Julia (enlazados2)

Nueve

Julia

La visita del señor Damiani me dejó fuera de mi zona de confort, no me gusta estar así, el hecho que me dijera que "yo te ayudo tu me ayudas"; me dio algún tipo de esperanza, pero debo ir con pies de plomo, con cuidado; esa gente no da puntada sin dedal y eso me preocupa.

Tengo que salir de esta celda, necesito hacer algo productivo tanta inactividad me esta haciendo daño, observó que viene Ana, la guardia de este sector del penal; me sonríe mostrándome el manojo de llaves, lo que indica que la sesión con doctor es ya.

Al entrar el doctor me recibe con una sonrisa

- Hola julia como estas

- Hola doc, digamos que bien – busco para sentarme -

- Ayer te note fuerte, decidida vamos avanzando

- Será ... pero me preocupa que quiera algo más, que todo sea una fachada y termine peor que ahora – me mira como evaluándome –

- El joven fue claro contigo, pero si te sientes mejor ve con cuidado, piensa cada cosa que dices o como actúes

- Tiene razón doc, cambiando de tema; quiero hacer algo productivo, pues no se integrarme con las demás reclusas, siento que me estoy secando

- Me agrada esa actitud, que propones

- Quiero comer en el comedor con las demás chicas

- Perfecto hoy mismo empiezas, a la hora de cena

Estoy completamente segura de que no será fácil, pero no puedo quedarme así, me siento inservible, y yo no soy esa, si enfrente cosas peores, esto no será diferente.

Al llegar al comedor, escucho murmullos, me tenso, pero me obligo a seguir mi camino, Alice permanece a mi lado, no dice nada, pero saberla ahí me tranquiliza; ella sin querer se ha vuelto una amiga y saber que me apoya en esto me ayuda a seguir adelante. La cena pasó sin contratiempo todo tranquilo, las chicas se portaron bien conmigo.

Los días pasaban y cada vez me sentía más cómoda conmigo misma y con las demás reclusas, las sesiones con doctor iban bien, dentro de lo que estaba pasando me sentía tranquila.

- ¿Qué tanto piensas julia?

- Alice tengo una idea en mente y pues no se como llevarla acabo

- Dímela y la solucionamos juntas

- Necesito hacer algo productivo aquí, si ves las chicas pocas cosas hacen, unas van a clases otras al gimnasio y otras nada, yo quiero enseñarles ya sea mi idioma o a dibujar ¿Qué te parece?

- Bueno... me parece buena idea, pero debes tener autorización del director para hacer eso... yo me apuntaría a clase de dibujo – asiento y le sonrió -

Ya en la sesión con el doc, le comenté y le pareció buena idea que le comentaria  al director, pero primero tendrían que ver mis dibujos, Salí de ahí muy contenta, con hojas, lápiz, tajalápiz y un borrador, no necesitaba más para hacer lo que tenía pensado.

Hice un diseño super sencillo, un anillo solitario; en la siguiente sesión con el doctor lo llevaría

- Julia, julia que lindo – Alice miraba el diseño-

- ¿Te gusta?

- Claro; el día que me case harás mis anillos

- ¿Enserio? ¿Y cuándo sería? – suspira y se tira en mi cama-

- Pues... cuando encuentre la víctima – empezamos a reírnos, después de unos minutos la miro –

- Gracias, sabes hace cuanto no me reía con ganas

- Bueno de ahora en adelante te reirás a cada rato julia, si no ríes envejecerás

- Ay no Alice

- Mujer cambiando de tema, no quise preguntar antes, pero como es el chico que te vino a buscar el día aquel – frunzo el ceño-

- ¿Damiani? ¿para qué quieres saber? – suspira otra vez –

- Te diré está bien – la observó fijamente- una de las guardias lo vio y anda diciendo por ahí que es muy pero muy lindo, alto, unos ojos preciosos en fin toda una belleza, aja como tú lo viste de primera mano

- No lo detalle Alice, además había un vidrio grandísimo – me mira y sonríe con malicia-

- No te creo julia, yo se que tu has pasado por mucho y este tema de Damiani es tenso para ti, pero mírale el lado positivo

- ¿Cuál lado positivo?

- Aja el hombre te busco o no – me relajo y le cuento -

- Si tienes razón, dice que hay vacíos en la investigación, yo no le creo del todo, prefiero ir con cuidado

- ¿Pero te va a ayudar verdad?

- Según él sí, dijo algo como "yo te ayudo tú me ayudas" – me mira entrecerrando los ojos –

- Como tentador lo que te dijo – me guiña un ojo  –

- Mal pensada Alice

Alice en cierta forma tenía razón, Damiani es guapo, su aura destila poder y mucho dinero, pero con unos ojos muy bonitos que dan tranquilidad al mirarlos.

Fue una tarde poco usual, reí como nunca a costa de Alice, la verdad como ella dice pobre la víctima que se case con ella.

Fabricio

Esperar la llegada de Gael Brown ha sido complejo, he tenido problemas con la joyería, los diseñadores no han sacado nada nuevo y que impacte, ese detalle me tiene de mal humor, mi madre me apacigua diciéndome que ellos son profesionales en lo que hacen, pero nada me gusta son diseños básicos.

Entre tanto enredo llega a la empresa Gael Brown abogado, cuñado de mi amigo Octavio, nos saludamos y lo llevó a la oficina

- Un gusto conocerte

- El gusto es mío, Octavio habla de sus épocas de locuras

- Te hablo de las de él, porque siempre fui un santo – nos reímos-

- En parte Fabricio, ya sabes que por temas médicos Octavio no puede viajar, vine yo en representación tanto de él cómo de la compañía, créeme que esta situación nos tiene en un nivel de alerta muy grande, jamás pensamos que el sistema de seguridad fuera violado de esa manera

- Estamos igual Gael, en la investigación hay vacíos, culparon a una chica que tenía unos meses de estar en el país, ella era alumna de la escuela y no conoce de a mucho el idioma, como pudo acceder a un sistema tan complejo y en otro idioma

- Exacto... que posibilidad hay de que converse con la chica ¿Cómo se llama?

- Julia, se llama julia; déjame hacer unas llamadas y cuadramos eso – asiente –



#44401 en Novela romántica
#7261 en Chick lit

En el texto hay: robo, italia, joyeria

Editado: 27.12.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.