Ventiseis

Fabricio

He tenido una semana estresante, el conglomerado esta decayendo por que el robo a tomado un rumbo mediático; los periodistas quieren saber mas y están haciendo sus propias investigaciones, Leone ha tratado de manejar y frenar tal avalancha, pero es poco lo que sea logrado.

Entre tantas cosas recuerdo que tengo que llevar a Alice al penal a visitar a Julia; al llegar ya está esperándome

- Óyeme te estabas demorando – me entrega un tarrito con comida-

- Hola, buenos días y esto que es

- Ah buenos días, es tu desayuno cortesía de mi madre – me insta a comerlo-

- En serio dale mis agradecimientos, está muy bueno

- Come rápido Fabricio quiero llegar temprano para sorprenderla

- Alice no me voy a atragantar por tu culpa

- Esta bien, pero apura

No sé en qué momento logré terminar todo, creo que vendré más seguido por acá la mamá de Alice cocina muy rico, de camino me comentando de la fascinación de su mamá por la comida y porque todos a su alrededor coman, me abstuve de preguntar cosas de Julia, no quiero parecer intenso, pero me muero por saber cosas de ella

- Fabricio en que piensas, mira ya cambio el semáforo

- Anda Alice, estoy algo preocupado, el juicio se ha tornado mediático y no quiero que le hagan más daño Julia del que ya ha sufrido

- Entiendo, pero cómo se filtró la información

- No sabemos, pero según Leone creo que es un ataque de la parte acusadora, en fin, no se sabe, lo que hay que hacer es capotear lo que venga

- Toca así y esto es nada para Julia, como tú mismo lo has dicho a sufrido mucho y por haber sufrido mucho se ha hecho fuerte

- Ojalá Alice, porque la prensa es intensa – sin darnos cuenta ya estábamos a la entrada del penal –

Siempre que llego al penal tengo la misma sensación de incomodidad y de como hay chicas que viven en este lugar, claro la gran mayoría están aquí por un error en su vida y otras como julia por las circunstancias ajenas a ellas o por la mala fe de algunos.

Me mantengo alejado, logro verla reír y conversar a gusto con Alice, su compañía le hace bien a Julia, cuando hablan hacen gestos raros; trato de enfocarme en otra cosa porque estoy siendo muy evidente. No se cuanto tiempo pasa cuando siento a Julia a mi lado, conversamos por un rato hasta que llega la imprudente de Alice, se reojo notó que Julia esta asombrada de la confianza que hay entre Alice y yo, al despedirnos fue un poco abrumador para mí, ya que nos despedimos de una manera poco usual entre nosotros, de un beso en la mejilla.

- Reacciona Fabricio – la imprudente me saca de la ensoñación –

- Que fue Alice

- Vea eso que fue un tierno beso en la mejilla qué tal cuando se den el "beso francés"

- Porque eres tan ...

- Imprudente, pues no sé me gusta ser así, y así te caigo bien verdad

- La verdad me caes bien, pero ya vámonos

Alice tenía razón, cómo iba a reaccionar si el beso fuera el francés como ella dice, me esta costando no demostrar lo que siento y creo que ya se está saliendo de control.

Al dejar a Alice en su casa me encamino hacia mi departamento, al llegar esta mi madre esperándome

- Hola madre – nos saludamos de dos besos en mejilla-

- Hola hijo, mejor no pregunto donde estabas

- Mejor ... ¿qué te trae por acá?

- Pues... ¿no me digas que no puedo visitar a mi hijo menor?

- Claro que puedes madre, todas las veces que quieras

- Me alegra escuchar eso, Fabricio... escuche la conversación que tuviste con tu padre la semana pasada – me acuesto en sus piernas y me empieza a masajear el cabello-

- ¿Qué tanto escuchaste?

- Lo suficiente como para entender que algo oculta, Fabricio nos soy tonta como para no saber que tu padre tiene alguien más, pero el problema es que no tengo la certeza

- ¿Necesitas pruebas? Y si las tienes ¿qué harías?

- Si las necesito y no sé qué haría con ellas, una mujer herida es peligrosa hijo mío; promete que las tiene me las haces llegar

- Te prometo que te las entregaré si las hay madre, pero no actúaras a loca, promete eso a mí – asiente con los ojos llorosos-

- Claro que sí hijo; cambiando de tema hallé este diseño entre tus cosas, antes que hables pensé que ocultabas cosas de tu padre y empecé a buscar

- Madre ... esta bien no diré nada porque estabas husmeando en mis cosas, en cuanto al diseño es tuyo

- ¿Como así? Wow esa preciosidad de aretes

- Si madre; recuerdas que te comenté que Julia, la chica que esta injustamente encarcelada, tiene un plan de aprendizaje en diseño dentro del penal

- Claro que si recuerdo; para allá mandamos la donación de útiles para diseñar

- Exacto, ella en forma de agradecimiento hizo ese diseño exclusivo para ti

- Oh Fabricio esta chica tiene un talento inmenso, la necesitamos en la joyería esos diseñadores que tenemos no innovan siempre hacen lo mismo y esto es espectacular

- Yo quiero lo mismo madre

- Hay un, pero verdad Fabricio

- Si, ella no quiere trabajar de forma directa con nosotros, pero logre que nos vendiera algunos diseños exclusivos

- Bueno eso es un avance, pero llegara el momento Fabricio que otras firmas joyeras querrán esos diseños también y ahí es donde está el problema, cuando salgan al mercado trabajos como estos con tanta técnica y estilismo tan hermoso; serán pirañas tras su presa en busca del diseñador

- No creas madre yo lo sé - me paso las manos por la cara –

- Fabricio una vez te dije que no te desenfocaras y que tu meta es encontrar a quien nos robó y culpo tan vilmente a esa chica, pero ¿algo ha cambiado?

- Madre no te puede mentir con el paso de los días he llegado a conocer a Julia, de esa chica asustadiza no queda casi nada, le está costando, pero pelea con uñas y dientes por su libertad aun acosta de su tranquilidad mental

- La admiras hijo y es loable de tu parte, pero...