Capítulo dieciocho.
—Si, yo me besaria con Rose ¿Algún problema?
Theo se cruza de brazos y mira con burla a Matt.
Matthew fulmina a Theo con la mirada y suspira, con sus dedos toca el puente de su nariz y niega con la cabeza.
—El ensayo terminó.
Theo suelta una carcajada y pasa al lado de Matt golpeado su espalda amistosamente.
Camino hacia el lugar donde deje mi cámara y la cuelgo en mi cuello. Veo como Aisha se toma el cabello en una cólera alta.
Matt me mira y yo paso al lado suyo chocando hombros, Theo sale del gimnasio y solo quedamos los tres.
—Rose.
Detengo mi paso y mi corazón se me acelera, con lentitud me doy media vuelta y observó al asiatico con una ceja alzada.
—Qué para ti soy Holland.
Matt ríe.
—Para mi siempre seras Rose.
Matt camina hacia mi con lentitud, hasta quedar frente a frente y muy cerca.
Mi respiración se vuelve anormal y solo miro su pecho, no quiero alzar la vista.
—¿Qué sucede? - preguntó desinteresada.
—¿Tu no te besarias con Theo, verdad?
Abro la boca para protestar, pero la cierro, el no puede estar haciendo una pregunta tan estúpida después de lo que le dije el viernes, le dije que me gustaba y ahora me pregunta si me besaria con alguien más.
—Eres de lo peor - me muerdo el labio con nerviosismo y lo miro a los ojos - creo que lo que te dije el viernes te entro por un oído y te salio por el otro.
Me doy vuelta y camino hacia el lugar donde deje mi mochila, acomodó mi mochila en mi espalda y me dispongo a salir del lugar.
—No podría olvidarme de lo que me dijiste, Rose.
—¡Qué soy Holland para ti! - protesto golpeado mi pie en el piso con impotencia, estoy muy nerviosa.
Siento la respiración de Matt en mi espalda, mis manos comienzan a sudar nuevamente y trato lo más disimulada que puedo de limpiarlas en mi pantalón.
—¿Qué tienes contra mi? No has dejado de atacarme desde que llegaste.
Río con ganas.
—Tu eres el que me ha atacado, llegue tarde, lo lamento, bromee con Theo, lo lamento. Si es eso lo que quieres escuchar ahí lo tienes. No me pidas más, Matthew.
Matt me sostiene del brazo y me voltea, sus labios quedan en mi frente y cierro los ojos ante su tacto.
—No puedo verte feliz con alguien más.
—¿Qué? ¿Ya no puedo sonreír? - me alejo de él, el sonido de la puerta del gimnasio siendo abierta se escucha, pero no volteo a mirar - No se que tienes en la cabeza, Matthew, pero que te quede claro que no voy a rebajarme más de lo que hice.
—no te estas rebajando.
—Me rebaje contigo el viernes, te dije mis sentimientos y a ti te importo una mierda, me dejaste sola y eso no se me va a olvidar.
Los ojos de Matt se abren sorprendidos, creo que recién cayó en cuenta lo que hizo ese día.
—Rose yo...
—Holland, Matthew, soy Holland para ti.
Sin importarme nada más camino hacia la entrada, pero la presencia de mi hermana me hace detenerme, esta no me mira a mi, si no mira atrás mio.
—¿Que haces acá? - pregunto llegando donde ella y tomándola del brazo para salir rápido.
—Te dije que te pasaría a buscar.
Asiento con la cabeza recordando.
—Verdad, me había olvidado. - con Harper comenzamos a caminar hacia la parada del autobús - ¿Que tal tu primer día?
—Bien, ya sabes, soy buena para las cosas que me gustan. ¿Quién era el chico con el que discutias?
—Es Matthew, ¿Por qué?
Miro extrañada a mi hermana.
—Es lindo, me gusta.
Detengo mi paso en cuanto escucho las palabras de Harper.
—No, el no te gusta, el me gusta a mi - digo histérica - el fue el chico del viernes, Harper, el es el chico que se fue cuando le confesé que me gustaba.
Mi hermana me mira y se tapa la boca para después abrazarme.
—Lo lamento enserio, pero no me refería a que a mi me gusta - comenzamos a caminar con Harper abrazandome, ella es más alta que yo - me gusta para ti hermana, a eso me refería.
Nos quedamos en silencio y salimos del establecimiento despidiendonos del conserje.
—¿De donde es Matthew?
—Aún no lo sé - le respondo a Harper.
—¿Cuántos años tiene?
—19.
—¿Dónde estudia?
—No lo hace.
—¿Dónde vive?
—¿Qué te pasa Harper? - dejo de caminar y encaro a mi hermana, hoy no estoy de humor, me estoy cansando de ser la Rose simpática que deja pasar todo - Matthew es un tipo despreciable, a el no le importan los sentimientos de las demás personas, es egoísta.
—En realidad si me importan los sentimientos de los demás.
Mierda, no.
Cierro los ojos y me tenso, no puedo tener tanta mala suerte.
—¿Cuánto tiempo llevas escuchando?
—Lo suficiente - abro los ojos y miro a mi hermana, quien se encoge de hombros y se va rumbo a la parada, dejándome sola con Matthew - Si me importan tus sentimientos, Rose.
—Pues no se nota - me doy media vuelta y me cruzo de brazos. - si lo haces, no lo demuestras, o yo estoy ciega.
Matthew ríe, su risa es tan perfecta y linda.
—Me importan tus sentimientos por que desde que te conocí, desde el día en que te vi bailar escondida en ese gimasio, desde ese día no has salido de mi cabeza.
Miro el cielo cuando suena un trueno y veo como las nubes grices cubren todo, el día ya no esta agradable.
—Debo irme.
Va a comenzar a llover y debo llegar a la parada antes, no quiero mojarme.
—No te iras hasta que me escuches - me toma de la mano y entrelaza nuestros dedos.
Miro nuestras manos entrelazadas y quiero sonreír, siento como mi corazón se acelera de la felicidad, pero aparto mi mano cuando siento que esta comienza a sudar.
—No quiero escucharte Matt.
Matt ríe.
—Pues lo harás.
El sonido de un trueno me asusta y me apego al cuerpo de Matt. Ha comenzado a llover.