga asintió en entendimiento.

No había que decirlo, ambas lo sabían, ahora no son sólo ellas dos, no es sólo Marcos, más que nunca deben tener cuidado y ahora más que nunca deben alejarse del bosque Leinad.

[…]

Con el paso de los días que se convirtieron en semanas, la estación fue cambiando y con ella la temperatura; con la entrada del verano la Institución Vamjalican cerro su puertas, debido a que el sol y el calor eran tan fuertes que traspasaban a los gigantescos árboles que cubrían el área. Sin embargo, el fuerte verano no impidió que la amistad entre ciertos personajes creciera, en realidad se hizo más fuerte.

Aprovechando el descanso de clases, tanto de Olivia como el de los sobrenaturales, el grupo se reunía casi todos los días, para compartir entre ellos, conocerse, aprender los unos de los otros y, ¿Por qué no? Para hacer locuras mientras se divierten sin supervisión adulta.

—¡Esto fue una mala idea! —Grita Olivia corriendo lo más rápido que le dan sus piernas humanas.

—¡Esto fue tu idea! —Rebate Aidan casi de inmediato mirando hacia atrás para ver el rostro furioso de la humana.

—¡Pero tú fuiste el primero en acceder! —Le recuerda la pelinegra.

—¡Ya paren de pelear por una vez en sus vidas! —Vocifera Kayla, quien también corre junto con el grupo para escapar de su enemigo.

—Nunca van a parar de pelear —Concluye Daniel en voz baja corriendo al frente de Olivia y a pesar de estar casi atrás Nadia y Marcos lo escuchan y asienten con la cabeza.