Idealmente quizás

VIEJOS AMIGOS

Hace rato que amaneció. No pude dormir nada. No recuerdo cuándo fue la última noche que lloré tanto. Pero lo de hoy, estuvo acompañado de un dolor intenso, que me hacía querer arrancarme el pecho. Y es que el odio que se mezcla en mis sentimientos hace que todo esto se vuelva confuso. ¿Por qué respondí de esa manera? ¿Por qué no puedo dejar de ser tan tonta? Solo tenía que callar, aceptar la culpa, fui yo la que causó este embrollo. Él de algún modo siempre tiene razón, ¿de verdad estoy arrepentida?

Salgo del baño, luego de una ducha caliente. Mi piel se reseca cuando me baño tan seguido. Veo mis ojos hinchados y enrojecidos en el espejo. Ni hablar de las ojeras. No puedo trabajar así. Sería condenarme a cometer errores y recibir regaños que me depriman más. Le escribo a Reina, para pedirle ayuda. No sé si pueda cubrirme, ojalá que sí.

Cuelgo un par de sabanas en las ventanas como cortinas. Hay tanta luz, siento que drena la poca energía que tengo. Recibo la respuesta de mi compañera. Me reportará como enferma, pero debo conseguir una constancia médica que lo respalde.

Nunca he estado de día en casa durante la semana, espero que sea silencioso, necesito dormir.

Me despierto a las seis de la tarde. Sigo con la cabeza aturdida, y me duele, por el hambre que tengo. Pido una pizza para comer en casa. Reviso mi teléfono para ponerme al día. En especial para dejar un saludo en el grupo de amigas. Me interesa descubrir quien le contó ciertos detalles a Daniel. Aunque no tengo la menor idea de cómo abordar el tema, ¿cómo puedo preguntar sin revelar nada? ¿Con qué motivo y por qué, algunas de ella cruzaría palabras con Daniel? Si entre ellas y él nunca se llevaron. Dejo a un lado el aparato del mal, que solo sirve para hacer crecer mi angustia. ¿Vale la pena buscar culpables? ¿O es qué me cuesta asumir que soy la única responsable? Con una llamada logré tirar por la borda todo el trabajo que venía haciendo. Me propuse ser una persona consciente de los demás, dejar de encerrarme en mi cabeza, donde solo vivo para mí. Ya no quiero ser llamada egoísta, y sin embargo, otra vez metí la pata. Me olvidé por completo del dolor que él debe de sentir, y solo solté comentarios hirientes que no son verdad. Mentí para hacerlo sentir peor. ¿Y cuál es la respuesta? No hay ninguna que respalde esa actitud tan tosca e infantil que asumo cuando discuto con él. Tengo que ser sincera porque al final más es el daño que me hago, de lo que pueden recibir los demás.

Parece que mi saludo fue suficiente para avivar el grupo. Ahora no paran de enviar mensajes, de cosas que ni entiendo. Supongo que hablarán de eventos a los que han asistido por allá. Parece un grupo de adolescentes cuando hablan de algún chico que les gusta. Si pregunto algo sobre Daniel, de seguro se pondrán igual de intensas. Podría resultar en algo bueno, la culpable de contar los detalles podría revelarse, así como también puede salir mal, y no conseguir nada más que comentarios innecesarios. Esto de socializar no es lo mío, definitivamente.

Guardo el resto de la pizza en el refrigerador. Por lo menos el alquiler dispuso de uno. Dormí demasiado. No pude salir a pasear entre los centros médicos a buscar una constancia. Ahora me toca dar la cara y escuchar a ese viejo amargado por varios minutos. Y como si pudiera leer mi mente, Enrique me escribe con la solución. Me saca una sonrisa, algo que aprecio mucho. Resulta que Reina le comentó sobre mi falta de hoy, y de algún modo, tiene como conseguir constancias médicas. Solo debo darle mis datos, luego me pasara un archivo para imprimir. Le agradezco con varios emoticones, y me despido con una sonrisa que disminuye a medida que cierro la conversación. Pensé que mi emoción duraría más, pero no puedo dejar de pensar en otra persona. Yo también debería tener esa postura, de no querer saber nada. Me duele el pecho de solo pensar que mediante el odio va a olvidarme. Así que, sin mucha importancia vuelvo a escribir un punto, y se lo envío. Como era de esperar, vuelvo a estar bloqueada.

—Hola Karen —saluda Reina—. Cuéntame, ¿por qué faltaste ayer? ¿No te enfermaste verdad?

—Se podría decir que sí. —Aguanto la risa—. Si me hubieras visto ayer, te habrías asustado, me veía fatal.

—Que horror, pero ¿qué te pasó?

—Daniel me llamó.

—No puede ser, ¿y pasaron toda la madrugada hablando, no pudiste dormir y por eso no viniste? —sonríe—. Qué picarona.

—En realidad, pasó eso mismo pero con efectos negativos —sonrío—. Él me insultó, y yo a él. Ahora estamos peor que antes.

—¿Antes? ¿Acaso eso existía?

—Para mí, había una posibilidad.

—Ay cariño, en serio te falta conocer a más personas.

—En fin, que no pude dormir, lloré toda la noche, y mi cara era un espanto.

—Por lo menos Enrique te ha rescatado —vuelve a sonreír coqueta—. Y me dijo que planea venir, para unas cortas vacaciones, dime, ¿te gustaria ir a la playa?

—¿Solo nosotros tres? ¿No sería algo incómodo?

—No te preocupes, yo me encargo de llevar la fiesta a donde voy, de seguro seremos como diez personas, será divertido.

—Mientras no aparezca el ridículo de tu jefe.

—Ni loca, nos arruinaría la fiesta con su ego demasiado inflado. —Ambas reímos. Ella se aleja para seguir con su trabajo.

Creo que un día de playa podría ayudar a limpiar estos males que cargo encima. Además, siempre quise conocer una playa tropical, una donde de verdad queme el sol. Aún no me confirma la fecha, espero que no sea dentro de un mes. Quizás pueda escribirle a Enrique para sacarle toda la información.

—Qué linda te ves cuando sonríes, deberías hacerlo más seguido.

—Buenos días, Señor. ¿Cómo se encuentra hoy? —finjo ser amable. No recuerdo su nombre, y tampoco se lo preguntaré.

—¿Fue suficiente un solo día para mejorar tu actitud? —Muestra una mueca de satisfacción al acercarse a mi escritorio—. Si te sigues sintiendo mal, no dudes en pedirme ayuda, con gusto te tiendo una mano —susurra, termina su discurso con una sonrisa detestable.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.