Mi Vida era perfecta, tenía todo lo que yo quería un buen trabajo una Hermosa casa y amistades, siempre fui una mujer de retos cuando quería algo simplemente lo conseguía, de hecho estaba tan ocupada que ni siquiera tenía tiempo para el llamado “Romancé", los fines de semana la pasaba en un restaurante conversando con mis Amigas.
Emily tenía una relación estable con un entrenador de natación, Joyce estaba felizmente casada con mi mejor amigo, cada vez que recuerdo como se conocieron me da gracia, Lisbeth bueno ella ha tenido tres relaciones y para decir verdad ¡Dios está enamorada de Nuevo!. Las conversaciones eran típicas. Hablábamos de lo último en la moda, joyas y zapatos.
Recuerdo que el martes tenia libre y me llamo Joyce me invito a un café y como una de mis debilidades es el café acepte gustosamente. Nos encontramos en la cafetería.
―Hola Joyce―.La salude con mi gran sonrisa
―Hola Bonita―.Joyce es mi mejor amiga y siempre me decía Bonita.
―Les Puedo servir algo para tomar―.nos preguntó amablemente el joven camarero.
―¡Café! ―.ambas contestamos a coro, el camarero nos miró y luego sonrió.
―En unos minutos estará, ¿Desean algo mas?
―Sí, quiero un pedazo de tarta de fresas―.conteste
―Yo También―.contesto Joyce.
―Y cuéntame ¿Cómo te va con tu vida de casada? ―. pregunte con curiosidad.
―.¡Estupendamente!.. a ver y ¿Cuándo te vas casar? ―.me pregunto , la pregunta me tomo de sorpresa.
―Lo menos que quiero es casarme―.Le conteste.
El camarero vino y nos trajo los cafés y las tartas que se veían apetitosas.
Comencé a tomar el café y estaba delicioso.
―Lo digo en serio―.la voz de Joyce me volvió al mismo punto.
―ya te dije mi vida es perfecta―volví a decirle con aire ausente
―No Lo dudo―me contesto de nuevo. ―Sé que el destino te tendrá uno para ti―.la vi tan confiada y yo lo único que pude hacer es reír.
―En Serio―.Me dijo con firmeza.
―No sé cómo –. Le dije con dudas dentro de mi corazón, lo cierto era que aunque yo no quisiera pensar en eso quizás en el fondo deseaba encontrar a el” Príncipe azul".
―Pienso, que en algún lado o lugar está el, solo tiene que esperar―.me animó, me pregunto si de verdad lo hay o no, de todas formas no me hago ilusiones, vivo el presente los sueños de jovencita enamorada pasaron, a mis de treinta años no creo en esas tonterías de cuentos de fantasía.
―Bonita, eres una gran mujer y te conozco desde hace dos años, no siempre estarás sola, tengo una gran corazonada de que tu te vas a casar con alguien que de verdad te amé―.me dijo con convicción.
―No he pensado en eso..¿Tú crees? ―.Por Primera vez tuve duda.
― ¡Claro que lo creo!
Desde aquella conversación pasaron cuatro semanas, y recuerdo que fue domingo fui al parque para correr como de costumbre y mientras corría me puse mi iPod para escuchar la música, como es de costumbre siempre corro media despistada y sin querer tropecé con un hombre, el impacto fue fuerte que me caí en el suelo, el hombre me extendió la mano, ¡Oh que atractivo!.
―Srta¿Se lastimo? ―.me dijo con voz profunda, que hizo que mi corazón acelerara, sus ojos eran como el color azul del cielo y sus cabellos negro como la noche su cuerpo bronceado y poseía una fuerte constitución física, era todo un príncipe pensé yo.
Desde aquel momento nuestras vidas quedaron cruzadas y para sorpresa mía nos hicimos novios, aún recuerdo las palabras de Joyce.
“Bonita, eres una gran mujer y te conozco desde hace dos años, no siempre estarás sola, tengo una gran corazonada de que tú te vas a casar con alguien que verdad te amé”