Incapaz de escapar♡

Capítulo 4.

"¿Alguna vez te importó lo que yo sentía?"

Capítulo 4: Auch.

Esto no puede ser peor...

Llevo como 30 minutos buscando como llegar a casa, mojada y creo que pérdida, y eso no es todo. Estoy en una carretera con árboles a cada lado y puedo escuchar los pasos de alguien detrás mío.
 


<<¿Por qué no te adentras al bosque?>>

¿No has visto películas de terror acaso?

Acelero mi paso al sentir que la otra persona se está acercando mucho más a mí.

Fuck. 

Empiezo a correr. Quería mantener la calma, pero al parecer estoy entrando en pánico.

—¿Por qué corres, lindura?  —Escuché la voz de un hombre.

Fuck!!!

De un pronto a otro siento como alguien me toma del brazo bruscamente.

—Suélteme. —Dije asustada.

—Una niña rebelde—Sonrió maliciosamente—. Me gusta.

Al ver que no me soltaba, le di un puñetazo en la cara que hasta a mi me dolió.

—Maldita niñata, estúpida. —Dijo dándome un golpe y haciendo que cayera y golpeara fuertemente mi cabeza.

Poco a poco empecé a perder la conciencia y luchaba por no quedarme dormida, pero al parecer no lo logré.

(...)

Realmente sentía que mi cabeza iba a explotar en cualquier momento. Podía sentir la textura de algo suave en mi espalda. Abrí poco a poco mis ojos y lo primero que vi fue una habitación que se encontraba a oscuras.

Mi habitación.

Me levanté rápidamente y al hacerlo sentí un fuerte mareo que me hizo caer.

Demonios...

—¿Es que acaso no puedes quedarte quieta? —Dijo alguien cuya voz ya conocía.

Encendió la luz y sí, no me equivocaba.

¿Acaso no piensan que esto es tan cliché?

—¿Cómo llegue aquí?

—Yo te traje.

—¿Cómo? Ni siquiera sabes donde vivo.

—Eso es lo que tú crees.

—¿Cómo lograste entrar?

—Las llaves estaban en tu bolso.

Ah.

—¿Qué sucedió?

—Perdiste la conciencia.

—No me digas...

Hice mala cara e intenté levantarme nuevamente.

Mareo.

¡Jesús!

Me caigo...

Cierro mis ojos y espero el golpe. Siento como de un pronto a otro, unas manos me toman fuertemente de la cintura.

—¿Estás bien? —Pregunta Daven ¿preocupado?

¿Acaso está preocupado por mí?

Nah.

—Sí, solo me maree.

Me ayuda a sentarme en la cama.

—Te diste un golpe fuerte. No me extrañaría que no pudieras recordar lo que pasó.

—¿Qué tengo que recordar?

—Nada.

—¿Qué pasó con el hombre que me estaba siguiendo?

—Bueno, al parecer no te callas.

—Dime que sucedió.

—Te estaba siguiendo.

—¿Qué?

—Sí, vi cuando el imbécil ese te golpeó y cuando perdiste la conciencia.

—¿Y que pasó con él?

Silencio.

—¿Daven? ¿Qué pasó con él?

—Haces demasiadas preguntas —Hizo mala cara.

—No me importa. Dime que pasó.

Suspiró.

—Nada.

—¿Nada? —Hable sarcásticamente—. No creo que no haya pasado nada.

—No me interesa.

Suspiré mientras miraba mis manos. Tenía heridas en mis nudillos.

—En serio no te entiendo.

Lo miré.

—¿Qué? —Fruncí mi ceño.

—¿Por qué demonios no te defendiste? ¿Es que acaso te gusta que te peguen? —Me miró como si estuviera harto de mí.

—Eso a ti no te importa, ¿No crees? Después de todo, solo llevas un día de conocerme. Además, sí me defendí. —Crucé mis brazos.

—¿Quieres que me crea eso? —Se burló—. Mírate.

Intenté levantarme rápidamente, lo cual me sorprendió que lo haya logrado.

Me dirigí al baño de mi habitación y al verme en el espejo, no pude creer que esa fuera yo.

Mi cara estaba pálida y el hematoma en mi cara que lo había cubrido con maquillaje, se notaba aún más.

Pero me percate de una cosa más.

La ropa que tenía anteriormente ya no estaba.

—Daven... —Regreso a mi habitación—. ¿Dónde diablos está mi ropa?

Este me mira de arriba a bajo y lo siguiente que dice me sorprende.

—Te la quité. —Se encoge de hombros.

—¿Me la quitaste? —Me rio sarcásticamente—. Y se puede saber... ¿Con que derecho te atreves a quitarme MI ropa?

Solo respira. Inhala, exhala...

—No seas dramática. —Vuelve sus ojos.

—¿Dramática? —Me acerco a él—. Deja de pensar que puedes hacer cosas pasándole por encima a las personas.

—¿Eso que demonios tiene que ver?

—Lo sabes perfectamente. 

—Bueno... —Dijo mientras parecía pensar algo—. Por lo menos yo si puedo pasarle por encima a las personas.

—Eso es lo que tú crees.

—No lo creo, lo sé. Además, prefiero pasarle por encima a las personas que dejar que me pasen por encima a mí.

Auch.

Fruncí mi ceño y justo en ese momento, mi estómago ruge. Había olvidado que no como desde esta mañana.

Camino hacia la puerta y justo cuando estaba a punto de salir de mi habitación, siento un dolor en mi abdomen.

—Demonios...

—¿Qué sucede?

—Nada.

—¿Nada? ¿Acaso crees que no vi el golpe que tienes en tú abdomen?

Lo ignoro e intento seguir mi camino hacia la cocina, pero Daven me lo impide.

—¿Qué? —Le hago mala cara.

—Levántate la camisa.

—¿Perdón?

—No lo repetiré. —Se acercó mientras yo retrocedía.

Justo en ese momento recordé algo.

Flashback

—Quítate la puta camisa. —Dijo ya harto.

—¡NO LO HARÉ! —Le grité.

—Eso lo veremos... 

Y justo en ese momento, siento como me jalan del pelo y como su puño se estampa en mi cara.


Fin del flashback

—¡Aléjate de mí! —Grité al recordar lo sucedido.

Se detuvo y me observo con sorpresa. Pero luego esa cara pasa a ser una cara de enojo.

Damn it!

—Vete a la mierda. —Me soltó bruscamente y salió de esa habitación.



#45121 en Novela romántica
#12285 en Joven Adulto

En el texto hay: secuestro, amor, odio

Editado: 06.08.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.