Imposible vivir sin ti

Capitulo 7 "Pervertido"

-¿Que tal tu dia?- pregunto
-bien, ¿y el tuyo?- responde
-hoy lleve a Milo a caminar, en realidad quería hacerlo correr pero no quiso.
-¿por que? Esta hermoso asi esponjoso- bromea -ademas es feliz durmiendo.
-si igual a ti- respondo -en el parque encontre a Lucy- Sarah me observa seria
-tambien la vi- comenta
-¿y que te dijo?- cuestiono
-hablo de Jake, me conto que èl esta muerto... -hace una pausa -dentro de la cárcel le hicieron lo mismo y luego lo golpearon tanto que ya no resistió-
-no me alegra, pero creo que cada quien obtiene lo que se merece- decido no contarle lo que me dijo de Sophie. No quiero asustar a Sarah, voy a cuidarla y estar al pendiente de ella. -te propongo salir a cenar afuera para olvidar este terrible episodio ¿te parece?-
-claro- responde
-bien, subamos a cambiarnos- la tomo de la mano y nos dirigimos al cuarto. Escojo un pantalon de mezclilla color azul, una camisa blanca encima un blazer desabrochado de color beige y unas zapatillas blancas. Bajo las escaleras y me siento en la sofa se que Sarah tardará unos minutos más asi que saco mi celular y empiezo a mirar mis redes sociales, Aaron posteó una foto le doy like y continuo viendo
-ya estoy lista- habla mi chica levanto la vista y la veo de pie justo en el último escalón esta hermosa ademas de sexy. Luce un vestido ajustado que si mal no recuerdo ella me explico que es estilo sirena, tiene un tajo adelante y es color rojo. Realmente me deja alucinado, me cuesta creer que tanta belleza sea mia.
-deja de mirarme asi- se queja. ¿A caso estoy babeando?
-¿asi como?- pregunto divertido
-me gustaría leer tus pensamientos- dice
-no por favor no lo hagas. No quiero que descubras mi lado pervertido- bromeo.
Prefiero que crea eso a que sepa lo cursi que puedo llegar a ser en mi mente. Ella niega divertida, me paro justo delante suyo y quedamos casi a la misma altura, necesita mas que un escalon para alcanzarme
-no digas nada- me amenaza. Yo me encojo de hombros fingiendo inocencia, la tomo de la mano y salimos.
Durante el camino nos dedicamos a escuchar música. Al llegar a un restaurante llamado "Matt" aparco el vehiculo lo rodeo y le abro la puerta a Sarah como todo un caballero. Ella me sonrie dulcemente nos dirgimos hacia la entrada principal, es la primera vez que visitamos este lugar pero Anthon me comento que cuenta con una terraza increible y creo que la ocasión lo amerita.
Nos recibe el maitre, nos indica el camino hacia la terraza y nos asigna una mesa; alli hay pocas personas y es mas íntimo. Cuenta con una barra y unos sofas, su decoración es moderna aunque concentra su atención en maderas robustas y colores con contrastes. A los pocos segundos se acerca un mesero y nos entrega las cartas
-¿cual es la especialidad de la casa?- pregunto
-el recomendado de esta noche es balacao fresco con gajos de patatas- responde.
-bien quiero probarlo- miro a Sarah quien sigue mirando los demas platos
-quiero lo mismo- le entrega la carta al chico y yo la imito
-bien ¿y de tomar?- cuestiona
-champán esta bien- Sarah asiente, el mesero toma el pedido y se retira. -¿te gusta?- le pregunto al estar solos
-si es muy bonito- habla contemplando el lugar.
-lo es. ¿Y entonces...- trato de buscar algún tema de conversación, me gusta estar en silencio algunas veces ya que los dos nos sentimos cómodos pero la idea de esta cena es salir un poco de la rutina -¿estas segura de estudiar pediatria?- una pregunta algo tonta, no es nuestra primera cita para decir bobadas pero en realidad me interesa saberlo.
-si, es algo complicada pero me gusta- responde. Yo asiento -es mi imaginación o ¿estas nervioso?- niego con la cabeza repetidas veces
-no, solo busco algún tema-
-bien- llega el chico y nos sirve champán en las copas. Sarah toma la suya y la levanta un poco -brindemos por nuestro amor- dice. Las chocamos y bebemos un trago. -no me contaste de que hablo Lucy contigo- crei que lo había olvidado.
-lo mismo que te dijo a ti, pero no estamos aqui para hablar sobre eso- remarco la ultima palabra.
-entonces hablemos de ti ¿no te cansas de ser el mejor jugador del mundo?- indaga divertida
-no, me agrada serlo aunque es algo estresante- bromeo.
-en realidad lo eres- asegura
-claro que no- respondo. -tengo buenos compañeros-
-¿no han llegado los nuevos?-
-no, en unos días- llegan nuestros platos y no perdemos un segundo en probarlos ya que se ven deliciosos. Sabe muy bien, cenamos conversando sobre temas sin importancia, pero nos sirvió para relajarnos.
-¿que postre vas a pedir?- cuestiono mientras llevo la copa de champán a mi boca
-a ti- responde.
-tus deseos son ordenes nena- le guiño un ojo. -pero tendras que esperar un poco. Y como soy una persona seria me refiero a algo que puedas disfrutar aqui-
-helado- responde ignorando mis encantadoras palabras, solo sonrío
-¿de verdad helado? Estoy seguro de que hay millones de postres riquisimos y tu escoges eso- hago cara de desagrado solo para molestarla.
-soy adicta al helado, incluso si me haces elegir entre helado o tu lo elegiría- habla segura y yo doy una carcajada
-eso no es cierto, soy mucho mas dulce que culquier postre-
-no más que el helado- ambos reimos, llamo al mesero y pedimos nuestros postres, al terminarlos solo pago la cuenta y regresamos a casa.
Nos sentamos en el auto y despues de abrochar los cinturones de seguridad enciendo el motor, coloco mi mano sobre su muslo
-lo pase muy bien- digo sinsero
-igual yo, todo muy rico, bonito el lugar y la mejor compañía- responde. Yo sonrio, entrelazamos nuestras manos mientras conduzco despacio.
Al llegar estaciono al frente de nuestra casa y bajamos, paso mi brazo por encima de su hombro, la noche es perfecta es de esas noches en las que no hace frio ni calor, la gran luna y las estrellas iluminan el paso.
Subimos las escaleras rumbo al dormitorio, cierro la puerta
-¿me ayudas?- inquiere Sarah, voltea delante de mi para que le baje la cremallera de su vestido asi lo hago y la prenda se desliza por su suave piel. Ella camina hacia el armario en busca de un pijama o algo que ponerse.
Me quito el blazer sin dejar de mirarla, ella voltea y sonríe al pillarme viendola
-no digas nada- hablo divertido -tu has sido privilegiada en verme sin remera desde siempre- camina hacia mi aún en tacones y en lenceria jodidamente sexy
-no, privilegiada soy ahora justo en este momento que puedo tocarte- empieza a desabrochar los botones de la camisa -besarte. Pasa su mano por mi pecho acariandome, su tacto me quema, me estremece y sobre todo me encanta. Deja un beso en mi cuello y luego otro.
-amor, yo no me hare responsable de las reacciones involuntarias de mi cuerpo- digo en susurro y algo agitado. Es inevitable no estarlo, su tacto me provoca demasiadas sensacionales. Sarah da una pequeña risa maliciosa y eso me enloquece aún más. Bajo la cabeza buscando sus labios para unirlos a los mios en un desesperado beso cargado de lujuria y amor.

 



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En el texto hay: alegria, amor y venganza

Editado: 15.11.2023

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