Capítulo 4
Devuelta en aquella casa en donde volvió a ser encerrada en una habitación que solo constaba de varias ventanas las cuales ninguna dejaba ver hacia el exterior, era de grandes muros y no se podía ver a la calle para ubicarse en que parte de la ciudad se encontraba.
Había llegado junto a aquellos hombres que no le quitaban ojo de encima, mientras era llevada a su nueva habitación donde a lo mejor pasaría no solo nueve meses de embarazo, sino tal vez menos si la encontraban antes, podría pasar años en ella.
Aquellas preguntas rondaban su mente sin abandonarla y junto a la tristeza y felicidad que sentía en aquel momento se quedo dormida, soñando.
Thiago tengo que contarte algo. – Le dijo sentándose sobre el mantel que habían tirado una hora antes de la tarde de aquel día.
Era el momento de confesarle al amor de su vida que había una noticia que les cambiaria la vida para siempre.
Se encontraban uno frente al otro en aquel parque tirados bajo la sombra de un hermoso framboyán, de colores naranja y amarillo, como si se hubieran enredado dos juntos en un solo.
- ¿Loa? – le dice Thiago mirándola con inquietud, - no me dirás lo que me has dicho que vas a contarme, - ella le observo con gran preocupación.
- No sé cómo decírtelo.
- Pues diciéndomelo, - le dijo este dándole un poco de gracia, debido a la cara de su acompañante ya estaba empezando a preocuparse.
- ¿Recuerdas aquella vez que fuimos a la playa y amanecimos en la casa de acampar? – pregunto mientras comía distraídamente unas uvas, que le caían bien y menguaba las náuseas que sentía después de comer.
- Si lo recuerdo, - le contesto quitándole la uva que estaba a punto de meterse a la boca, - más aun todo lo que hicimos en el agua y en la carpa.
- No tomes ese camino, - le increpa ella con una sonrisa en los labios, - estoy hablando en serio ¿puedes sentarte y mirarme a los ojos.
- Anda dime, - dice sentándose frente a ella como indio. – Mi atención es absolutamente para ti.
- Estoy embarazada y tengo tres meses y medio, por eso no paro de comer y estoy más gordita y he rechazado las pastillas hormonales y me han puesto vitaminas, el docto...
El silencio de Thiago era abrumador y preocupante, la miraba atónito como si estuviera viendo una obra de arte que no entendía, una pieza en un museo que no tenía descripción.
- Por favor no te quedes como un pasmarote, di algo que me estas asustando.
El pestañeo varias veces y se abalanzo sobre sus labios sin decir ninguna palabra, con su antebrazo izquierdo se ocupaba de no estar completamente sobre ella y con su mano derecha acariciaba su rostro y su nuca mientras la besaba.
- Sabes lo feliz que me haces al darme esta noticia, - sonaba más como una afirmación que como una pregunta. - ¿seré papá? ¿seremos padres? – dice preguntando una vez mas con una sonrisa en los labios con su frente sobre la de Loa.
- Si, seremos papás. – dice ella dándole un pico a Thiago, este se incorpora ayudándola a sentarse para luego abrazarla.
- Te amo mi capullo, - dice y le besa el cuello. – ¿Ya te hiciste un ultrasonido? ¿Qué dijo tu doctora? ¿Cuál es el sexo? ¿espera fuiste sin mi? ¿Por qué lo hiciste sola? ¡Eres mala!
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En el destacamento de policía Dan se encontraba en su oficina mirando la pizarra de los hechos que habían armado que les unían a León y a su jefe, con la banda de trafico de blanca.
Los lugares, las investigaciones no arrojaban ninguna pista certera en cuanto al secuestro; no pedían rescate, nada le daba indicios de que era lo que estaba sucediendo, había un cabo suelto y debía si o si encontrarlo, Dante no se daría por vencido con la investigación, aunque le amenazaron con sacarlo del caso por el apego emocional que tiene con la victima y su familia.
El mayor general Francoff entro en la oficina de Hatrman y observo todo el ambiente, - ¿desde cuando no has ido a casa?
- ¿Señor? – poniéndose de pie y dando el saludo militar y mirando a superior.
- Descansa. Quiero saber en qué va el informe de esos malditos y espero buenas noticias de esto o te despediré.
- Solo hemos descubierto que hay un cabo suelto, y no hemos podido hacer relación en que o quien se basa, solamente que puede haber otro cómplice o persona que les ayude que este cerca y les ayude, es lo que mi instinto me dice.
- Aunque no lo creas eso que acabas de decir es un punto cable para poder empezar a buscar más atrás, pensante en alguien en específico; si alguien de las familias de ellos o de sus antiguos socios, enemigos que tenían, padres, hijos negados; abandonados, hijos de víctimas, personas que tuvieron alguna relación no me importa si solo fueron una sola vez a algunos de sus negocios, mujeres con las que se acostaron, abusaron o lo que sea.