Trece

Julia
 

"Siento fuertes pisadas a mi alrededor; empiezan a tocar fuerte y gritan- ¡donde están los cilindros! - escucho un estruendo grandísimo, estoy debajo de la cama acurrucada en un rincón; mamá me dice que no salga, escucho disparos, muchos disparos siento un ardor muy grande en mi costado y todo se vuelve negro" 
 

- Julia, despierta me asustas - Alice me está moviendo, intentando despertarme-

Veo a Alice hablar y hablar, pero no escucho nada; volvieron las pesadillas al revivir ese momento al hablar con el abogado, el doctor me dice que es normal, pero siento el mismo dolor, veo a las guardias correr hacia a mí, pero la voz no me sale; Alice llora a mi lado, algo me colocan y vuelvo a ver todo negro.

No sé cuántas horas han pasado, detallo el lugar estoy en la enfermería, Alice a mi lado durmiendo en una silla, otra en su lugar me hubiese dejado ahí en la celda, recuerdo que Karina me dejaba sola cuando me pasaban estos episodios de pesadillas; se remueve en la silla

- ¿Como te sientes? - se levanta, me examina - me asustaste mujer

- Ya me siento mejor y gracias por preocuparte, solamente son ... pesadillas

- ¿De lo que paso con tus padres? Lo siento ... escuche al doctor mencionar algo - me froto la cara con las manos -

- Si es de eso, sabes las escenas se repiten en mi cabeza como un video sin fin

- En verdad de corazón te digo que lo siento mucho Julia, te he cogido cariño en este tiempo que hemos compartido juntas y perder a tus padres de una manera trágica no es fácil y tu has salido adelante yo en tu lugar me hubiera vuelto loca

- Gracias Ali, por ellos necesito estar estable, salir adelante, ser mejor persona

- Y lo eres, allá fuera están las chicas de las clases de dibujo, esperando para saber cómo sigues - se acuesta conmigo en la camilla -

- ¡Enserio! - esta mirando a la nada, al techo de la enfermería para ser más específicos -

- Claro ... te apreciamos mujer, puedes contar conmigo para lo que necesites tanto en esta pocilga como afuera

- Gracias Alice, no sabes lo que significan esas palabras para mi

Hablamos de todo; de su vida de la mía, pasamos horas en la enfermería del penal, al final de la tarde nos llevan de vuelta a nuestra celda, de camino me saludaron las demás reclusas, por increíble que parezca, ahí en ese lugar tan lúgubre me sentía parte de algo.

En cuanto a Alice me sorprendió su bondad al tratarme, no se alarmo cuando le conté ese episodio de mi vida tan doloroso, mas bien me consoló y ofreció su hombro

- ¿Te encuentras bien?

- Si ... los recordaba en momentos felices y sabes me hacen tanta falta, solamente quiero un besito más, un abrazo más, un día más con ellos - me abraza fuerte -

- No soy ellos, pero aquí estoy para ti, para lo que necesites

- Gracias ...

- A ti, por dejarme conocerte y pues creo que ... somos amigas, para mi lo eres

- Claro que lo somos - tenemos los ojos aguados -,

- Bueno, bueno tu familia no querría verte llorar tan a menudo, hay que sonreír; tienes que sonreír por ellos, te darán la fuerza y entereza para enfrentarte a lo que sea

-Tienes razón, voy a salir de aquí

- Dirás, vamos a salir de aquí julia; imagínate... nosotras caminando por toda Milán

- ¡Enserio! Me imagino con dolor en los pies de tanto caminar

- Ay julia me cortaste la inspiración - sonreímos -

En la enfermería habíamos hablado; bueno seguimos en las mismas en la celda hasta quedar dormidas. En la mañana me sentía bien con ánimos para dar las clases a las chicas y con ganas de gritarle al mundo mi inocencia, sentía un aura de valentía y optimismo a mi alrededor.

Me puse a diseñar, lo hice pensando en mi familia, hice una gargantilla muy elaborada, le di un leve toque de color, con los colores que me obsequio el doctor, al terminarlo y verlo, me lo imaginé en el cuello de mi madre y sonreí para mi

- El que se ríe solo de su picardía se acuerda

- Para nada Ana, mira lo que hice - le muestro el diseño de la gargantilla -

- Oh que hermosa, tienes talento,

- Gracias Ana, me lo imaginaba en el cuello de mi madre

- Es precioso; seguro que le hubiera encantado

- Así es Ana

- Bueno tienes tu sesión con el doctor, vamos

Salimos de la celda no sin antes llevarme conmigo el diseño; el doctor me ha ayudado mucho en este proceso, al principio cuando me dieron la sentencia me molesto, pero ha sido tan beneficioso para mí

- ¿Hola julia como estas?

- Mejor que ayer doc - me sonríe -

- Se te nota

- ¿Doc porque adelantaron mi sesión con usted?

- Yo lo pedí; mañana estoy de aniversario de bodas así que no podré venir hasta la otra semana

- Oh doc, felicitaciones para usted y su esposa; adelantadas, ¿cuántos años?

- Diez años y dos hijos

- Bastante tiempo vuelvo y reitero mis felicitaciones; lástima que no tenga un regalo para darle

- No te preocupes, con tu avance es suficiente

- Ok doctor

-Te quiero pedir disculpas, Alice escucho la conversación que tuve con la enfermera sobre tu caso

- No se preocupe yo le comenté todo lo sucedido

- Quiero que con el abogado leone seas un poco mas abierta, él tiene la intención de ayudarte a salir de aquí, que le cuentes todo lo que paso en los 5 meses que estuviste con Karina en Florencia; hasta lo más insignificante puede hacer la diferencia, no te guardes nada

- Entiendo doc, pero me sentía intimidada; había en la sala 4 hombres, bueno contándolo a usted y yo sola y pues me cohibí

- Aja y conmigo tienes confianza y los demás chicos no se mostraron como si quisieran hacerte algo, además en la próxima visita serán tu y el abogado porque ni yo entraré esta vez

- Umm... y ¿el señor Damiani no viene?

- Creo que sí, pero no entrara con el abogado se quedara afuera