Jared Vera

2. Un nuevo comienzo

Steven ya tenía más de un mes en la cárcel, y nosotros seguíamos estudiando ya la decisión estaba en mis manos de mejorar.

–qué alegría ya casi lo logro, solo un poco de tiempo más pido. — era lo que pensaba en mi mente

poder dejar esa vida atrás y seguir con mi vida un poco diferente, después de tanto coraje que sentí por lo que había pasado, pero yo sabia que si tenia esa oportunidad de salvar mi vida, que no me vuelva a pasar, que fue una suerte que no me detuvieron dicho día.

Me encontraba en el segundo nivel de comunión, ya iba a ir como a la quinta clase de la catequesis,

—¡Tengo hambre! — siempre me decía cada vez que iba a la catequesis.

Dice Dios que las cosas pasan por algo, tuve un catequista que con su vida evangelizaba, su nombre es Joffre.

— Muchachos no se queden callado, que el que parece loro es solo Jared— era Joffre cada vez que daba la charla

Pero todavía tenía esa ansia de consumir y hable con mi profesor en el receso.

—¡Profe no es fácil para mí! — le exclame. —yo consumo.

—Estate tranquilo yo te hablo con la experiencia y es la mejor manera de evangelizar, yo también era un consumidor y mírame te estoy dando clases —

—¿en serio profesor? — estaba anonadado.

—sí, y yo consumía mucho, mis papas se enteraron y fue un gran dilema que tuve y tranquilo que no le diré nada a tus papas, pero deberás de poner de tu parte porque de esto si se sale —me respondió

Consumía menos, salir de la vida que pase no es fácil, me dolía el cuerpo

— Que molesto que me siento—

pero no podía quejarme porque no quería que mis papas se enteren de lo que me pasaba, me iba a casa de un amigo a suministrarme vitaminas por medio de suero.

—¡Quiero dormir! — bostezando con mucho sueño, lo repetía mientras andaba con ese suero.

Y verdad el tiempo paso, pasaba el tiempo y mejoraba yo, ya hasta más rellenito andaba, ya iba a hacer mi comunión

— mira yo soy coordinador de un grupo te gustaría pertenecer a mi grupo te espero el domingo así que pilas no faltes 

—que molestoso este man, tanto que molesta vamos a ver qué pasa si voy —

Perdí a mi mejor amiga.

—Te odio Jared, te odio quieres dejarme de hablar y verme solo por una muchachita culicagada—

Ninfa me dijo esto que me iba a marcar la vida

— Nos llevamos conociendo desde que estábamos en la escuela y por esta recién llegada lo harás—

Cada mensaje que sonaba en mi celular era de la rabia que tenía Ninfa, de todo lo que me decía por la situación que estaba pasando.

Al día siguiente fui a la casa de Ninfa ella me odiaba, su mamá salió a recibirme, quería verla y pedirle disculpa, la mamá me decía que pasaba ocupada y no podía salir ese día me fui destrozado.

— Soy lo peor de este mundo, espero que todo se solucione pronto —

Las cosas iban empeorando, a la chica que estaba conociendo no me prestaba atención para nada, iba atrás de ella como un perro, pero no las cosas iban mal. Ya no tenia mejor amiga y la chica que supuestamente andaba conociendo me tenia pendejo y cansando un día no aguante más,

— Ya son cinco meses, como un torpe no me tendrá, ¡no desperdiciare mi vida aquí!

La frustración recorría mi cuerpo, pero ya no daba mas estaba metido en algo que no tenía futuro, decidí no acercarme a ella. El tiempo paso, pero con algo más cambiado en mí.

me he sacado la madre

Era lo que más decía cada actividad del grupo, si me había unido al grupo de la iglesia, era lo mejor que me había pasado. Aprendí muchas cosas desde hacer una empanada para venderla hasta poder entonar la guitarra.

Así conocí al sacerdote de mi parroquia y me hice un gran amigo de él, bueno cosas se iban dando y el decidió a enseñarme a cantar. Le dará duro a los ensayos estaba avanzando despacito porque si que cantaba feo.

—Do, re, mi, fa, sol, la, si, do, ya no puedo me quede — con mi voz cansada

—Tu puedes vamos de nuevo—

Me lo decía el sacerdote que era un gran amigo mío, el tenía fe en mi de aprender a cantar.

—Ponle esfuerzo algún día lo lograras —

Pero paso todo lo contrario.... No pude lograr ese sueño de él, a veces pasaba enfermo y pocas veces ensaye con el sacerdote.

Era una gran persona, sorprendí a mucha gente pero como todos saben perfecto no soy. Un día Sali a dar una vuelta por mi casa y encuentro a un amigo o bueno así lo considero yo a pesar de que es un drogadicto.

—¿Quieres letra? — así le dicen a la heroína.

—No, no quiero tengo tiempo que no consumo.

—Vamos mira que no todos los días nos vemos ñaño, apoya ahí en esto estamos los dos—

Y ahí fue donde volví a probar después de un largo tiempo la droga, volviendo a estar en ese estado de locura por la droga.

—Ha estado simpática ya tenia tiempo sin consumir, que rico hijo de su madre—



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En el texto hay: juventud, amor, felicidad y amor

Editado: 30.03.2019

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