Halliester Bay Academy (academia para chicos problemáticos)

44. Juego sucio.

Axton detiene el auto de su padre justo en la entrada de la casa de Mikeah, ella ha caído dormida en el asiento trasero, con los audífonos puestos, mientras veía una película en su tableta. Yo también estoy bastante cansada, ha sido un día largo e intenso. 

      El silencio entre nosotros ha sido pesado la mayor parte del camino, aun cuando antes de subir al coche hemos discutido por el tema del sapo, no se me ha ocurrido nada más que decir en todo este tiempo, no sé qué decir, no sé qué hacer y tampoco sé lo que siento. Por fortuna el viaje se ha terminado. Axton aparca lentamente delante al camino de entrada. 

      —Gracias por el aventón —comento en voz baja, antes de intentar abrir la puerta del copiloto. 

       Axton está mirando hacia el frente, con ambas manos aun puestas sobre el volante. Al darse cuenta de que ya me marcho me detiene, nuevamente sosteniendo mi antebrazo, aunque sin ejercer fuerza. 

      Todo mi cuerpo se tensa con su toque, por un momento incluso dejo de respirar, aun así, hago mi mayor esfuerzo en mantener la calma. 

      Pasan un par de segundos sin que me suelte, no parece tener intenciones de comenzar a hablar y explicar por qué no me deja ir, así que soy yo la que tiene la responsabilidad de romper este enorme iceberg

      —¿P-pasa algo? —mascullo. 

       —¿Te puedo preguntar una cosa? —investiga tranquilamente. 

       Lo miro un momento, antes de asentir. 

        —¿Por qué Landon? —suelta de pronto. Por un segundo, al igual que con lo del sapo, creo que no le estoy entendiendo del todo. 

      Frunzo un poco el ceño. 

      —¿Por qué Landon qué? 

     Axton no responde de inmediato a mi pregunta, suelta un suspiro gracioso infestado de amargura. 

     —Los escuché, la noche antes de las vacaciones, en el laboratorio. 

      Esta vez sí que arrugo el entrecejo del todo. 

      —¿Por qué hiciste eso? —pregunto, desconcertada. 

     —Curiosidad, más que nada. Eres terrible disimulando, prácticamente lo metiste arrastrando allí, me pareció...raro y quería saber que pasaba —admite—, pero también... no entendía, no entendía por qué de pronto estabas tan nerviosa cerca de él, y él te prestaba más atención de lo normal. Landon es un intenso, sí, pero él jamás se queda quieto en un solo lugar, y de pronto lo hace, lo hace si tu estas en él. Luego, después de que te entregué tus cosas, entendí, en especial porque esa misma noche él me buscó, para hablar. 

       ¿Qué lo buscó para hablar? ¿Hablar de qué? ¿En qué momento?

       Las preguntas parecen proyectadas en toda mi cara, puesto que Axton no necesita que se las diga para saberlas.

    —Me dijo que no sabía qué estaba intentando, pero que sería mejor que me alejara, y que no te confundiera, si era lo que trataba de conseguir. 

     No hay una manera en la que yo pueda imaginarme a Landon haciendo una cosa como esa, prácticamente marcando territorio. ¿Confundirme? ¿Confundirme cómo? ¿Confundirme entre ellos dos? 

     —Me dijo que, si era por mi culpa que estabas terminando con él, él no iba a rendirse contigo. —Axton suelta otra risita amarga—admito que en ese momento me sentí intimidado, Landon no acostumbra a ir enserio, pero está vez él realmente...

      —¿Intimidado por lo que dijo? —mascullo más para mí que para él.

      —No exactamente —aclara—intimidado porque pensé que éramos iguales.

      Nuevamente él vuelve a leer las dudas en mi cara. 

     —Pensé que él también sabía la verdad sobre ti —dice. 

      —Ah —es todo lo que puedo articular, ahora soy yo la que prefiere mirar hacia el frente. 

        Niego con la cabeza.

      —No, él no tiene idea —suspiro—, me sorprende lo bruto que puede llegar a ser. 

      —Sí —se ríe Axton—que alivio. 

      —Amja —gruño.

       —Entonces él estaba saliendo contigo, aun creyendo que eres un chico ¿No? 

      No hago más que asentir una vez. 

      —Landon no deja de sorprendernos ¿ah? —reflexiona—aunque no, la que me dejó sorprendido fuiste tú, ¿Como fue que aceptaste eso? —se ríe un poco. 

     Me encojo de hombros.

      —No lo sé, él solo enloqueció, se le metió en la cabeza eso de salir conmigo, sabes que no le circula bien la sangre al cerebro, lo mejor es no hacerle caso. —jugueteo con mis dedos, encima de la mochila peluda y colorida de Mikeah.

      —Se clavó muchísimo —comenta—te felicito, eso es impresionante, no pienso quitarte ese mérito. 

      —¿Ahora que dices? ¿Clavado? —imito el suspiro amargo de Axton—que va, es solo tonto a secas. 

       Ambos nos quedamos callados un rato, el único sonido es el del aire acondicionado soplando sobre nuestras caras.

      —Sí, eso lo sé —finalmente Axton suspira y medio sonríe, al fin animándose a mirarme—¿Y qué hay de ti? 

      —¿Qué conmigo? 

     —¿Qué es lo que sientes por él? 

      —N-nada —lo mismo me gustaría saber a mí. No, yo ya lo sé, pero hasta el día de hoy esa es información muy difícil de digerir, aun mas de confesar.

      —No te creo. 

     —Muy tu problema —ni siquiera tendría por qué darle explicaciones a Axton Brander, pero aquí estoy, sin poder lograr que me respondan las piernas. 

     —Bien ¿Y yo? ¿Sientes algo por mí? —directo al grano. 

     Jamás pensé que escucharía esas palabras saliendo de la boca de Axton, pero tan solo hoy me ha hecho llevarme varias sorpresas. Mi pierna quiere temblar nerviosa, sin embargo, logro concentrar esa energía apretando ambas manos. 

      —N-no lo sé —me aclaro la garganta—no estoy segura... 

      —Yo sí —dispara como si nada, relajándose en el asiento—yo sí estoy seguro sobre ti. No lo estaba al principio, pero cuando ese imbécil me dijo que...no sé, en ese momento estuve seguro de lo que quería. Te vi comportarte rara con él desde hace tiempo, pero no me jodió hasta que Landon aclaró mis dudas. 




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