Juegos Prohibidos

Capítulo 27

Un día más. Un día menos. Ni siquiera sabía cómo verlo. Con tan solo una toalla cubriendo mi cuerpo, después de una merecida ducha, veo el resultado de la limpieza a fondo que he dado a mi habitación mientras peino mi cabello húmedo, aunque Adalyn me ha dicho que eso es malo porque lo daña ¿Quién soy para obedecer órdenes? Las reglas se hicieron para romperse, aunque eso incluya tener un cabello desastroso.

 

Me detengo en frente de mi teléfono apagado viéndole con una mueca como si el tuviera la culpa ¿Por qué? Una única razón, la cual lleva nombre y apellido para joderme la existencia, Ryan Collins. No dejaba de llamarme y enviar mensajes pidiendo que escapásemos, que nos fuéramos juntos del estado, del país incluso, que él tenía todo arreglado.

 

Pero yo ya había escapado una vez, no quería volver a experimentar el desconcierto en un lugar nuevo, lo había hecho de Ava Kylie, había escapada de esa persona “normal” ahora era solo una impostora que utilizo su lugar, era nada mas Liee, tenía una nueva vida ya no podía escapar. No había forma de hacerlo. Y menos con alguien que ni futuro juntos teníamos.

 

Luego de pensarlo durante unos minutos termino encendiéndolo, tal vez en la cabaña me necesitaban, tal vez mi padre me extrañaba, quizás Andrien utilizaba su llamada en mí. No podía dejarlo apagado toda la vida. Era mejor que lo encendiera. Para cuando termino de arreglarme ya está de vuelta hecho un teléfono normal y no dura mucho en comenzar a sonar ¿Acaso no sabes el significado de “No” Ryan? Era claro que continuaba intentándolo

 

— ¡¿Qué?! — contesto sin ni siquiera fijarme de quien trata porque lo sé ¡Es un fastidioso!

 

— Bonita ¿Estas bien? — me obligo a calmarme cuando me equivoco, Ómar no pudo llamar en otro momento, aclaro mi garganta buscando tranquilidad, soy un ángel para él

 

— Sí, si estoy bien — soy dulce, guardándome lo amargo para más tarde.

 

— Te estuve llamando, incluso le pedí a Bega que te contactara, nadie tuvo éxito — me disculpo con excusas baratas, mientras me observó en el espejo completa, en lo que me convertí, la usurpadora de Ava Kylie — Esta bien bonita, el asunto de mi llamada es para decir que espero verte en la iglesia fuera del pueblo, para la boda de mi hijo la cual adelantaron por mi salud, no quiero morir y perdérmela…

 

Como un huracán que paso por la zona más inesperada, todo de mi se lo lleva esas palabras ¿Se casara hoy? ¿Ryan se casará? Este día no pudo haber llegado tan rápido… Pero ya estaba aquí. El final llego.

Camino de un lado a otra en la habitación que comienza a sentirse extremadamente pequeña, sintiéndome enjaulada, el aire me falta por segundos, todo se ha acercado a mí

 

— …a las 5pm te estaré esperando bonita — Ómar me recuerda que aún está en la línea, lo que debo enfrentar, me despido porque necesito encontrar una salida a esto ¿Sigo pensando que hay una salida? ¡Si estoy en un laberinto!

 

Lanzo el teléfono a la cama de lo más enfadada ¿Enserio hará esta locura de casarse sin amor? Y dicen que yo soy la loca, pensé que entre los dos yo era la de las decisiones equivocadas, no tiene sentido nada ¿Acaso dejare que la teñida se quede con él? ¡¿Porque soy tan egoísta?! ¿Por qué estoy estresándome cuando debería dejarlo que tenga un final feliz? Por lo menos que uno de los dos lo logre ¡Soy tan egoísta! ¿Pero me quedare con los brazos cruzados viéndolo nada más caminar al altar? ¡Basta Liee! ¡Basta! Ryan así lo quiere… y ese es el asunto, una voz en mi interior sabe que eso no es verdad, que me quiere a mí, pero yo no lo quiero a él, debo dejar que siga con lo suyo, no tiene caso…

 

Tomo mi teléfono incapaz de ver esa escena pasar frente a mis ojos; con las manos temblando marco el número de Ryan, pero este de inmediato me manda al buzón de voz, lo intento varias veces y el resultado es el mismo. Viendo que tan solo faltan 15 minutos para la 5pm, sigo haciéndome creer que aún no es demasiado tarde, estoy a punto de un colapso nervioso, en lo que viene a mi mente la única persona capaz de ayudarme como lo ha hecho desde que nos conocimos hace años, Adalyn quien me conoce mejor que yo misma; sin dudar la llamo, tras tres tonos donde estoy por morir contesta

 

—¡Adalyn! Ryan se va a casar

 

— ¡Espera! ¡¿Qué?!

 

— No puedo permitir eso…

 

— No lo hagas entonces, solo ve por él… — cuelgo porque solo eso es suficiente para salir corriendo de casa, esas palabras eran el impulso de valentía que necesitaba, tomando las llaves del auto en el camino, sin puta idea de lo que haré llegando a la iglesia.

 

Subo al auto, lista para conducir hacía mi fin, colocándome el cinturón noto una caja de regalo en el asiento del copiloto que me hace fruncir el ceño, no recuerdo ningún obsequio sin abrir o alguna razón para tenerlo, ignorándolo arranco a toda velocidad porque el tiempo es valioso en esta vida.



#23063 en Novela romántica
#3912 en Chick lit

En el texto hay: mentiras, amor, dinero

Editado: 26.01.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.