Jugamos, Katherine ?

Sin salida

Katherine y Nicolas se escondieron en uno de los baños del segundo piso, el suelo seguía temblando. Estaban frente a frente, con la antorcha en medio.

 - ¿Qué te sucedió? - preguntó Nicolas.

 - No sé a qué te refieres - respondió Katherine.

 - Cuando estabas con ese libro, empezó a temblar y no reaccionaste - dijo Nicolas intrigado.

 - No lo sé, fue como si algo me hubiera atrapado, no sé cómo explicarlo - respondió Katherine.

 - Tenemos que salir de aquí cuanto antes, averiguaran que hemos estado entrando.

Después de varios minutos, los temblores desaparecieron y el perturbador silencio los abrazó.

Katherine susurró - Salgamos por donde entramos -.

 - Tenemos que esperar a que el Mayordomo se vaya - respondió susurrando.

De pronto, los interrumpe el sonido de pasos, como si alguien pesado caminara lentamente a la vez que aquel sonido se esparcía como eco a través de aquellos abandonados pasillos.

 - ¿Escuchaste? - preguntó Nicolas.

 - Puede estar lejos, si corremos puede que logremos salir, pero si se acerca más, alcanzará a ver la luz de la antorcha- dijo Katherine.

Nicolas asintió con la cabeza y seguido de esta acción salió por la puerta lentamente, se asomó por el pasillo observando a su izquierda y luego a su derecha, Katherine lo alcanzó, ambos miraron hacia la derecha, cuando de repente observaron la sombra de un hombre alto con traje, reflejando que subía unas escaleras.

 - Es el mayordomo - susurró Katherine.

De inmediato, Nicolas y Katherine empezaron a correr por el otro lado, Nicolas iba delante tomando de la mano a Katherine, las zancadas que daban los delataban, después de algunos metros, llegaron a unas escaleras, las bajaron mientras escuchaban que estaban siendo perseguidos. Momentos después, estarían en la salón, siguieron corriendo por el pasillo hasta llegar al hueco por donde habían entrado, Nicolas salió primero en medio de la desesperación del momento y siguió adelante, hasta que se percató de la ausencia de Katherine, sin pensarlo dos veces, regresó por ella.

Mientras Nicolas salía, Katherine se distrajo mirando hacia el fondo el pasillo, la oscuridad era siniestra, Katherine escuchó el sonido de candados caer al suelo, seguido del tormentoso ruido del rechinar de una antigua puerta abriéndose. Una voz hizo presencia en su cabeza, una que parecía llamarla, la misma voz que le había parecido escuchar cuando Nicolas la llamaba mientras miraba aquél libro. De pronto, una luz iluminaba el pasillo, Katherine logró ver con detalles una puerta de metal abierta, en ese momento volvió en sí, percatándose del mayordomo, lo miró al dar media vuelta. Un hombre alto y pálido, con una cabellera blanca recortada, con grandes ojeras y una piel reseca con arrugas que le hacían ver bastante deteriorado, una mirada aterradora, vestía un traje negro, sus miradas se conectaron por un momento, el mayordomo aceleró el paso, parecía renquear, más eso no impedía que se moviera rápido. Katherine no dudó en salir por hueco, Nicolas le daba la mano desde el otro lado.

 - Salgamos de aquí, este lugar da miedo - dijo Nicolas mientras empezaba a correr.

Nicolas notó algo extraño en Katherine, quien daba la impresión de no tener miedo.

 - ¡Espera! - dijo Katherine.

Ambos voltearon a ver la mansión.

 - ¿Qué sucede? - preguntó Nicolas.

 - Apaga la antorcha, nos está siguiendo - respondió Katherine.

Nicolas observó al mayordomo de lejos, apagó la antorcha y se volvió a él una vez más, en ese momento miró cómo aquel sujeto se acercaba rápidamente, aún así, lo que más le llamó la atención fue que no alcanzaba a ver cómo se movía, como si sus pasos no tuvieran presencia.

Katherine y Nicolas corrían lo más rápido que podían a través de aquel enorme pastizal, Katherine cayó al suelo después de haberse enredado con el monte, Nicolas le ayudó en seguida a reincorporarse, a pocos metros de ellos alcanzaban a ver al mayordomo acercarse en su dirección.

 - Ya falta poco - dijo Nicolas.

Unos metros después se encontrarían cerca del muro, parecía que estaban a punto de salir cuando de repente caen atravesando el suelo, como si hubiera una trampa, en instantes, cayeron en un lugar completamente oscuro, al caer, Katherine perdió el conocimiento.




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