Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 83

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 83

Mi abuela está tomando té con mis compañeras. Están sentados en una mesa.

Están en nuestra casa.

—Dani no ha regresado... No se rinde.- Dice mi abuela con un tono triste.

—Usó el hechizo para localizar personas, pero no funcionó... Rose no está en este mundo... Es muy probable que esté muerta.- Dice Sandro.

—Liz tampoco está en este mundo.- Dice Sara.

Alex está llorando y Rem le acaricia la cabeza.

—Alex, sé que Liz era una gran amiga, pero debes aceptarlo... Está muerta.

Daniela se levanta de la mesa.

—Daniel no pudo revivir a Rose, lo que significa que sigue viva.

—O decidió renacer... Eso dijo Daniel... Las personas que deciden renacer, sus vidas pasadas no pueden revivir.- Dice Sonia.

—Decidió nacer de nuevo... Es muy probable.- Dice Cris.

-Godfer-

Camino por las calles de una gran ciudad, Rei está flotando a mi lado. Estoy usando la ropa que me regaló Desmolfer y mi piel ya no es rosa.

La ciudad es como una ciudad normal, hay puestos de venta, tiendas... Es como una ciudad normal.

—Daniel... Ríndete.- Dice Rei.

—No puedo aceptarlo... Liz y Rose no pueden estar muertas.

—Lo están... El hechizo que usaste para localizar personas, solo encuentra personas vivas... Están muertas.

—Maestro... No sé qué hacer... Si me alejo de mis compañeros, no podré protegerlos, mis enemigos podrían intentar asesinarlos... Pero si están conmigo, corren el mismo riesgo... Realmente no sé qué hacer.

—Daniel... Tienes razón, tus enemigos intentarán matar a tus amigos, quieren hacerte sufrir... Si te alejas de ellos, ellos definitivamente morirán... Pero si te quedas con ellos, podrías evitar que mueran, pero... te vas a encariñar con ellos... Si mueren, te sentirás muy culpable... ¿Qué harás?

—No lo sé... Realmente no lo sé.

Me paro frente a un puesto que vende hamburguesas.

—Quiero dos, por favor.

—¡Claro, espere, por favor!- Dice el dueño del puesto.

Bajo la mirada y observo mi mano derecha.

—Lo siento, Ángel... No seguiré tu consejo... Me quedaré con ellos.

Desmolfer aparece a lado de mí y me abraza.

—¡Hola, Daniel, ¿cómo estás?!- Dice mientras acaricia su mejilla con la mía.

—Considerando que dos de mis amigas murieron... Me siento fatal.

Desmolfer deja de abrazarme y me observa con una mirada seria.

—Daniel, no debería decirte esto, pero lo haré... Ellas sí están muertas, sus almas fueron destruidas.

—¡¿Destruidas?!

—No sabemos cómo lo hacen... Ten cuidado, Daniel.

—Sí... Lo tendré.

Se acerca demasiado a mí y cierra los ojos.

—¡Creo que merezco un premio!- Dice sonrojada.

Ella quiere un beso... Supongo que puedo dárselo, después de todo, ella me dijo algo muy importante.

—Está bien.

Le acaricio la mejilla derecha y le doy un gran beso en la boca... No le doy un pequeño beso, le doy un gran beso, con todo y lengua.

Desmolfer abre los ojos muy sorprendida, ella no esperaba ese tipo de beso.

La beso por 5 segundos y separo mi boca de la suya.

Ella me observa completamente roja y le sonrío.

—Muchas gracias por tu ayuda, Desmolfer.

Desmolfer se acaricia su boca con sus manos.

—S-sí... D-de nada.

-Días después-

Estoy frente a mi casa y observo a un barco volador alejándose.

Rei está en mi espalda como siempre.

—Me siento mal por no aceptar, pero era lo mejor...

Lejos de ahí, en la isla que está flotando en el cielo, Sinfer está construyendo una maquina muy rara y enorme, es como un enorme frasco transparente, pero hay cables conectados en el frasco.

—Falta poco...

Solmar aparece a lado de él, muy deprimido.

—Daniel no aceptó ir, tal vez está pensando que intentaremos matarlo.- Dice mientras lágrimas salen de sus ojos.

—El rey de Soufla arruinó tú fiesta, pero nos ayudó bastante. Su investigación nos ayudará bastante.

—Sí, lo sé... Y pensar que un simple Orco haya descubierto la forma de convertir a los seres vivos en magia.

—Solo logró absorber la magia de sus clones modificados, no sabemos si funcionará con personas normales.

—Debemos intentarlo.

-Día 65-

Dios me está cargando en sus brazos, estamos en un bosque que está rodeado de nieve.

—Lo hiciste muy bien, Daniel, mejoraste demasiado.

—Faltan 85 días para el torneo, aún tengo mucho tiempo para entrenar... Por cierto, Dios, he entrenado demasiado, pero mi cuerpo ya no cambia, mis músculos ya no crecen.

—No te preocupes, lo que pasa es que tu magia evita que tus músculos crezcan.

—¿Eh?  ¿Por qué?

—Es demasiado incómodo para un guerrero tener un enorme cuerpo musculoso, así que es mejor que te quedes así, delgado y con algo de músculo.

—Está bien... Tiene sentido... Supongo.

—Tus músculos no crecerán, pero tú fuerza sí... Te estás volviendo muy fuerte, Daniel.

—He entrenado todos los días por horas... Supongo que valió la pena el esfuerzo.

Dios me sonríe y yo le sonrío.

—Estoy orgulloso de tí... Estoy seguro de que ganarás el torneo.

—No me gusta hacer promesas, pero te prometo que daré mi mejor esfuerzo.

—Lo sé, Daniel... Sé que te volviste fuerte, pero no sé si puedas derrotar a Oscuridad... Es demasiado fuerte... Y él es idéntico a tí.- Piensa Dios.

-Planeta número 1-

El planeta número 1, es un planeta muy parecido al planeta tierra, solo que sus habitantes son muy raros... Sus cuerpos son completamente negros, no usan ropa, no tienen cabello, y tampoco tienen pene o vagina... Todos son iguales.

Tienen forma de humano, pero no parecen humanos, no tienen boca, no tienen orejas, no tienen ojos, no tienen nariz... Son realmente raros... Lo que sí tienen, son manos y pies con dedos.




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