Hey'carmen

Cinco

Lo miro incrédula, él señor Felton sólo me mirada por mi vestido. Por mi trasero, mi cabello nunca me miro realmente.

—Gracias, señor.

Elizabeth lo mira.

—¿Qué hiciste con mi amiga?—pregunta Tobías, exagerado.

Tomó una copa de vino, había un tipo mirándome. Era alto ojos negros , cabello un poco largo y parecía qué iba al gimnasio.

—¿Comó me veo?—pregunto dándome una vuelta.

—Preciosa—intervino Felton.

Me empece a incómodar.

—Carmen ¿iras acompañada con alguién a nuestra boda?—pregunta Elizabeth, mientras mira a Felton.

—Para ser franca, no pero buscaré al correcto. Después de todo la dama de honor tiene qué estar bien acompañada. ¿No?—respondi sonriente.

Él hombre se acerca.

—Hola mucho gusto—me miro.

Tobías tomó todo el tragó del vaso.

—Carmen ¿podemos hablar?—habló Felton, me alejó de ellos.

Lewis fruncio el ceño.

—Hola ¿Como esta señorita?—pregunta, era demasiado elegante.

Trague saliva.

—Demasiado bien señor, ¿su nombre amable caballero?—contestó en tono sarcástico.

—Charles Felton, hermano menor  de Lewis... Un placer.—dijo alegre

Era un hombre tan hermoso no podía creer qué Felton tenga un hermano.

—¿Usted es Carmen Allende?—pregunta, llevandose una copa de vono.—Es tan inteligente, ¿Como dice Lewis?—tomó un sorbo de vino.

Tomé una copa de champaña.

—Amaría escuchar esos cumplidos de la boca de mi jefe.

Felton se acerca.

—Ella es Carmen, gerente, asistente y futura abogada de Chuckle... Da bien sus últimas dos materias y listo.—dijo con un tono de orgullo.

Sonreí de manera exagerada.

—¿Ustedes tienen algo?—intervino Charles, me sonroje.

—¡No, es mi tipo!—se me escapa.

Tomó la botella de vino y se fue.

—¿Quien es su tipo?—pregunta sonriente.

Tomé un sorbo.

—Hombres altos, de cabello castaño claro largo, ojos negros y de voz elegante.—lo observó.

Él me tocó mis hombros.

—Interesante Carmen, justamente me gustan las mujeres cómo tú, inteligente, sarcástica y preciosa.

Miró por unos minutos sus ojos.

—¿Sabes bailar?—pregunto.

Charles tomó mi cintura, puso su mano izquierda en mi espalda tomó mi mano y los apoyó en su hombro.

—Por supuesto, ¿Te gustaría bailar tango?.—dijo apoyándose en mi.

La banda empezó a tocar, todos empezaron a observarnos. Miró de reojo y veo a Tobias parecía incómodo. Lewis hablaba con una mujer, pero tengo qué dejar de mirar.

Pasé mis piernas por las suyas, uno, dos, tres, cuatro había olvidado cómo se sentía bailar.

—Bailas demasiado bien—comentó Charles, sus manos.—¿Crees qué podríamos salir alguna vez?—se sonrojo.

Todos empezaron a aplaudir, Megan me mirada con orgullo. Laura me hacía señas raras.


—Salir con él hermano de mi jefe. no esta muy bien. En especial si es una mujer ocupada.—respondí sonriente la música paro.

Charles se inclinó.


—No importa también soy tú jefe es algo qué viene en él contrató laboral según él versículo 913 las mujeres qué se llaman Carmen Elena Allende salen con su jefe en una cita.

Reí a carcajadas.

—Claro usted gana. ¿Y si salimos ahora?... Estoy aburrida no por qué no seas interesante, tengo una mejor idea ¿que opinas?.—me observa, mordió su labio.


—Por supuesto... Iré a buscar mi llaves.


Megan se acerca, me miro con sorpresa. Laura me da un trago de su champaña tomó él vaso de Megan y tomó su vino.

—Estoy nerviosa, tendre sexo con él hermano de mi jefe.—dije nerviosa.

Laura me pellizco.

—¿Eres virgen?—pregunto.

Escupo el vino.

—No soy virgen nisiquiera de atrás Laura. No seas incredula.

Megan sonríe.

—¿Estas con un bosque tropical vaginal?—pregunto , haciendo qué ría.

—¡No!—exclamo

Tobias se acerca.

—¿Ya te vas?—interrumpió.

Rodeó los ojos.

—Si tengo una cita—guiño

Elizabeth se acercó.


—¿Carmen, vamos?—me toma de la cintura.—Disculpen pero les robo está hermosa señorita—concluyó

Suspiro.


—¿Vives lejos?.

El asintió, salímos del departamento.

—Un viajé de dos horas en auto—respondió abriendo el departamento de enfrenté—Te lo dije.

Sonreí


—Qué hermoso departamento—dije observandolo.

Él trae una botella de champaña.


—¿Quieres?.

Me abalanzó hacía él.

—Te quiero a tí.

Empece a besarlo, él me respondió con mucha pasión.

—Yo también te quiero ahora.

 

 



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En el texto hay: humor romence jefe

Editado: 05.03.2020

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