Treinta y seis

Fabricio

He pasado días no tan alegres del todo, con Julia hemos hablado poco porque siempre saca el tema del robo y del infiltrado, la verdad no quiero que se involucre, pero sigue empecinada en lo mismo.

El tema de mi padre es tedioso; no me negó en ningún momento su infidelidad y mucho menos el hijo extramarital que tiene, pero según él va a hablar con mamá en este caso lo dudo, él esta acostumbrado a su vida fácil, igual le puse un límite de tiempo, si no yo hablaría.

Los meses pasan y seguimos igual, sin información del robo; me meto de cabeza en el trabajo de la joyería, los diseños de Mulata Design han tenido una gran aceptación y hemos estado llenos de pedidos de toda Italia, así que por trabajo no me quejo; hasta Octavio pidió el anillo de compromiso y el de bodas, ese pedido es especial por lo que representa él para mí, mi amigo y hermano.

Estoy al tanto de las veces que Julia va al penal, por la fundación va una vez por semana o hasta mas veces; me agrada esa actitud desinteresada que tiene hacia las personas, pero no deja de preocuparme que Karina está ahí recluida. Entre mis pensamientos esta Franco y su actitud, que para nada me cuadra; así me encamino hacia su oficina

- Hola Franco ¿podemos hablar?

- Claro hermano, dime

- Hace varias semanas te vi en el centro de Milán con Alice; ¿Qué te traes con ella? – bufa –

- Fabricio son mis asuntos y no quiero que te metas

- Me meto porque te conozco Franco; tu no eres de relaciones, te diviertes y ya

- Si sabes,  para qué me dices todo eso, yo tengo entendido que Alice esta bastante grandecita para saber en que se mete

- Tienes razón, pero ¿Alice sabe que cuando te cansas de una chica la botas y consigues otra? ¿esta dispuesta a ser utilizada? – tiene la mandíbula tensa y sus labios hacen una delgada línea –

- No... Fabricio

- Entonces no la dañes como tienes costumbre

- ¿Te importa tanto? - me pregunta con doble sentido -

- Es mi amiga Franco y se que la vas a volver nada

- Tengo cosas que hacer Fabricio déjame solo - siempre hace lo mismo cuando esta perdido-

- Ya sabes – me hace señas que me salga de la oficina –

 Mi hermano es el más parecido a mi padre; en el aspecto de relaciones y es triste porque esas personas así siempre terminan solas. Mi teléfono vibra en señal de una notificación, al abrirla no puedo creer lo que veo y a la misma vez me da mucho coraje; uno de los guardias me envía una imagen de Julia en el penal hablando con Karina; muchas veces le dije que no se involucrara, pero la niña no entiende que puede correr peligro. El guardia me manda nada más una imagen y necesito saber que hablaron; el guardia me dice que la semana que viene me da el video completo con audio, sin pensarlo salgo del conglomerado y me voy para la casa donde esta Julia, estoy algo abrumado con tantas cosas, Franco, mi padre, el robo y ahora Julia que no me entiende que lo que quiero es protegerla; al llegar me encuentro a Brina jugando en la calle, me sonríe y me dice que va a buscar a resorticos

- Hola Fabricio – esta tan tranquila –

- ¿Hola, podemos hablar? – mi molestia se me nota en la voz

- Si, pasa algo

- Aquí no, salgamos – salgo primero mientras ella va a hablar con la señora Ginna -

- Está bien

En el trayecto estoy en silencio porque no quiero iniciar una discusión en el carro, a lo lejos veo un parque solitario, freno sin pensar y la invitó a salir

- Vamos – la animó a bajar –

- ¿Qué pasa Fabricio? - me pregunta un tanto confusa -

- ¿Qué me pasa? Mira eso – le muestro la imagen – ¿que te dije?

- ¿De qué?

- No me salgas con eso Julia; te dije que no te involucraras en nada del robo y es lo primero que haces, que parte no entiendes que es peligroso – bufa -

- Espera Fabricio, si entiendo todo eso, pero te veo tan tranquilo con lo del robo

- Julia tranquilo no estoy ¿Qué fuiste hablar con ella?

- Pues parece, nada Fabricio, sabes que me voy de aquí – se da la vuelta y empieza a caminar -

- Julia espera ... lo último que quiero es que te pase algo por estar averiguando lo del robo - la alcanzó y la tomó del brazo para que no avance -

- ¡Fabricio no te mueves, no haces nada y ellos siguen robando como si nada! – me encara -

- Entiendo, pero no es fácil -

- Tu amigo te dio una opción, yo sé que tienes dudas, pero es la más viable en este momento – vuelve a lo mismo -

- Ok acepto y ¿a quién vamos a infiltrar? – me acerco lo suficiente como para detallar su rostro con incertidumbre -

- Pues no se Fabricio tú conoces a más gente que yo aquí

- Hagamos algo yo tengo que viajar a Londres el fin de semana mi amigo contrae nupcias, cuando regrese te tendré una respuesta sobre si infiltramos a alguien, pero mientras tanto no hagas nada y sola menos – tiene un gesto triunfador -

- Es un trato Fabricio – juntamos los meñiques –

Volvemos al auto de regreso a la casa, en fin, no me dijo que habló con Karina, esquivo magistralmente la respuesta cuando le pregunté; tengo que viajar a Londres y la verdad no quiero hacerlo solo; si Julia no tuviera la restricción de salida del país ella sería mi acompañante. Al llegar todos nos quedan mirando raros, en realidad estuvimos fuera por ahí como 30 minutos, me enfoco en Alice pegada al teléfono, me imagino con quien está hablando, así que me acerco

- Alice ... ¿podemos hablar a solas un momento?

- ¿Qué bicho te picó Fabricio? – bufo-

- A mi ninguno, pero de pronto a ti sí

- ¿Qué hablas? – me mira confundida –

- Dile a Franco que ya vuelves – un rostro cambió de color –

- ¿Que? Estás loco Fabricio

- No lo estoy, pero sé que no quieres hablar del tema y esta bien; cuando me necesites ya sabes donde me encontrarás

- Definitivamente estás loco – me sonrió –

- Tu y yo sabemos que no lo estoy – le tocó el hombro y me volteo, al hacerlo me encuentro con una Julia confusa-