-Damián-
Escuchar su corazón latir con más fuerza al contacto que tuvo mis labios contra su cuello me hace sentir de maravilla y aún más escuchar sus gritos de, desesperación pidiendo ayuda cosa que ella en el fondo no pasará, se que ella ya sabía lo que yo era pero aun así le sorprendió lo que estoy haciendo beber de ella, con cada forcejeo que hace, la consecuencia es que llega la sangre más rápido a mi paladar y eso me encanta, la aprieto más hacia mí con una de los manos en su cintura y la otra en la cabeza dejándola por completó inmóvil, aunque si quisiera con sus piernas podría darme un golpe como las otras veces pero es algo que no a pensado hacer, en cuestión de segundos su fuerza disminuye, su corazón late con menos intensidad, está apunto de desmayar, así que antes que eso suceda dejo de beber de ella, paso mi lengua por su cuello, este acto hace que se inmediato cicatrice, aunque siegue estando débil, me siento completamente satisfecho con lo que he hecho, nunca imagine que su sangre fuera tan deliciosa, tan embriagadora, dejó mi cabeza apoyada en su cuello sin que mis labios rocen su cuello, ya que sería mi perdición y la de ella... Sus manos comienzan a viajar por todo mi pecho, se me hace un poco extraño ya que no sé qué está tramando, sin decir o hacer nada dejo que haga lo que quiere, sea lo que sea no funcionará nada, las pone en mis pectorales y comienza a separarme de ella, me aleja con todas las fuerzas que tiene, quiero e son muy pocas pero aun así siento que está desesperada por alejarse de mí, en el fondo la comprendo
-ya tienes lo que querías, ahora déjame ir- escucho que dice casi en un susurro, doy gracias a mi perfecto oído ya que de otra forma no habría manera de poderla escuchar
- ohh mi pequeña esto es apenas el principio de tu nueva vida a mi lado- le hago saber de la mejor manera posible, sin mis típicos cambios de actitud, que estoy seguro que ya los a visto todos en una misma noche
-cómo pudiste hacerme esto, eres un monstruo- que estúpida mujer no aprende que no debe hablarme así o que, es la pregunta que ronda por mi cabeza en este momento, mi cabeza sigue cerca de su cuello, así que hago que aparezcan mis colmillos y los acerco a su frágil cuello, al instante que los sintió se tensa por completo, se le escapan unos leves gemidos, que me confunde mucho, estos se combinan con pequeños sollozos y estoy seguro que con lágrimas
-no lo hagas, me lastimas- fue lo último escuché cundo siento que suelta mi camisa y va a dar al suelo, me he quedado como un completo idiota ya que no detuve su caída.
Damián, Damián, escucho una voz a mi espalda, no hace falta voltear para ver quien es ya que conozco esa vos, no se su levantar a Isabela e irme con ella o enfrentarlo
-Kol, como es tan pequeño este mundo ya que tuve que encontrarte hoy aquí en mis terrenos- el tono en que lo e dicho no es buena señal, este imbécil cree que puede entrar a mi propiedad y salir como si nada pasará,
-Damián he venido de buena, solo a visitar a los viejos amigos--su sarcasmo se hace presente la verdad no sé qué esté planeando pero aun así es molesto tener que verle la cara, se que el lo sabe pero aun asi tiene que venir a molestarme, me inquieto un poco por la situación en la que estoy por un lado Isabela inconsciente y por el otro Kol que no se a que ha venido
- Veo que tienes una cena muy gradable- me dice Kol llevando su vista a Isabela
- Espera un momento que ella no es la chica que has estado siguiendo desde hace mucho tiempo- lo dice regresando su vista hacia mí, me sorprende ya que no tengo una idea de cómo se enteró de eso, si solamente yo lo se y mi gente de confianza que es poca
-que estupidez estas diciendo, es mejor que te largues de mi propiedad ahora mismo si no quieres dejar de existir- amenazo más enojado que de costumbre
-sabes, el que debería de irse de una buena vez eres tú ya que es luna llena y corres mucho peligro estando tu solo aquí, y con esa humana que no es de mucha ayuda en estos momentos- tiene razón las llevo de perder pero aun así, no pienso irme y mucho menos porque él lo dice, no obedezco a mí me obedecen y eso no cambiara por un tonto licántropo que cree que pude contra mí un vampiro de más de quinientos años
-aun no es luna llena, faltan unos minutos, y si quieres llegar a ella es mejor que te vallas de una buena vez antes de que te mate ahora mismo- lo reto a quedarse o a irse de una buena vez, se que se ira
-estas rodeado de muchos de nosotros así que es mejor te vayas tú y nos dejes esa humana, para terminar lo que tú no has hecho- sus ojos brillan más de lo normal y es porque la luna está llegando al punto perfecto de transformación eso pude ser algo peligroso para ambos, volteo a ver de reojo a Isabela y sigue desmayada ahora mismo pienso que fue buena idea beber de ella ya que de lo contario estaría presenciando todo ahora mismo y sería peor, me agacho lo más rápido que puedo tomo algunas piedras pequeñas y las lanzo a toda velocidad por todo el bosque creyendo que con esto pueda matar o ya de perdido herir a alguno, no tarda mucho en llegar un olor a sangre a mis fosas nasales, en el instante tomo a Isabela entre mis brazos y corro a una gran velocidad, que no Kol ni ninguno de sus estúpidos licántropos se dieron cuenta de lo que acaba de pasar, no recorrí mucho cuando escucho a estos, tras mío, subo al primer árbol que veo trepo lo más que puedo, me quito el cinturón y amarro a Isabela a una de las ramas que veo, esto evitara que caiga del árbol, ya cuando estoy seguro que no pasara bajo y decido esperar que lleguen a mí y así pasa....
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Editado: 20.05.2020