Iracundo Season I

(III)


Cuando quedó completamente dormida y tranquila en el suelo. En ese instante que cayó la noche, y el solo se ocultó completamente, apareció Vernun justo por la puerta buscando un peluche que se le había quedado afuera en el patio, era un conejo de color blanco con un moño de color azul en el cuello. Cuando estaba jugando en el patio con los otros, se le había quedado y ahora mismo se estaba acordando de el, no podía irse a dormir sin su peluche que lo ayudaba en las noches, sin el para que lo acompañara, las pesadillas tenían lo estarán esperando cuando pueda cerrar los ojos. 

Mientras que estaba inspeccionando en que parte podría estar el peluche, y en ese instante lo pudo encontrar debajo de unas las cajas que estaban junto con las flores amarrillas, los niños siempre intentaba hacer unas películas aprovechando el medio ambiente para hacerlo y poder dar una gran entretenimiento para todos, siempre en las navidades lo hacían. Incluso en una de esas navidades, hizo uno con los niños sobre la historia de “Caperucita roja y el lobo”, fue bueno esa película, además que le pudieron meter muchas cosas para que pudiera ser más divertida en el comienzo, ahí hacia su peluche en una de las cajas. En la más pequeña que había, estaba su peluche, al llegar hacia la caja, la encontró limpio y sin ningún rasguño. Pensaba que estaría un poco roto por la otra vez que lo uso para uno de sus juegos, pero estaba en perfectas condiciones, además que lo uso uno de los niños que sus juguetes no duran tanto, eso fue hace algunos días. 

Cuando al fin lo encontró y fue directo hacia dentro a poder dormir con su gran amigo a su lado. En ese momento que estaba a punto de entrar a la casa, encontró al lado de la puerta, a la niña otra vez pero esta vez durmiendo en el suelo, tan tranquilinamente durmiendo en el suelo con el frío a su alrededor. No sabia porque estaba durmiendo con este frío que se estaba avecinando, ya el solo a había ocultado y no es bueno que alguien se quedara a estas horas de la noche, entonces con su peluche en la boca por unos minutos más o menos, se llevó a la niña en los brazos para poder llevarla a su habitación. Intentaba acomodarla entre sus brazos para poder llevarla, aunque era complicado por la forma que estaba dormida, además que estaba pesaba un poco, pero igual se lo podía aunque no fuera tan fuerte para poder llevarla. 

Con mucho cuidado la llevaba hacia su habitación, no sabia exactamente donde dormía, pero para poder estar mas relajada y en uno que si podía conocer, la llevo hacia su habitación y al llegara la recostó en su cama rápidamente. Le canso un poco de llevarla hacia la escalera y poderla dejar sin que despertara por unos segundos, incluso pudo llevar a los dos para que pudieran dormir bien, pero el único problema fue que no tiene ahora en donde dormir, en la que estaba ella era su cama y ya con verla acomodándose en ella, pues ya no tenía opción de dormir en otra parte sin molestarla. Entonces sin nada más que pensar, durmió al lado suyo para poder descansar, pero ha una distancia que no le moleste mucho cuando se mueva, incluso la tapo con la frazada y también en él. Así podrían estar abrigaos cuando llegará ese frío, aunque estaba en primavera, el frío para ellos siempre eran en las noches, aunque pocos no estaban acostumbrados en ello. 

Al llegar el amanecer, y la luz del sol estaba en su punto un poco más visible. Empezaron a despertar todos del orfanato, Vernun estaba despierto hace casi unas horas antes que todos, siempre se despertaba a las 7 de la mañana para no perder el ritmo que llevaba cada amanecer, además que hoy tocaba ir a clases. Mientras que ella aún seguía durmiendo en su cama, acurrucada tranquilamente y de modo muy adorable de dormir, tuvo que tener mucho cuidado para que no la molestará al levantarse, y para que siguiera de ese modo tan tranquila. Le dejo a su lado su peluche para que le hiciera compañía hasta que despertara, pero con solo dejarlo al lado de su mano, la tomo de inmediato y lo empezó a abrazar con mucha fuera, por poco igual le iba agarrar la mano cuando se lo dejo.  

Empezaba a vestirse e organizar su mochila para irse, aunque su escuela estaba a sólo algunas cuadras desde aquí, igual quería tenerlo todo preparado para irse tranquilo, pero siempre llevaba muchas cosas en su mochila. Algunos libros, cuadernos, y otros útiles que necesitaba, y todo eso en su mochila para poderlos llevar si faltar ninguna cosa. Siempre Astrid le decía que no llevará tantas cosas para su colegio, pero a veces de terco lo hacía de todos modos, igual los podría dejar en su escuela para llevar menos peso, aunque de todas maneras no le gustaba la idea de dejarlo en ese lugar. Era un poco desconfiado en dejar los libros en su establecimiento, a veces que se pierden o no vuelva a ver más, siempre se pierden cuando los dejaba allá, ya vio a varios niños dejarlo y al día siguiente no estaban. El año pasado, vino un niño que justo dejo todos sus libros en el establecimiento, y al día siguiente no estaba ningún de ellos en el estante, le pregunto a uno de su compañeros y les dijo que no sabían en donde lo habían dejado, y después de un mes sin tenerlos para ayudarle en las materias, los encontró justo en su mesa destrozados y todas sus páginas en pedazos y con algunas frases de insultos hacia el, desde ese entonces ya no lo vieron de nuevo, y lo peor de todo que apenas tenia 10 años de edad. 

Habían pasado 3 años desde ese entonces. En su escuela siempre habían matones que se aprovechaban de cualquiera que estén en su paso, y no les importaba que si eras menor o mayor, siempre acaban golpeados y a veces sangrando por la nariz, con suerte algunos de su orfanato sabían en donde u exactamente donde recordé de ellos, aunque escapara y esconderse no era una buena elección después de todo, pero tampoco no era una buena idea hacerle cara. 

Mientras que se preparaba para ir, tocaron la campanita para llamarlos a desayunar, ahora mismo tenía que ir, pero lo primero era despertar a la niña que aún seguía durmiendo en la cama. Cuando aun seguía durmiendo, la intento sacudir un poco para poderla despertar, pero no le afectaba en nada, su sueño era muy pesado que tal vez no despierte por un largo rato, entonces sólo la dejo que durmiera un poco más junto a su peluche. Después de que terminara de desayunar, le iba traer igual para que al despertara pudiera comer, nadie puede durar sin desayunar primero al despertara un largo sueño que ella ahora tenia. 

Con su uniforme listo y su mochila también lista, se dirigió de inmediato al comedor a tomar la leche que tenían preparado, y si tenía tiempo le iba traer lo que prometió, sólo esperaba que su peluche este con ellos hasta que llegará del colegio y ella de un buen humor para que está vez no le de una tunda por dormir a su lado esa noche. 

Cuando estaba con todo sus amigos en el comedor, desayunando y hablando un poco con ellos, en el momento que terminaron todos y fueron directo a sus habitaciones para arreglarse para irse. Justo donde no había nadie, fue donde estaban los panes y la caja de leche, tomo uno de cada uno y al pan lo envolvió en una servilleta para tenerlo un poco mas fresco, ahí directo se fue a su habitación para llevar lo que tenia en sus manos. Pero al llegar hacia la escalera, se encontró con Astrid llevando un canasto de ropa sucia para llevarlo a lavar, se dio cuenta al verlo que llevaba una caja de leche y también un pan fresco, le pregunto por lo llevaba y con ese apuro. 

Astrid: ¿Qué es lo que haces con esas cosas? Que no debería estar ordenando tus cosas para irse a la escuela. 

Vernun: señora Astrid, pues yo le estaba llevando esto para alguien. 

Astrid: ¿pero para que a tu habitación? ¿no estarás escondiendo a un cachorro allí?  

Vernun: no, sólo para una amiga. 

Astrid: ¿una amiga? ¿en tu habitación?  

Vernun: (si) 

Astrid: me estas mintiendo, es obvio que tienes un gato o un cachorro en su habitación. 

Vernun: no… 

Astrid: cuando termine de llevar esto, iré haber a tu habitación que si no es alguna animal que te llevaste contigo. Ya lo habíamos hablado de los cachorros de la calle, sabes que no podemos cuidarlos aquí, ¿lo sabes, no? 

Vernun: … lo se… 

Astrid: ya hablaremos de esto más tarde. Ahora ve hacer tus cosas para irte, ya falta poco para que llegue el auto bus. 

Vernun: esta bien. 

Astrid: muy bien, ahí veremos que hacer con el, nos vemos aquí abajo. 

Vernun: si, señora Astrid. 

Lo conocía mucho para ser verdad de tener un animal en su habitación. No se anojaba cuando los traía al orfanato, pero no tienen los requisitos para dejar que un animal viviera en este lugar, por lo menos la acompañaba a dejarlos en una parte donde no sufrieran tanto, algunas veces encontraba a más animales con alguna herida que otra en las calles. 

Cuando pudo llegar hacia su habitación con las cosas aún en la mano. Justo encontró a ella aún durmiendo en la cama con su peluche más apretado que antes, justo en su velador le dejo lo que le prometió traerle, cuando despierte no estarán así que aprovechando que les dejo tomar ese poco que quedaba, sería para ella. Aún le parecía bastante adorable como es que dormía, se ve linda y cariñosa de ese modo, pero cuando despierte no estará como estará durmiendo después, con lo que le dejo era suficiente para ella. Con el bus ya afuera, tomo su mochila y fue disparado hacia el auto bus con uno de sus amigos ya adentro, directo a la escuela donde después de que terminara, vería como estará el estado de ella cuando volviera, si es que no está durmiendo aun cuando regresara, y también de algo que no le suceda en la escuela. Con algunos niños con la mirada de temor de esos brabucones que estaban alli  esperándolos ha aprovechando en momento, el mantenía la mirada arriba para que no le afectará tanto, sólo quería que no le sucediera lo mismo que le paso hace algunos días a sus amigos del orfanato que estaba con él. 

 




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