Algo muy común en nosotros son las dudas, algunas con respuestas, otras sin ellas, algunas nos confunden, otras logran abrirnos los ojos, en esta vida a veces es necesario ambas cosas, pero, ¿Qué es lo que estas dudando? ¿Qué es lo que no comprendes? ¿Qué es eso de lo que estas buscando una respuesta? Cuando no comprendemos algo o queremos saber mas allá, muchas veces en lugar de encontrar una solución solo encontramos mas preguntas. Trayendo consigo muchos sentimientos, entre ellos la confusión.
La mañana transcurría como cualquier otro día, a diferencia de que este era un día un poco frio, mas que los anteriores, podías ver como las hojas eran acariciadas por el viento, haciéndolas mover con una delicadeza hermosa, el viento azotaba levemente contra las ventanas de las aulas de clase, haciendo que una que otra rama de esos grandes arboles golpeara contra ellas. Era un día frio, pero muy bello, el verano comenzaba a anunciar su pronta partida.
Dentro de una de esas aulas se encontraba Nicole mirando a través de esa ventana, con su vista perdida y su atención hundida en sus pensamientos si prestar atención a su alrededor, con una sola cosa en su cabeza, o, mejor dicho, una persona, el gran abogado Wesker. Había algo en él, algo que lograba despertar su interés, quería saber que es lo que ocultaba detrás de esos hermosos ojos oscuros, detrás de esa actitud dominante, detrás de esas palabras frías y duras como el hielo, la curiosidad la invadía, ¿Qué había detrás ese gran hombre? Me pregunto si habrá un corazón sensible, una actitud amorosa, unas palabras suaves y lindas, pero, ¿Cómo saberlo? Al pensar en él no pudo evitar recordar su rostro la noche anterior, donde la oscuridad de la noche lo hacia lucir mejor de lo que ya se veía, no podía dejar de pensar en esos hermosos ojos que simulaban ser oscuros en medio de la noche, como se posaban sobre ella por unos segundos, los cuales le agradaron mas de lo que habría querido, de pronto un nuevo recuerdo de aquella noche llego a su cabeza, reproduciéndose una y otra vez en su cabeza, como si de su canción favorita se tratara, era la risa de Andrew, totalmente magnifica, inconscientemente una sonrisa se dibujo en su rostro.
─ Señorita Williams ─ dijo el profesor Torres haciéndola salir de sus pensamientos llamando su atención ─ si no le interesa mi clase es libre de retirarse.
En ese momento cayo en cuenta de donde estaba, y de lo que estaba pensando, la clase del profesor Torres era el peor lugar en el que podía siquiera pensar en distraerse, peor aun si era pensando en Andrew, no estaba en condiciones de terminar mal con el profesor, mucho menos que tenía una nueva oportunidad al aceptar trabajar para Wesker.
─ No, lo siento, no volverá a suceder lo prometo. ─ dijo Nicole.
─ Eso espero, no querra una mala nota por despistada, continuemos con la clase…….
[…]
Las clases concluyeron, Nicole se encontraba caminando hacia la salida de la universidad, con una duda en su cabeza, ¿Por qué esta pensando en Andrew? No entendía porque no dejaba de pensar en él, había algo en el que no la dejaba estar tranquila, lograba robarse su atención, necesitaba acercarse a él, y resolver todas sus dudas, encontrar una respuesta a sus preguntas.
─ Señorita Williams ─ decía el profesor Matías mientras se acercaba ─ que bueno que la veo.
Una idea llego a su cabeza, para acercarse un poco más a Andrew no estaría mal tener un poco de ayuda, que mejor si venia de parte un buen amigo de él, como el profesor.
─ Dígame, profesor. ─ dijo con una sonrisa.
─ quería saber cómo le estaba yendo en su nuevo trabajo, ¿ha aprendido algo a lado de Wesker? ─ la curiosidad en su voz era notoria al igual que esa amable sonrisa en su rostro que lo caracterizaba.
─ Por supuesto, solo que no he aprendido a relacionarme un poco con él, me temo que no me advirtió que era algo difícil, quisiera ganarme su confianza, pero no tengo idea de cómo hacerlo.
─ Puede llegar a ser muy cerrado, intenta acercarte a él, hoy hace un viento tremendo, podrías llevarle un café negro, es su favorito, recuerdo que amaba tomarlo mientras trabajaba, mas en estos climas, podrías intentarlo, incluso tal vez logres sacarle una sonrisa a aquel hombre de piedra. ─ dijo riendo ─ tengo que irme, suerte en el trabajo.
Después de que el profesor se retirara se quedo pensando, era una buena idea, ese día el frio azotaba la ciudad, y había bastante trabajo, qué mejor que enfrentar ambas cosas con un buen café, iría a casa a cambiarse para la junta y después iría por los cafés, solo esperaba que funcionara.
[…]
Un cielo nublado, un día frio, un escritorio lleno de papeles y un abogado bastante estresado por el trabajo. La oficina de Andrew se encontraba cerrada con la intención de no tener mas interrupciones de sus empleados, necesitaba un respiro y no sabia como dárselo. Normalmente estaría aliviando su estrés con un vaso helado de wiski, pero no, debido al clima ni le paso por la cabeza beber uno solo. Su rostro no demostraba buen humor, por lo menos pudo hacer la firma de los contratos antes de lo que esperaba, la junta ya no seria necesaria, un peso menos de encima.
Después de hablar esa mañana con miguel no pudo evitar quedarse pensando en lo que le dijo ¿hay algo entre ustedes? Esa pregunta resonaba en su cabeza, ¿por creerían algo así? Vi como te miraba a momentos y como es que la miraste antes de irse ¿eso en realidad sucedió? Por que todos precian haberse dado cuentas, todos excepto el, en sentimiento de la duda llego a él, ¿Nicole lo habrá notado? Por mas que quisiera no podía negar que era una joven muy hermosa, quizá responsables de más de un suspiro de bastantes hombres, y eso le desagradaba, que otros notaran su belleza, pero no tenía por qué, estaba sentado en su silla dándole la espalda a la puerta mirando por aquel ventanal detrás de él, viendo al viento azotar en la ciudad, pero ni siquiera a eso podía prestarle atención, su cabeza estaba llena de dudas donde la protagonista era su linda asistente, no sabia mucho acerca de ella, y no sabía si quería hacerlo, aunque no le desagradaría.