Candelaria
Estaba volviendo a casa de un día algo agotador y todavía me quedaban dos horas más en la quinta, y eso me causaba algo de desánimo, pero para mi suerte hoy volvíamos juntos con Stefano para nuestras casas y en todo el camino él se encargo de despabilarme aunque sea unos minutos. En cuanto llegamos a mi casa me despedí y le dije que yo pasaría por la casa de él y así ir directo a la quinta, el estuvo de acuerdo y se marcho.
En cuanto entre a casa note que volvería a comer sola, ya que papa no estaba y Lucy debía encontrarse con mama, decidí pasar por su habitación y las encontré a ambas ahí, yo las miraba desde la puerta, a mama se la notaba perdida, se notaba que hoy no era su día, decidí no entrar y comenzar a arreglarme para ir a la quinta y en cuanto se hizo la hora para irme, fui directo a lo de Stefano y de ahí hacia la quinta. La tarde transcurrió con normalidad y demasiado rápido, y la verdad era que no quería llegar y estar sola en casa, por lo cual se me había ocurrido invitar a Stefano a mi casa, para tomar unos mates y poder conocernos mejor.
-Stefano-dije llamándolo
-sí, dime
-quieres que vallamos a mi casa y podemos tomar unos mates, charlamos y nos conocemos un poco mas
-claro, vamos-contesto con una sonrisa
-perfecto, pero primeros pasemos por una panadería para que pueda comprar algo para comer-dije
-está bien-contesto
Cuando estuvimos en la panadería, el insistió en pagar pero no lo deje, luego fuimos a mi casa, en cuanto llegamos le dije que se sentara mientras yo me cambiaba. Antes de ir a mi cuarto había decidido pasar por el cuarto de mama, pero en cuanto entre la encontré durmiendo y Lucy a su lado también descansando. Decidí dejarlas dormir y me fui a mi cuarto a cambiarme, luego baje y encontré a Stefano mirando una foto cuando yo era pequeña
-esa soy yo cuando era un bebe-dije
-eras muy linda-dijo algo nervioso
-¿era? Creí que aun era linda-dije en modo de broma
-claro que sigues siendo linda-dijo algo nervioso
En cuanto lo vi así de nervioso, estalle de la risa
-oye tranquilo, solo era una broma-conteste aun algo tentada-como tomas los mates, dulces o amargos-pregunte
-amargos, pero si tú los quieres hacer dulces no hay problema
-si tú los tomas amargos, los tomaremos así, además a mí me gustan de las dos maneras
Luego de eso, me dirigí a la cocina a preparar los mates y poner las facturas en un plato. En cuanto tuve todo listo me dirigí al comedor
-ahora sí, todo está listo-comente-sabes me gustaría que me cuentes cosas de ti, para conocerte mejor, claro si a ti no te molesta
-claro, pero luego tu me hablaras sobre ti-contesto
-claro
-dime, que quieres que te cuente-indago
-no sé, tus gustos, porque viniste a vedia, sobre tu infancia-conteste
-a que te refieres con mis gustos-pregunto
-pues en general, música, películas, en chicas o en chicos-dije algo nerviosa
-claro-dijo algo tentando- pues, música me gusta de todo un poco, en películas me gusta la ficción, el terror y sobre mis gustos amorosos, me gustan las chicas morochas, bajitas, de ojos marrones-contesto mirándome muy directo a los ojos
En cuanto dijo esa descripción y me miro tan fijo a los ojos, mi corazón dio un brinco de alegría al pensar que yo podría ser una opción para él, pero esa voz en mi cabeza me decía que no me ilusione.
-ósea que descartamos que te gusten los hombres-dije para cortar el momento tenso
-lo descartamos-dijo con algo de gracia
-y porque viniste a Vedia
-por lo que conté en la escuela, a mi mama le gusto la tranquilidad y en cuanto pudo conseguir el dinero suficiente y un trabajo nos vinimos y en cuanto a mi infancia naci en Italia y cuando tenía 10 años mis papas se separaron y al principio si fue algo traumático, pero comencé terapia individual y en familia, y pude comprender que por más que estén separados siempre van a estar para mi
-y tu padre está en Italia-indague
-sí, pero iré a visitarlo y el vendrá a visitarme a mi
-y sabes que vas a estudiar-pregunte
-sí, quiero estudiar medicina, especialmente cirugía general
-que loco, yo también quiero estudiar medicina, pero pediatría
-que sorpresa-contesto-ahora quiero que tú me cuentes, tu infancia, tus gusto
-claro-respondí-sobre mi infancia, yo nací aquí en vedia, mi infancia fue normal, mis papas siguen juntos pero hace casi un año a mama le detectaron Alzheimer y va muy avanzado, así que todo cambio drásticamente
-lo lamento-dijo algo incomodo
-tranquilo-dije de manera calmada
-y cuéntame de tus gustos-dijo intentando borrar el momento tenso
- en la música, me gusta de todo un poco, en películas soy fanática del romance, también me gusta leer romance y en los chicos me gustan los altos, morochos y de ojos cafés-conteste
El me mira con algo de intriga, como intentando descifrar si me refería a él y aunque con mis ojos lo negara, en el fondo yo sabía que lo estaba describiendo a él.
-entonces descarto que te gustan las chicas-dijo con algo de gracia
-lo descartamos-conteste algo tentada
La tarde transcurrió muy tranquila y a eso de las siete de la tarde el se fue a su casa, la había pasado demasiado bien, el era un chico muy bueno y demasiado lindo, y aunque me negara a admitirlo, el estaba comenzando a gustarme.