Todo es una locura.
Todo es un desastre.
Como los viento huracanados, así esta mi mente retorcida.
Que triunfa sobre los caminantes lógicos de la palabra coherente.
Que seria yo sin esas palabras.
Solo una cadena de miedos, dolor y voces.
Voces que jamás se callan y que tiene nombre.
Y aun así la melodía sigue,
sigue,
Como una corriente de agua que jamás deja de fluir.
Y al final
lo único que queda es el eco
de un torrente silencio cruel.