"Es muy difícil entender el gran amor que alguien puede sentir por nosotros, sobre todo cuando tenemos miedo de ser nosotros mismos o cuando ni siquiera sabemos con certeza quienes somos. Cuesta creer que la otra persona no nos abandonara" (Ava Dellaira)
I
Santuario de la diosa Athena,
Templo de Géminis.
—¡Explosión Galáctica!
—¡Golpe Mortal!
Ambos choques de cosmos energía colisionaron impulsando a cada contrincante al otro lado del salón. El caballero de Géminis se paro enseguida, aunque adolorido. Mientras que la diosa permaneció inmóvil por unos cuantos segundos. Su anterior batalla con la hija de Zeus la había dejado casi sin energías y ya no podía continuar luchando, pero no lo admitiría jamás.
Cuando el polvo se disipo, Kanon pudo ver como Kath aún no se levantaba del suelo. Aunque estaba preocupado por ella no se movió de su lugar, sabía lo ingeniosa que era la pelirroja y no podía darse el lujo de perder esa batalla por unos viejos sentimientos. Finalmente Kath se reincorporo escupiendo algo de sangre.
—Pudiste acabar conmigo pero dudaste— inquirió ella volviendo a posicionarse para atacarlo. Aun tenia la esperanza de que se arrepintiera y la dejara ir sin luchar pero sabía que haría lo que fuera por salvar a su diosa y eso le molestaba. ¿Estaba celosa de Athena? Claro que si, celosa de ver como Kanon se arriesgaba por otra diosa que no era ella.
—No es de caballeros atacar por la espalda
—Ganar es ganar sin importar que, no me digas que ya no piensas igual... ¿No vas a atacarme?— Géminis dejo de concentrar su cosmos y se cruzo de brazos mirándola seriamente. Podía sentir el cosmos débil de la diosa por su anterior batalla, lo único que el tuvo que hacer fue atacar en las heridas que Megan le había hecho y así debilitarla, básicamente había ganado.
—No vale la pena, al fin y al cabo ya estas derrotada Kath
La diosa lo miro confundida, no perdió oportunidad y trato de atacarlo pero al dar un paso un fuerte dolor en su pecho la hizo arrodillarte. Quedo perpleja al darse cuenta cual había sido el propósito del caballero al atacarla con su Explosión Galáctica. Se llevo la mano a su pecho y pudo notar como la sangre brotaba de ella. Sabía que el no había sido el responsable, pero aun así no podía dejar de estar sorprendida. Ya nada seria como antes, ahora eran enemigos y debían odiarse, aunque en el fondo no sabían como hacer eso realmente.
—Tu batalla con la hija de Zeus te dejo muy mal herida lo único que tuve que hacer fue atacarte en aquellas heridas que ella te dio, pero al estar tan concentrada en tratar de matarme no te diste cuenta en cuidar de ti misma
La diosa gruño molesta, odiaba que la conociera tan bien pero mas que nada le molestaba que todo lo que el estaba haciendo sea por Athena y no por ella. Le dolía comprender que no siempre sería la única mujer en el corazón de Kanon, siempre estaría la diosa Athena en medio, y aunque le diera celos, debía aceptarlo.
Ahora se encontraba en un gran dilema, le había prometido a su padre acabar con la diosa de la estrategia pero si lo hacia se ganaría el odio de Kanon, y si no lo hacia su padre estaría decepcionada de ella. Era claro que no llegaría a complacer a todos pero debía tratar al menos de hacer lo correcto la cuestión estaba en ¿qué era lo correcto realmente?
—No me rendiré ante nadie jamás— saco su espada, la clavo en el suelo logrando agrietar el piso del templo, y con ayuda de esta logro mantenerse de pie. Comenzó a aumentar su cosmos aunque ahora apenas si podía percibirse. Esto llamo la atención de los gemelos, supusieron que era por las heridas que tenia, pero iba mucho mas allá de eso.
—No tienes que hacer esto ¿qué quieres probar?— Kanon también aumento su cosmos superando al de la diosa. Saga miraba todo desde la distancia, en silencio. Había algo muy extraño ¿Cómo era posible que el cosmos de su hermano fuera superior a al de la diosa? Aun estando herida y débil su cosmos siendo divino debía ser mas fuerte que el de un caballero dorado. Miro la espada que sostenía la diosa con fuerza dándose cuenta que su cosmos se debilitó cuando ella la sostuvo, pero ¿Por qué la usaría si fuera así?
—No necesito probar nada, atácame con todo lo que tengas, acaba conmigo Kanon de Géminis, si te atreves
"Si te atreves", esas palabras se repetían en su mente sin cesar, claro que no se atrevía pero no le quedaba otra opción. En el pasado el siempre la había protegido pero cuando Ares los descubrió y ella decidió poner fin a su "relación" el no tuvo el valor de ir por ella y enfrentare a su padre. La dejo sola cuando mas lo necesitaba, pero aun así no lo odiaba ni tenia rencor pues sabia que todo había sido su culpa, porque no tuvo el valor de reconocer que se había enamorado de un humano. No tuvo las agallas de renunciar a su inmortalidad y tener una vida junto a el.
—Ya lo veremos...¡Triangulo dorado!— concentro su cosmos aunque no de todo, ya que sabia que solo un poco de su poder bastaría para derrotarla y la atacó con la intención de dejarla inmóvil, pero las cosas no salieron como el pensaba.
—¡Ahhh! ¡Maldita espada respóndeme!
Había acumulado parte de su cosmos en su espada como ultimo recurso para ganar la contienda, pero la magnitud del ataque fue mucho para ella. No pudo controlar la espada, mas bien parecía que tuviera vida propia. Asustada comprendió lo que estaba por suceder, ¿Cómo no se dio cuenta de eso antes?. Ya no había nada que hacer así que dejo de luchar y la espada termino clavándosela a si misma cuando la onda de poder chocó contra ella.
—¡Kath!— el gemelo menor corrió a atrapar el cuerpo de la diosa que cayó en picada hacia el suelo. Se sentía muy cansada, cómo si aquella espada absorbiera todas sus energías. Con las pocas fuerzas que tenia estiró su mano hacia la espada y aun sintiendo el dolor punzante se la quito. Fue en ese momento cuando se sintió mas liberada, aunque sabia que ya no tendría salvación alguna. Esa espada la había condenado— ¿Kathie?
Editado: 23.05.2024