< despierta dormilona>
Escucho la voz de Tarek y veo que está sentado a los pies de mi cama.
-tuve un sueño muy extraño Tarek- digo con nerviosismo- soñé que estabas cubierto de sangre- los ojos de Tarek mostraron cierta sorpresa.
-<chiflada>- dice dándome palmadas en las piernas, pero sus ojos dicen algo que no puedo descifrar.
Tomo mi toalla y me dirijo al baño, me siento mareada, algo no esta bien... Imágenes de mi y Tarek aparecen en mi cabeza, cuando niños, el bosque, la sangre de Tarek, el collar...
-¿Alice?- mi madre llama a la puerta- tengo una estupenda noticia, apresurate-.
-ya voy mamá- le grito desde la ducha. Algo extraño pasa, mi locura va de mal en peor, mis sueños me confunden. No puedo decirle esto a mi madre, no quiero ir al psicólogo. Sé que estoy loca, pero no quiero hacerlo oficial.
Bajo las escaleras y veo a mamá con una imnesa maleta
-¿nos mudamos?-digo alzando una ceja.
-no..-dice mi madre dándome la mano y luciendo muy entusiasmada- algo mucho mejor, aprovecharemos las vacaciones que quedan para irnos a la playa.
-nosotras dos... ¿solas?-.
Antes de escuchar su repuesta se escucha el timbre, ella me hace un gesto para que espere y abre la puerta. Aparece la señora Lucy con un sombrero enorme. Lentes de sol y gafas oscuras, sus hijas lucían vestidas similares a su madre, y más allá, estaba John cargado con maletas y cara de pocos amigos. En la calle se estacionaba un furgón enorme.
-¿segura que no nos vamos para siempre?- digo, señalando el enorme furgón estacionado en la calle, pensaba que podría subir un elefante sin ningún problema.
-mi pequeña, graciosa como siempre- dice mi madre a la señora Lucy, ella sonríe amablemente.
-vamos arriba- me dice una de las pequeñas.
-pero... No he arreglado mis cosas- digo tratando de detener los empujones.
-no te preocupes, ya tengo todo listo- dice mamá entregando el equipaje a John, quien ya no se veía de tantas maletas.
-ahora entiendo el por que del furgón enorme. Camión- digo al fin, subiendo por mi cuenta.
Al entrar veo a Tarek con una playera hawaiana y gafas oscuras
<¿No pensabas dejarme, verdad?>- Dice entusiasmado-. Me sale una carcajada al ver su aspecto gracioso.
Todos me miran extraño.
Ya estando todos adentro, John hace partir el auto, al avanzar veo a la anciana en la calle, cerca de casa. La anciana que discutía con mi madre la vez que me perdí en el bosque, ella me mira fijo, y señala su muñeca, la cual tenía un reloj. ¿por qué?.