¡Bu!- asustó por la espalda a Issa, pega un saltito mientras yo me río a carcajadas por ver lo tonta que puede llegar a ser a veces me provoca dañarle un poco la mente creo que lo haré.
No me asustes así- dijo como una niña pequeña a veces me saca de quicio que sea tan ingenua, enserio Anabella no la puede ayudar y eso que es su madre.
Vámonos- digo con fastidio, caminamos hacia la casa, ya que para mí no es un hogar todavía no me siento a gusto en ese lugar, estamos cerca solos son unas cuadras y ya.
Llegamos el intento abrir la puerta, pero que sorpresa está cerrada, le doy un golpe a la puerta de frustración, saco mi celular y marcó de una vez el número de Anabella.
¿Si?- escuchó en la otra línea- ¿Dónde Estás? Ya estamos en la casa- digo sin que se note mi molestia.
Ah, Lo siento se me olvidó decirte que hoy iba a hacer las compras así que van a almorzar en que mi madre- dice tan tranquila, maldita sea con Anabella, suelto un suspiro de frustración-Bueno nos vemos más tarde-digo muy molesta.
¡Maldita sea!- grito molesta cómo se le va olvidar decir algo importante.
Es malo maldecir Rebe- dice Issabell, maldita sea de nuevo, yo digo lo que se me pega la gana pero discutir con ella será hablar con la pared, doy media vuelta y salgo como alma que lleva el diablo hacia la casa de la abuela de Issabell.
Camino rápido ya que es en la otra calle que vive la abuela de Issabell, no puedo creer que otra vez este en que esa vieja fastidiosa
Abuelita- llama Issabell a su abuela, ag me dio asco tanta muestra de cariño, pero obvio que puedo esperar de la ingenua Issabell, Dios cuando van parar de abrazarse, ruedo los ojos.
Hola señora,¿Como se encuentra?- digo cortes para no ir a hacer una pequeña visita a mis amigas de la rabia que cogeré si no saludo
Hola niña, estoy bien gracias por preguntar- dice tan hipócritamente, Dios mío dame paciencia, sabe como odio que me digan así- pasen ya el almuerzo está servido, gracias por traer bien a mi nieta- ¿Será que no se valora? Piensa que yo quiero cariño de ella, pff que no me haga reir, y de una vieja que lo único que sabe es meterse en la vida de los demás, pasó me quedo con mi abuela, por cierto tengo tiempo que no la veo, tengo que visitarla así de una pasó por que Wuilmary que tengo tiempo que no la veo.
Con su permiso- digo para entrar en la casa, pasó por la sala, nunca me he detenido a observar cómo es ya que no me agrada venir para esta casa, sigo de largo para la cocina me siento en la mesa redonda y no miro a los lados ya que me quiero ir rápido.
Busca los platos donde se encuentra servida la comida y los coloca en la mesa, Issa comienza a comer pero yo paso al ver que es no me gustan ningún tipo de granos a menos que los preparé mi abuela.
Disculpe pero no quiero comer me retiro tengo que comprar unos materiales que me faltan para el trabajo escolar que tengo pendiente, gracias y disculpe las molestia.
No espero que responda ya que estoy llegando a la salida de la casa, veo a un chico muy bonito a salir de un carro y entrar a la casa de al lado pero no dejo de mirarme ¿Se le perdió una Igualita o que? Sigo mi camino hacía la parada para tomar el bus que me lleve hacia la casa de mi abuela materna, Dios cuanto la extraño.
Saco mi teléfono y busco en mis contactos el número de la casa de Wuilmary, marcó y se escucha el repique
¿Si?- dice esa voz que tanto extrañe al otro lado de la línea
Mi Ying, ¿Cómo Estás?- digo con una inmensa alegría que tenía meses que no sentía- ¡No puede Ser! Becca Dios- Grita eufórica, con alegría.- ¿Cuando vienes para mi casa? Te olvidaste mío como las demás- dice triste, no me gusta que este así.
Hoy a las 2pm espérame, tenemos que hablar bien me tienes que explicar eso de ¿Cómo las demás? Nos vemos, besos- digo muy contenta aunque un poco intrigada ¿Qué habrá pasado en estos cuatro meses que no he ido? Cortó la llamada.
Llegó a la parada y para mí buena suerte el bus acaba de llegar, subí con una alegría, tomo un puesto al lado de la ventana para observar el camino, saco mis audífonos para escuchar música en todo el camino.
***20 minutos más tarde***
Llegó en la otra para de buses, ya solo camino unas cuadras y estoy en la casa de mi abuela Rita. Sé que me dará un sermón por todo este tiempo que no vine pero ella sabe que yo la amo con todo mi corazón
Dios nunca en mi vida me había alegrado tanto al ver esa casa,(mi hogar) color naranja y cercas blancas. Toco el timbre de la casa hasta que escuchó un lejano "ya voy" de mi abuela. No ha salido y ya tengo una sonrisa en mi rostro, pero como dicen los abuelos son la bendición de los nietos.
Veo como sale mi abuela una señora rellena de unos 55 años de edad de cabello liso( Igual que el mío) ya grisáceo por las canas, y esos ojos mieles que en este momento están llenos de sentimientos y lágrimas de la alegría, se me nubla la vista nunca me ha gustado causar lágrimas en un rostro que te regaló tantas sonrisas, se me sale las lágrimas ella es la única que puede causar eso en mi, es como mi segunda madre.
¿Mi peque enserio eres tú?- dice con la voz quebrada por culpa del llanto- Claro abuela ¿Quién más va a venir a comer ese pabellón que solo haces los lunes? Vine a comer como los viejos tiempos- digo dándole un abrazo grande.
Pasa, pasa, ahí está tu hermano Roberto- dice contenta de que esté aquí, y con esas palabras me terminó de alegrar extrañaba a mi hermano aunque siempre me hacia llorar de pequeña,lo amo más que a Nadie en este mundo.
Entró en la acogedora sala de estar color salmón con sus muebles color chocolate y el comedor color marrón oscuro, está la comida lista para servir en la mesa en la silla del frente mío está sentado el cara e' moco que tengo de hermano, es un joven de 16 años, mide 1,79 y lo que le falta por crecer es alto y musculoso para su edad, tiene un rostro muy bello que enamora a cualquier chica y esos ojos cafés.