Hansey entró a la habitación, dispuesta a hacer lo que sea para volver a su época. Ni siquiera estaba pensando en las consecuencias de sus actos, solo quería salir de ahí. Ellie la recibió, invitándola a sentarse en su cama.
—Ellie, tengo que hablarte del futuro —habló, con un tono muy serio.
Esto la impresionó, pero no mencionó ni una palabra, quería saber de qué se trataba y dejó que la niña continuara.
—Verás, la razón por la que Andrea y Erick viajaron al pasado fue para arreglar sus vidas.
—¿Qué?
—Ustedes no son felices en el futuro. Tratan de aparentarlo, pero la realidad es otra. Yo creo que ellos vinieron a evitarlo. En mi época o, tal vez en todas las épocas, hay adolescentes que se matan porque son infelices. Ellos pensaron que era mejor regresar al pasado y evitar existir.
—Imposible… ¡eso es terrible!
—Lo sé. Traté de detenerlos, por eso estoy aquí.
—Yo los veo muy bien… se ve que son felices. Una persona que es infeliz, lo demuestra, aunque trate de ocultarlo —Ellie no podía creerlo.
—Lo ocultan muy bien.
—¡No! No puede ser… ¿Por qué seríamos infelices?
—Porque el futuro de Andrei se arruinó por completo. Yo creo que deberías hacer un sacrificio por él. Si lo amas tanto, debes dejarlo.
—¡No quiero hacer eso! —Ellie comenzó a llorar.
Hansey suspiró.
—Bien, puedes seguir con él, pero… mira todos los problemas que están pasando. La única manera de hacer que tu madre le devuelva su invento es que tú lo dejes. Sin su máquina, él no tiene ninguna posibilidad de triunfar.
Mientras tanto. Después de discutir con Emilly, Andrea aceptó salir con Jacob para recuperar la máquina. Antes de irse a buscarlo, le dio el control a Andrei.
—Es mejor que lo tengas, no quiero que, en un descuido, me lo quite. Entonces sí estaríamos perdidos.
Andrei lo tomó y lo guardó en el bolsillo del pantalón.
—¿Quieres que te de consejos de amor? —preguntó Erick.
—Solo dime donde encontrarlo.
Comenzaron a caminar. Andrei volvió a su casa, Emilly hizo lo mismo. Ella llegó y buscó a Hansey por todos lados. Le pareció extraño no verla, ¿Dónde estaba? Quería salir a buscarla y, al abrir la puerta, se encontró con Johann.
—¡Johann! ¿Qué…? ¿Qué haces aquí?
—Nos quedamos de ver para salir, no llegabas y vine a buscarte.
—Ah… ¡cierto! Perdón, lo olvidé por completo.
—¿Estás bien? Actúas muy extraño.
—Todo bien. Es que… estaba… estaba buscando a una amiga.
—¿Una amiga?
—Sí, es que… recibí la visita de una amiga que viene de otra ciudad. Se supone que la vería aquí, pero no está.
Johann recordó esa noche en el restaurante.
—¿Se trata de la chica que supuestamente viene del futuro? Se fue contigo a tu casa y, al día siguiente, no volviste a mencionarla.
—Estaba delirando, todo lo que dijo era mentira. Se recuperó y regresó a su casa.
—¿En serio? Te juro que por un momento pensé que era verdad. Se veía tan segura.
—¿Cómo crees que alguien va a viajar en el tiempo? Andrei es listo, pero no es para tanto.
—Puede ser… Te ayudo a buscar a tu amiga.
Emilly se estremeció al escuchar esto, sabía que no era prudente que se encontrara con Hansey, después de decirle que estaba mintiendo. No le quedó otra que aceptar su ayuda y se fueron caminando de la casa.
En el camino, Andrea y Erick se encontraron con Jacob. El joven se puso nervioso al encontrarse de frente con ellos, no tenía escapatoria.
—Jacob, quiero que conozcas a mi hermana. Ella es Andrea.
—Hola —saludó la chica, sin tantas ganas.
—Ho-hola…
—Este es tu día de suerte, porque tendrán una cita —anunció Erick, muy feliz.
—¿De verdad?
—Bien, me voy. Los dejo solos.
El joven se alejó. Andrea y Jacob quedaron en silencio. El chico se aclaró la garganta, preparándose para hablar.
—¿Es cierto…? ¿Es cierto que vienes del futuro?
—Sí. ¿No crees que no tenemos que relacionarnos?
—Lo sé, pero… me parece muy interesante salir con alguien que es… de otra época.
Andrea suspiró y miró hacia los lados.
—¿A dónde iremos? —preguntó, cruzándose los brazos.
—No lo sé. A donde tú quieras.
—¿Querías tener una cita conmigo sin saber a dónde llevarme?
—La verdad no creí que fuera posible tener una cita contigo —respondió, bajando la mirada.