Capítulo 33: La verdad comienza a salir.

—¿A que te refieres con que no sabes dónde está Kayla? —Pregunta la Alfa de la manada a uno de los licántropos más unidos a ella, Antoni.

—Me refiero a que no sé dónde está —Repitió Antoni con frustración en su voz—; simplemente desapareció —Comenzó a explicar—, intente buscarla por su olor y nada, es como si no hubiera rastros de ella.

—Pero es imposible que un olor desaparezca de la nada —menciono Alexis y los tres entraron a la oficina de Layla.

Luego de volver del fracaso que fue la reunión con los otros líderes, Layla y Alexis volvieron a la manada para llevarse la sorpresa de que Kayla y Marcos desaparecieron.

—Tampoco encontré nada sobre Marcos —dijo Raquel, la madre del mencionado y esposa de Ángel entrando a la oficina—, intente rastrearlo, pero no tuve éxito.

—¡Es que no pudieron desaparecer de la nada! —Grito Kayla impotente.

—Alfa, ya tengo un grupo de licántropos rastreadores para ir a buscarlos, yo encabezare la búsqueda —Informa Antoni.

—Un momento —Todos volvieron su atención a Raquel—, Marcos me dijo que iba a estar con Kayla, rastree los olores hasta el bosque, pero luego desaparecieron —explico—. Ni con tus mejores lobos vas a poder rastrearlos —Culmino.

—¿Pero por qué?, ¿Por qué desaparecieron así? —Interroga Layla.

—Porque eso fue obra de magia —Todos giraron la vista a las nuevas integrantes.

Clarise, la mejor amiga de Layla; Brenda, la líder de las brujas, de pelo rojo y ojos negros; Clare y Ana, las dos hermanas de Daniel, les acompañaban.

—¿Qué dijiste? —Pregunta Alexis a Brenda.

—Ana ¿Por qué no subes a la habitación de Axel? Así puedes jugar con él y con Rachelle —Ofrece Layla a la menor de nueve años evitando que se involucre en una conversación que tal vez no entienda.

La pequeña solo asiente con la cabeza y luego de despedirse de los presentes sube emocionada los escalones, para ir a jugar con sus mejores amigos; Axel, el hijo menor de Layla y Alexis, y Rachelle, la hija menor de Raquel y Ángel.

—Como les mencioné, Kayla y Marcos desaparecieron por, literalmente, arte de magia —dijo Brenda acercándose y cerrando la puerta—, y lo hicieron por voluntad propia.

—¿Qué? —Preguntaron los licántropos.

—Y eso, probablemente sea culpa de Daniel —Siguió diciendo y Clare, la hermana de Daniel, trago en seco.

—Párale un poco a tu guagua que no te entendemos —Le interrumpió Antoni un poco confundido.

—¿Cómo puede ser culpa de Daniel? —Pregunta Clarise, la mejor amiga de Layla— Además no creo que Kayla y Marcos quieran ocultar sus olores —Dio una pausa—, a menos que…

—A menos que quieran infiltrarse en un lugar que no deberían —Le secundó Alexis suspirando pesado.

—Un lugar como la reunión de hoy —Culmino diciendo Raquel y los padres de los implicados solo pensaron una cosa.

«Son demasiado problemáticos».

—Daniel es un genio en la magia, seguramente les dio algo a ellos para que oculten su olor —Aseguro Brenda.

—Pudiste averiguar que fue lo que pusieron en el aire? —Pregunta Layla atando cabos en su cabeza.

—Sí, fue una sustancia que proviene de una planta, la sustancia que produce desmaya a todos los que lo consuman, tiene efectos secundarios dependiendo de la especie o de la persona y es muy difícil conseguirlo —Informo Brenda.

—¿Y cómo fue que eso llegó hasta la institución? Deberían tenerla restringida o algo —Alexis se cruzó de brazos mientras hablaba.

—No podemos hacer eso —La líder de las brujas niega con la cabeza.

—¿Por qué? —Pregunta está vez Clarise.

—Porque es una planta que solo se puede cultivar en el Bosque Leinad —susurra Clare hablando por primera vez.

Layla traga en seco por la información y Alexis aprieta la mandíbula.

—No sabemos cómo tuvieron acceso a ella —Comenta Brenda.

—Kayla y Marcos están desaparecidos, probablemente fueron afectados por esa sustancia —Comenzó a decir Layla tomando un papel y comenzando a hacer unos apuntes—; vamos ayúdenme, tenemos que resolver esto —dijo a los demás y todos pusieron atención.

—También desaparecieron Daniel y Aidan —Layla apunto lo que dijo su esposo Alexis.

—A pesar de que a todos nos afecto, solo se llevaron a Daniel y a Aidan, fue algo planeado —Añadió Brenda.

—Aunque Marcy, la Consejera Real de los vampiros también había desaparecido ¿Cierto? —Pregunta Antoni.

—Cierto —Confirman los presentes.

Layla anota también algunas cosas sobre la sustancia.

—¡Layla! —La voz de Ángel sorprende a todos cuando él llega a la oficina. Todos se ponen en alerta— Nadia, la hermana de Aidan también está desaparecida.

—Ellos son los blancos —habla Clarise—; los chicos, fíjense los que desaparecieron son los chicos, a pesar de que los tuvieron a todos para hacerles daño, no lo hicieron, solamente se los llevaron a ellos.

—¿Pero por qué? —Pregunta Ángel preocupado, ya sabe que tampoco su hijo está aquí, que también está desaparecido.

—Son diferentes —Todo miran a Antoni—, ellos fueron los primeros de la institución en dar los pasos para mantener la paz entre las especies, fueron los encargados de que se fomentar la igualdad entre todos —Antoni se pasa la mano por el pelo—, lo veo todos los días como director de la institución, a pesar de que no son el único grupo que tiene a varias especies entre ellos, sí son los únicos en que se note tan natural.

—Antoni tiene razón, ellos se encargan de crear un ambiente especial para que los demás jóvenes que los ven los puedan imitar con facilidad —Clarise apoya lo que dice Antoni, ella es maestra en la institución—, los cinco dan el ejemplo.

—Seis —Le corrige Antoni, el ceño se frunce en los adultos.

—No, son cinco —dice Raquel—; Nadia, Aidan, Daniel, Kayla y Marcos.

—Y Olivia —Añade el director—, ella es humana, pero compenetra en ese grupo como si fuera una sobrenatural también, desde el primer día, ella siempre ha sido parte del grupo y los demás la aceptaron sin dudar.