Inevitable

Capítulo 2.

Me crucé de piernas tratando de controlar la impaciencia que me estaba provocando la absurda conversación cotidiana de Pia con Jack. La exposición más importante de este trimestre se acercaba y él estaba realmente desentendido de todos los planes que teníamos en mente, mientras que yo, estaba realmente enfocada en los detalles restantes. Ya había terminado de pulir el maquillaje que luciríamos y aunque ya tenía en mente mi vestuario, se podía que me faltaban algunos detalles.

Giré mi rostro en busca de mi amiga que parecía estar pasando por todos los estados existenciales posibles menos por la tranquilidad. Ya me quedaba claro que Danielle empezaba a sacarla de sus casillas y que por más que tratara de ser paciente, no iba a lograrlo jamás. Parecía estar a punto de lanzarse como fiera sobre Danielle.

—Regresen a sus filas habituales — pidió la maestra acomodando algunos libros sobre su escritorio —. La presentación es la próxima semana así que espero que den lo mejor de ustedes o se quedaran en esta etapa. No es conveniente para nadie hacer actividades de apoyo y menos en una materia como esta, lo único que van a terminar logrando es retrasar la nueva etapa y terminar perdiendo esa también.

Introduje mi mano en mi bolsillo sacando mi celular para echarle un vistazo, nada nuevo y mucho menos algo que me sorprendieran. Solo mensajes tontos y repetitivos de parte Noah, advirtiendo que si tenía a alguien más a mi lado iba a pasarla realmente mal.

Quedé petrificada.

¿Cómo se puede tener una relación aparentemente tranquila, y digo aparentemente porque realmente no lo fue, con una persona y luego darse cuenta que en verdad está un poco mal de la cabeza?

Había quedado tan pasmada con aquellos mensajes que ni cuenta me había dado que todos mis compañeros ya habían salidos disparados del salón, gracias a que teníamos hora libre. Solté un suspiro tratando de encontrar a Chloe por algún lado, divisándola en el exterior soltando tremendas carcajadas en compañía de su hermana. Lamí mis labios inquieta y me dispuse a ponerme de pie para dar una larga caminata y así lograr distraerme pero preferí recostarme sobre la silla cerrando los ojos.

No hay nada que una siesta no pueda curar.

No fue mucho el tiempo que transcurrió realmente, de hecho, solo había logrado apoyar mi cabeza en la dura madera y Ethan ya estaba arrastrando su puesto a mi lado.

La nula confianza que antes teníamos entre ambos, había aumentado poco a poco y todo gracias a su absurdo juego sobre mi bronceado nuevo. Ya hasta parecía estar desvaneciendo pero él insistía en que me veía inclusive más oscura con el pasar de los días, ¿Qué pude hacer al respecto? Acostumbrarme y seguirle el paso a sus jugarretas.

—Estas más…

—Bronceada hoy, sí, ya lo sé — interrumpí sin siquiera mirarlo —. ¿Qué tal va tu presentación para la próxima semana?

Ethan imito mi acción y terminó con la cabeza apoyada en el pupitre con las manos entre sus piernas mientras las movía rápidamente. Era real eso de que no podía estar quieto por mucho tiempo.

—Puedo decir que va bien, tenemos unas cuantas cosas planeadas y pues solo falta pulir unos detalles para que quede el resultado final — infló sus mejillas —. ¿Qué tal tú?

—Bueno, yo estoy realmente bien — me levanté de golpe sorprendiéndolo —. Yo tengo muy claro lo que voy a decir y obviamente lo que voy a hacer, pero no lo sé — volví a recostarme sobre mi puesto —. Te voy a ser sincera, nadie está poniendo de su parte y es realmente desesperante.

—Comprendo — frunció el ceño —. No te preocupes, todo les saldrá bien — sonrió como si quisiera darme más confianza —. Además, siempre que los nervios entran en juego, no hay nada que la improvisación no pueda salvar.

—¿Por qué tengo el presentimiento de que tu presentación va a ser más cercana a la improvisación que a un discurso preparado por meses? — entrecerré los ojos.

—Te sorprendería lo fácil que me es hablar de lo que no sé — sonrió pícaro.

—Nadie es bueno para hablar de lo que no sabe, porque no lo sabe ¿entiendes eso? — rodé los ojos.

—Me temo que ese día te llevarás una sorpresa conmigo — se levantó y se giró un poco para ponerse de pie —. Te dejaré con la boca abierta — apoyó sus manos en sus rodillas y se levantó para marcharse.

—Puedo apostar a que no, no crea que puedas salvarte de algo así y menos si llevamos viendo este tema durante casi tres meses. Si las cosas pudieran aprenderse así, sencillamente no se tendría que estudiar para nada.

—Ya te lo dije — encogió sus hombros y sus labios formaron una fina línea —. Puedes llevarte una sorpresa conmigo.

—Bien, voy a suponer que va a ser así, y si realmente te salvas, voy a convertirme en tu fan número uno — me burlé haciendo una mueca.

Ethan sonrió burlón y con sus ojos brillantes me regaló un brillo que me erizó cada vello existente en las manos. Él estaba realmente loco, no podía ser cierto que alguien pueda salvar su nota trimestral en las tres materias de medio ambiente solo con improvisar de un tema del que jamás estudió.



#44405 en Novela romántica

En el texto hay: humor, romance, drama

Editado: 27.03.2019

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