jamas sere tuya

capitulo 4

- Que te pasa Damián-  dice el chico sin soltarlo, los dos me miran uno con mucha furia en sus ojos y el otro tratando de comprender lo que he hecho pero aun así les tengo miedo a los dos, llevo mi mano hacia mi cuello y lo acaricio porque me duele mucho, con mi otra mano libre abrazo mis rodillas

 

-suéltame- dice forcejeando con él, pero el otro hombre no le hace caso

 

- ya suéltame que no le are nada que no merezca- veo el enojo florecer por todo su cuerpo, se qué y tal es tenga razón en estar enojado por lo que le he hecho, aunque no estoy muy segura de nada ya que no se ve ni adolorido ni nada por el estilo, solo  su ropa desacomodada y el cabello un poco revuelto, fuera de eso nada

 

­-veo que el tipo que me ha salvado de morir lo suelta, pero como que no está muy seguro de lo que ha hecho y se le  queda viendo como si supiera que me ara algo,  empieza a caminar de un dado a otro en modo de desesperación,  -

 

-enserio creíste que podrías escapar de aquí-  me pregunta deteniéndose y en un tono que no me gusta nada, no sé si sea el miedo o otra cosa ya que no puedo decir ninguna palabra y creo que eso le ha molestado ya que el no pronunciar nada hace que se me quede viendo y me ponga muy nerviosa 

 

-acaso estas sorda, o que- me vuelve a decir, no sé por qué pero desvió la mirada al otro chico, tal vez él sea mejor persona, que el que ahora mismo me está halando,

 

-si piensa que el ara algo para ayudarte a salir de aquí estas muy equivocada, eso jamás pasara- lo dice volteando a verlo, el solamente agacha un poco la cabeza, como si de alguna manera lo intimidara con solo verlo, y es extraño ya que creí que eran los mejores amigos juzgando por el gran recibimiento por parte de los dos

 

-solo quiero salir de aquí- al escucharme hablar los dos voltean a verme creí que por mi  tono de súplica pasaría algo bueno para mí pero mis esperanzas de salir de aquí se vienen abajo ya que no vi ni un destello de arrepentimiento o algo por el estilo

 

-déjate de lamentos que no funcionaran- se acerca a mí a paso lento, me levanto tan rápido como puedo y me intento alejar de,  el pero solo logro dar unos pasos cuando siento una mano fría rodear mi brazo y es cuando siento unos jalones que me llevan hacia la entrada de la casa, por más que intento zafarme no lo logro, el camino a paso muy rápido y es cuando tropiezo con alguna rama yo supongo y hace que me valla de bruces pongo en frente mío la mano que tengo libre para evitar que me golpee muy fuerte pero al mismo tiempo mi brazo me duele y él ha evitado que caiga pero me ha lastimado mi brazo, él se detiene por completo y me mira con esos ojos azules que por algo hacen que me pierda en ellos por un momento

 

 

-Nicolás lleva le coche al techado y después ve a mi despacho- dice esto sin despegar la mirada de la mía,  este sin chistar obedece lo que le han dicho, y el sigue con lo que estaba haciendo, limpio unas cuantas lagrimas que siguen saliendo sin mi permiso, entramos a la casa y lo primero que veo son los lujos que tiene, me hace sentir una  tonta por lo que le he dicho sobre si quería dinero, ya que es obvio que no lo necesita, no pude ver mucho esa parte de la casa porque él no lo ha permitido pasamos directo a unos pasillos que no sé a dónde se dirijan, en nuestro camino se atraviesan muchas puertas de lo que yo supongo son habitaciones pasamos muchas antes de llegar a una en especial donde él se detuvo, saco una llave un poco diferente a las que yo conozco y abrió la puerta el entro primero y luego yo ya que el hizo que lo hiciera, entrando me soltó yo inmediatamente veo como me ha dejado de roja mi muñeca pero a él no le importo, me pongo muy nerviosa ya que escucho la puerta serrarse, volteo espantada y me encuentro con sus ojos viéndome fijamente, su mano aún sigue en la manija de la puerta y lo que acabo de espantarme aún más  fue cuando lo vi poner el seguro, no sé qué hacer a causa del miedo y decido quedarme en donde estoy,  viendo cada movimiento que él hace, ver como recorre cada parte de la habitación y mi mirada junto con el

 

-no sé qué ganas con tenerme aquí como una prisionera-  le pregunto con un gran nudo en la garganta, y cuidando que no intente hacerme algo

 

-(veo que sonríe) cariño, esto no es lo peor  que te puede pasar en estos momentos-

 

-qué quieres decir con eso-  le pregunto ya que en realidad no he entendido lo que quiso decir, no se si quiero saber que es lo que quiso decir con eso,

                                     




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