Las luces ya se encontraban apagadas, y al ya no escuchar ningún ruido por un buen rato, decidió dirigirse al punto de encuentro. Bajó lo más silenciosa posible, y una vez que se dio vuelta, notó que el lugar estaba parcialmente iluminado por la luz que ingresaba por la ventana, se sintió aliviada por ello, y lentamente se dirigió hacia el final de la cabaña; cuando llegó a la separación de ambos baños sintió cómo le tocaban el hombro.
- Entonces, ¿de qué querías hablar? - dijo Tau haciendo que ella se girara.
- Sobre nuestra conversación en la cena.
- Ah, ¿Cambiaste de opinión? Podemos buscar la forma de...
- No - lo interrumpió Ksi - Sigo en la misma postura pero quiero hacerte preguntas sobre eso.
- Hazlas - dijo Tau a medida que bostezaba - lo siento
- Está bien, seré breve - suspiró - ¿Cómo es que sabes donde se encuentran los archivos que mencionaste?
A él le sorprendió esa pregunta y no entendía muy bien a qué iba eso, pero era claro que ella tenía curiosidad, o tal vez desconfianza.
- Escuché algo a mi cuidadora - explicó - si eres atenta puedes darte cuenta de muchas cosas.
- Lo sé por eso vine a hablar contigo, parece que sabes más cosas que el resto de nosotros y quiero saber el por qué - el tono que uso Ksi ya era acusador.
- Eso no es cierto, ya expliqué lo de los archivos, no sé qué otra cosa...
- Harrison - le interrumpió bruscamente - Tratarlo con su nombre de pila cuando él nunca lo dijo, tienes una actitud relajada con esto, no lo entiendo.
Tau dio un gran suspiro, dándose por vencido.
- Bien, sólo puedo decirte...
Se sintieron ligeros ruidos de repente, ambos se giraron hacia la cama en donde se escuchaban ruidos y podían ver como alguien se ponía de pie para ir a su dirección, Tau la agarró de la muñeca y tiró de ella hacia el baño de mujeres antes de que el evaluado los viera. Una vez que él estuvo seguro de que no se dirigía hacia ese baño y no iba a verlos pudo continuar.
-Sólo puedo decirte que sé pocas cosas, que pueden servirnos para saber qué está pasando. - explicó él.
Ella lo miraba desconfiada, no estaba muy segura sobre lo que él decía, por lo que decidió no creerle pero si tener en cuenta todo lo que diga, era evidente que él sabía cosas útiles y le convenía que confiara en ella, compartiría su información.
- Entiendo, y ¿Puedo saber cómo sabes esas cosas?
-Mi cuidadora, ella parece alguien importante de este lugar por lo que a veces escucho que le da órdenes sobre lugares y archivos a otros cuidadores.
Ella lo escuchaba atenta pero sobre todo pensaba que, además de la información que podían compartir entre sí, 4 ojos ven mejores que 2 para estar atentos todo el tiempo, por lo que si su cuidadora es tan importante tienen a quién vigilar y escuchar.
- Tiene sentido - dijo ella pero la verdad es que no estaba totalmente convencida de lo que él le decía, porque no estaba segura si podía confiar en él como persona.
- ¿Eso es todo? - preguntó desconcertado.
- Sí - dijo Ksi yéndose, pero Tau la detuvo agarrándola del brazo.
- ¿Ahora puedo hacerte una pregunta yo? - le dijo él.
- Supongo - volteó para verlo.
- ¿Por qué querías hablar en privado?
- Porque quería preguntarte cosas que si alguien más escuchaba podía dudar o decirle a su cuidador, no lo sé, sólo quería solucionarlo.
Él le sonrió amablemente soltándola y pasó por su lado para volver a su litera, ella vio cómo se alejaba y tardó unos segundos en seguirlo, sigilosamente para que no los vieran. Logró con éxito llegar a su cama, estaba preparándose para subir cuando sintió nuevamente el toque en el hombro.
-Sé.. - Tau estaba dudoso al hablar - sé que tal vez no es la forma ni el momento pero, yo... ¿Amigos? - Ella lo miró extrañada sin saber que responderle, la había tomado por sorpresa. -O aliados, si te hace sentir más cómoda- él le tendió la mano nervioso.
Ksi pensó en su conversación anterior, en las respuestas que necesita, para tomar una rápida decisión, le estrechó la mano.
-Aliados me parece bien - dijo ella y antes de girarse para seguir subiendo, aclaró - Ah, tal vez tenga otras dos aliadas o amigas, espero no te moleste.
-No, para nada - dijo sonriendo genuinamente negando con las manos - por mí está perfecto.
Ksi vio como él se giró y comenzó a subir la pequeña escalera, por lo que hizo lo mismo.
Una vez que estuvo en la cama no podía dejar de dar vueltas mientras pensaba en todo lo que estaba pasando, todo eso le quitaba el sueño y también por desconfianza no quería cerrar los ojos. Todo era tan extraño y preocupante que ahora, con la calma, al recordarlo todo sus manos temblaban y el miedo la invadía dejándola sin saber qué hacer, pero se dijo a sí misma que debía calmarse mientras se pellizcaba el hombro y comenzaba a relajarse con la respiración, no lograba nada estando alterada, lo mejor era intentar tomarlo con calma y amoldarse a la situación hasta que pudiera conseguir respuestas y la forma de salir.
Cuando la alarma comenzó a sonar en los parlantes de la cabaña, y Harrison entró por la puerta, Ksi estaba despierta, no había podido dormir nada en toda la noche.
-Buenos días, espero hayan dormido bien porque hoy es su primer día y tienen muchas cosas que hacer, ponganse la ropa, vayan al baño que en 10 minutos los quiero en el galpón. - Les ordenó Harrison antes de dar media vuelta y marcharse.
Se levantó hacia el baño con los pies pesados y con demasiado sueño, pero le ordenó a su mente mantenerse alerta. En ambos baños la fila comenzaba a formarse, cruzó miradas con Tau, quien al verla le sonrió y le inclinó la cabeza a modo de saludo.
Los baños estaban diseñados para que cada uno tuviera un cubículo por lo que no tardaron en entrar, Ksi se aseaba rápidamente, algunos le seguían el paso mientras otros lo hacían lentamente y unos pocos incluso seguían en sus literas.