Historia De Amor

Sin Recuerdos.

Cuando la tormenta pasó, y las comunicaciones se normalizaron, leyó más de un centenar de mensajes de Daniel y Ruth. Palideció y no atinó a nada más que correr hacia el aeropuerto. Esperó con impaciencia hasta abordar el primer vuelo de regreso.

Horas después...


No esperó un momento, ni un segundo... Llegó al hospital casi sin aliento. Pero Laura no está en la habitación, Alexander se desespera, camina de un lado a otro, preguntando. Fue cuando la enfermera Ruth lo vio.


—Tuvimos que cambiarla de cuarto, —dijo para poder calmarlo.
En seguida lo llevó al lugar donde está ella, pero un vidrio los separa.
—Necesito tomar su mano, que sienta mi calor.
Ruth lo mira de reojo y respira hondo. —Creo que es mejor que hables con el médico.

Alexander mira una serie de radiografías del cerebro de Laura.
El médico le indica.
—¿Ve esta especie de mancha? Hemos hecho una serie de exámenes y todo arroja el mismo resultado... Laura no volverá a ser la misma persona que fue antes del accidente.


Alexander salió de la oficina, corrió hacia la calle... Caminó sin rumbo fijo, hasta que volvió al mismo escaño al frente del hospital. Una pareja de adolescentes lo distraen por unos segundos, recordó su propia juventud con Laura... Sus travesuras, como aquella vez que casi los atrapan en la biblioteca, escaparon por la ventana sujetándose la ropa... puede escuchar la risa de ella, la cual se desvanece al volver al presente.

Esa noche, Daniel le permitió entrar al cuarto...
Alexander tomando la mano de Laura, quien no aparta la mirada del techo.


—¿Sabes que soy el hombre que te ama?, estás confundida, pero con el tiempo te sentirás mejor y todo volverá a ser como antes. Nuestra casa está como la dejaste... nada ha cambiado, he cuidado bien de tu gato y tus plantas están hermosas, no creerás lo grande que están. El mural que pintaste se ha borrado con el tiempo, pero estoy seguro de que volverás a pintarlo. He leído todos tus libros, y más de una vez terminé llorando como una Magdalena, sé que te reirás cuando lo sepas y yo adoraré verte reír. Comencé a escribir mi segundo libro, lo terminaré cuando me mires.


No hubo ninguna reacción... ni antes, ni después.

Laura comenzó a responder a los tratamientos médicos; neurólogos, fonoaudiologos...
Alexander debe mantener la distancia. Laura no lo reconoce.


El médico dice que no fuerce los recuerdos, podría causar algún daño mental en ella. 


Alexander se angustia cuando la ve sufrir por los dolorosos ejercicios en sus piernas.
Daniel le toca el hombro. —No te preocupes, eso quiere decir que siente sensibilidad y que pronto caminará e incluso podrá correr la maratón, —dijo sonriendo.

Alexander respira profundamente, está orgulloso de ella... siempre luchó por lo que quiso y consideró justo.  Aunque ahora, ella, no lo recuerde.
 



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En el texto hay: amor incondicional

Editado: 31.08.2022

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