Los días después de la pelea contra Tala fueron muy agitados, el nuevo protocolo de entrenamiento hizo que tengamos que estar más al pendiente, sobre todo en la hora donde le dábamos importancia al diálogo con las hadas, debido a que esto para algunos era irrelevante, objetando que en esa hora podrían estar haciendo otro tipo de entrenamiento, me molestaba mucho este tema pero la gran mayoría que confiaba en mi comenzaron a dialogar más y formar una conexión que era lo importante, me alegraba de que hubiera un paso adelante.
Los días continuaban pasando y me fui dando cuenta de que Nash estaba cada vez más distanciado, casi no iba a las reuniones y siempre que me lo topaba intentaba evitarme, se comportaba de una manera muy extraña, esto me preocupó un poco, así que decidí esperarlo en uno de sus tejados favoritos, me senté por unos minutos hasta que por fin logré visualizarlo en el patio de la universidad, creé una escalera de hielo para bajar de donde estaba y dirigirme junto a Lyna hacia donde se encontraba él.
–¡¡Nash!! – Lo llamé entusiasmado.
No me tomó en cuenta y continuó con su camino sin siquiera regresarme a ver.
–Oye amigo, detente– Coloqué mi mano en su hombro.
Sentí un instinto asesino en el momento que lo toqué, retrocedí por instinto y precaución ya que de verdad me había asustado un poco.
–Lo siento Even, creo que ahora mismo no es el momento– Dijo Nash seriamente.
–¿Pasó algo?
–Que va, solo me levanté así, te veo luego.
No me dio tiempo a responder, continuó su camino hacia la oficina del director, solo podía observarlo, me dio coraje no poder hacer ni decir nada, sin duda alguna le había pasado algo. Después de ese pequeño momento de tención vi a Melisa llegar a la universidad, desde que soy líder del uniforme negro, vivo en la universidad al igual que los demás estudiantes que aceptaron entregar su vida para la futura batalla, solo que a los estudiantes normales les dejan salir para que visiten a sus familiares, mientras que a los líderes de grupo se les tiene prohibido salir debido a todas las responsabilidades como lo son las reuniones, la administración de actividades, el entrenamiento y llenar papeleo, es muy estresante pero hasta que no acabe esta cuenta regresiva no puedo quejarme. Me acerqué a Melisa con toda la ilusión del mundo, pero antes de que llegara, un chico se acercó a ella llevándole una botella de agua, me detuve y desde la distancia me quedé observándolos, se veía que se llevaban especialmente bien, no quise interrumpirlos, pero mi problema era que nunca antes había visto a ese sujeto, en todas las nóminas que revisé nunca vi su rostro, me dio mala espina así que me acerqué.
–Hola Melisa ¿Cómo te encuentras?
–¡Even!, que alegría verte, ¿No estas ocupado?
–Ahora mismo no, se suspendió una reunión así que tengo algo de tiempo libre hasta que empiece la hora de entrenamiento respectiva para mi grupo.
–¿Enserio? – Se da la vuelta y se dirige al chico que le trajo la botella de agua –Discúlpame Liam, hacía tiempo que no tengo la oportunidad de hablar a solas con Even y pues… quisiera estar un rato con él, ya nos veremos mañana ¿Sí?
–Claro… no hay problema – Respondió Liam.
Melisa me tomó de la mano y nos fuimos del lugar, la actitud de ella no me pareció fuera de lugar, lo que me preocupó fue la tonalidad de la voz que tenía ese chico, era una voz seria y calmada que hacía que tenga un mal presentimiento recorriéndome.
Llegamos a un lugar tranquilo de la universidad, me soltó la mano y se sentó en el césped apoyando su espalda en un frondoso árbol, no dije nada, simplemente me senté a su lado apoyando también mi espalda en el mismo árbol, una vez más podía sentir su calor corporal, su respiración e incluso percibir su olor, es una de las cosas que más raro se me hace, siempre que estoy muy cerca de ella en una situación donde nos invade el silencio me comienza a pasar esto, agregando que se siente como que el tiempo avanzara más lento y estemos solo nosotros dos en una dimensión muy alejada de la realidad.
–Even… extrañé mucho poder estar contigo– Se apoya en el hombro de Even.
–Yo también te extrañé, ha pasado tiempo desde la última vez que hablamos así a solas.
–Si… es una lástima que ya no podamos estar tanto tiempo juntos como antes, desde que aceptamos quedarnos y de que el director te asignara como líder del uniforme negro, nos hemos distanciado bastante.
–Lo sé, me hace sentir un poco mal por nuestra situación, aunque en parte agradezco que me asignaran como líder, estaba cansado de que los hermanos de Lyna sean ignorados, ahora con la influencia que voy teniendo entre los líderes es más sencillo hacer que todos se den cuenta de que tienen a un compañero de vida en su conciencia.
–Eso es verdad, en mi caso con Lune, eh progresado mucho, hablamos mucho más y siento que me llevo muy bien con él, solo que no sé qué hacer para cumplir los requisitos.
–Olvídate de que eso existe y concéntrate en tu hada, que por lo que dijiste le pusiste Lune como nombre.
–Si– Se ríe –La verdad es que quiero que seamos tan unidos como Lyna y tú, solo que…
–Si eso es lo que quieres deja de pensarlo demasiado y hazlo, demuestra lo que sientes y realiza lo que crees correcto.
No me respondió, se quedó en silencio pensando por un rato y luego de ello reaccionó diciéndome.
–Lo haré, dejaré que mi corazón hable por mí y lo demostraré con mis acciones.
Luego de ese tema pasamos a hablar de otras cosas, el tiempo pasaba al ritmo de las hojas del árbol, había momentos en donde permanecíamos en silencio, nos veíamos, sonreíamos, observábamos el cielo y sentíamos el viento mover nuestro cabello, estuvimos alrededor de una hora disfrutando del tiempo libre que teníamos, no fue hasta que Lyna salió diciendo.
–A todo esto… ¿Quién era el tipo llamado Liam?, no sé si te diste cuenta Even, pero ese chico desprendía la misma aura que Nash.
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Editado: 15.01.2021