Nueve meses pasaron desde que llegue a la orden, había aprendido mucho de los guardianes y sus orígenes. Viscent me enseño las fraguas de azulina, donde forjaban el acero con ese tono azulado en sus hojas y me mostro un bonito libro revestido en paño azul, contenía los orígenes de la orden y la piedra.
Todo se remontaba a Heras pasadas, donde un grupo de hombres guerreros, que sufrían constantes asedios de bestias demoniacas, notaban que cada vez eran menos y las bestias crecían en números. Sufrían una gran desventaja en tamaño y fuerza.
El acero de sus espadas y flechas no era suficiente, necesitaban más de diez flechas para tumbar un ser de esos. La oscuridad avanzaba, villas y hasta ciudades enteras eran arrasadas. Cada vez se les dificultaba más matar a las bestias.
Gracias unos de esos rumores que pasan de pueblo en pueblo oyeron de una antigua cueva que guardaba una roca mística dada por los mismos dioses para exterminar las huestes del mal.
Decididos emprendieron viaje a tal remoto lugar, atravesando grandes dificultades, hasta que finalmente hallaron la cueva de Azhula, en honor a una antigua diosa. En el fondo de esta yacía tal mineral, con una flama azul centellante que cegaba los ojos de cualquier individuo al primer contacto con esta.
Aquellos hombres habían llevado un lobo oscuro encadenado, necesitaban cerciorarse de lo que habían oído era cierto.
Uno de ellos encajo la hoja de su espada entre los espacios de las rocas centellantes por un corto lapso de tiempo. Cuando vio que la hoja se tornó de un azul oscuro como la noche, la retiro. El caballero podía sentir que emanaba calor, a medida que se enfriaba el tono oscuro de la hoja se esclarecía.
Voltio viendo al animal que intentaba zafarse y sin titubeos atravesó a la bestia por completa. El animal chillo y callo rendido al instante, se aseguraron que el animal no diese señales de vida alguna. Las leyendas eran ciertas, la diosa había regalado tal poder a los humanos para equilibrar la balanza del bien y el mal. Aquellos hombres se apoderaron de la cueva y dieron nombre de Azulina a tal mineral, en honor a la diosa Azhula.
La historia se mantuvo oculta por muchos años, al igual que la ubicación de la cueva y la piedra. Solo un grupo selecto hombres supo de ella por muchos años.
***
Toda la semana escribía cartas a mis hermanas y padres contándoles mis nuevos avances, la nostalgia de no tenerlos cerca se hacía menos si sabía de ellos con frecuencia. A veces me respondía Lilit y a veces mi padre, mi padre había esclarecido con el rey el noviazgo de Ross y Eegon, cosa que duro apenas dos meses desde mi partida. Al parecer ellos no se ponían de acuerdo en casi nada y Rossalí opto por dar por finalizado el compromiso.
No me alegro tal hecho, pero muy en fondo nunca le di mucha esperanza a esos dos, conocía al empedernido y presumido Eegon. A la romántica y sofocante de Ross con sus cortejos amorosos. En fin ojala algún día encuentren a su pareja ideal.
Con el paso de los meses también aprendí a controlar la magia que había en mi. Con la ayuda de un sabio hechicero, pude dominar mis emociones y enfocarlas en la magia. Aún recuerdo como ivan se presentó ante mí aquel día.
FLASHBAK 1
En el patio de entrenamiento del fuerte un día soleado, me encontraba muy concentrada leyendo un libro “como dominar tu yo interno”
I-no creo que eso te ayude mucho…-comento algo jocoso un extraño.
-ni yo lo creo –nose si lo pensé o lo dije en vos alta. Llevaba un buen tiempo intentando entender algo .-porque lo dices ¿ - alce mi vista y un hombre de color, con el cabello corto casi al ras de su cabeza estaba parado frente a mí.
I: Buenos días debes ser Rowena. yo soy Iván y quizás pueda ayudarte un poco más que ese insulso libro . –tomo mi libro, mágicamente.
R: si soy Rowena…-sorprendida y con una sonrisa aniñada pregunte–como haces eso?
Había sentido hablar de los hechiceros que habitaban en Miscelin pero jamás había tenido uno enfrente y mucho menos que este se apoderara de mi libro con solo alzar su mano.
El moreno Traía puesta una bonita túnica blanca escote en v que dejaba ver su lampiño pecho chocolate. Sobre esta un chaleco en tonos verdes y en su cintura una faja con ribetes dorados. Coloco el libro dentro de ella y hablo.
I: acompáñeme, quiero saber más de usted –giro y se dispuso a caminar con sus manos atrás -Viscent me comento lo sucedido, pero quiero escucharla a usted Srta.
R: bueno no tengo mucho para decir…-por dónde empezar pensaba-bebí la esencia de magia de mi madre, de mis manos salieron flamas e incendie un molino entero.-baje mi mirada, tal hecho me avergonzaba.
I: que hizo que eso pasara, el incendio? –el prieto indagaba más, yo lo seguía a su par.
R: fue a causa de un hecho inesperado- no quería revolver los hechos pasados- fue a causa de una traición amorosa .me sentí muy mal con migo y con ellos, me ocultaron cosas que debieron me, ellos me lastimaron mucho esa noche y yo… - me detuve al notar un leve calor en mis dedos, cerré mis manos y me detuve. –no creo que deba revivir eso..-hable directo a Iván.
El vio que mis puños estaba cerrados, se detuvo frente a mí, alzo su mano y una esfera con destellos purpura salía de ella. Tomo una de mis manos y la dejo suspendida en el aire .lentamente abrí mi palma y el depósito su luz sobre mi mano.