Julia (enlazados2)

Sesenta y cuatro

Julia

Las tan anheladas 12 semanas habían llegado, al fin podía salir de este encierro; estoy en una montaña rusa de emociones, la noticia de que son 2 bebes me ha dejado contenta, aunque me asusta lo que se venga de ahora en adelante.

Ya lista para salir del hospital veo venir hacia mí a un Fabricio bastante mejor, todavía conserva el cabestrillo que le inmoviliza uno de sus brazos

- Lista para salir – se sonríe y me da un beso que me deja atontada -

- Obviamente mono y ¿los demás? – me toma de la mano y caminamos hacia la salida –

- Pues ... Alice está en el apartamento llevando tus cosas y los demás en el conglomerado – noto algo de preocupación en su mirada -

- Ah ... ¿hay algo más verdad? – me abre la puerta del auto y suspira con pesadez –

- Si ... me preocupa los hijos de mi padre, su situación ahora que él no esta y la madre no me genera nada bueno

- Sabes mi posición, son tus hermanos y no tienen la culpa de nada; si me preguntaras que hacer, yo iría con ellos y les brindaría toda mi ayuda, pero a ellos no a su madre

- Eso haré amor

El camino a casa fue lento, al llegar al apartamento nos reciben mi familia aquí en Milán; Alice y su familia, la señora Anette ha hecho un gran banquete de recibimiento, después llegan Adriano, la señora Lia y Franco; este último con una actitud distinta hasta protector diría yo.

Una semana de estar en el apartamento haciendo nada, ya quiero involucrarme en la fundación otra vez, Alice está trabajando mucho y lo más lógico es alivianarle en algo, no estoy discapacitada solamente embarazada, con Fabricio llegamos a un acuerdo que haría cosas sencillas y no andaría por Milán sola, me dijo que podría diseñar más ahora que estaba en la casa, tenía razón, pero las chicas del penal me hacían falta. La fundación estaba siendo manejada por la señora Lia y la señora Ginna, así que yo podría ir una vez a la semana a dictar las clases, me admire de el buen gusto y administración llevaban estas dos mujeres que, aunque entre ellas hay una brecha social grandísima han sabido sacar provecho de lo que son y saben para que la fundación esté funcionando al 200%.

El día de ir al penal había llegado, mi compañera de aventuras estaba aquí, Alice, en cierta forma me sentía bien en ir mientras no me reportara un riesgo, de camino al penal hablamos de todo un poco

- ¿Alice cómo te va en la universidad? – bufa con pesadez –

- Pues bien... apenas estamos iniciando y ya hay un montón de números, imagínate ahora que avance mas

- Bueno Alice tú puedes con eso, eres inteligente y podrás - me queda mirado con burla –

- Gracias por tus ánimos resorticos, ¿cambiando de tema quien ese de nombre extraño?

- ¿De quién me hablas? – bufa –

- No pues Julia... no estás en edad para que se te están olvidando las cosas, te estoy hablando del chico que te visito en el hospital, el que tiene nombre de película de Disney

- ¿Harvey? ¿nombre de película de Disney?

- Si, no me digas que nunca te viste la película "Harvey a toda marcha", bueno Brina me recordó la película

- ¿Aja que hay con él? – se toma cara –

- Pues ... era primera vez que lo veía, ni en el conglomerado lo había visto

- Porque trabaja en Florencia, en la escuela y es como guapo ¿no te parece? – bufa con burla –

- Pues ... tengo el opinador dañado para esos temas, pero lo que, si te digo que, con ese nombre tan feo, mira llegamos

Ya conocía a Alice y para ella en estos momentos los temas amorosos estaban vetados y evadir esa era su fórmula. Llegar al penal encontrarme con las chicas y verles el progreso me hacia sentirme bien, me hacía falta dar las clases, la señora Lia había reformado una parte del penal y allí se hacia todo, el de hoy había jornada de salud auspiciado por ella y el doctor Donato Mancini; me sorprende de la cercanía de ellos.

La tarde paso entretenida entre clases y conversaciones con las chicas; al salir un grupo de persona me resulta familiar, porque están hablando en español

- Julia Araujo ¿podemos conversar? – esa voz la conozco, al enfocar quien me habla, me

tenso –

- ¿Señora López? – empieza a llorar y se me tira encima –

- Ay, Julia ... ¿Qué ha pasado con mi hija? ¿Por qué no la ayudaste?

- Creo que ella debió explicarle que hizo y de porque no la ayude ... simple, no se lo merecía

- No puedes decirme eso... nosotros te brindamos la mano cuando tu lo necesitaste, mi hija fue manipulada

- Sabe siempre estuve agradecida con ustedes, pero lo que hizo su hija fue algo tan bajo y ¿porque lo hizo? ... por ambición y celos, siempre creí en ella y lo que hizo fue enviarme a la cárcel y tratarme de loca, señora López no se engañe y si no me cree vaya al complejo judicial y le dirían el amplio prontuario de Karina López

- Es mi hija entiéndeme ...

- La entiendo, pero Karina de aprender, debe pagar por lo que hizo – esta llorando sin parar, a los lejos veo llegar a Fabricio –

- En nombre de mi hija te pido perdón

- El perdón lo da dios ... yo no, si me disculpa me tengo que ir

- Que tengas una buena vida niña ... te la mereces y discúlpanos por todo – simplemente asiento y le doy un breve abrazo –

El encuentro con la mamá de Karina me dejo algo inquieta, ellos son buenas personas nunca se dieron cuenta de las actitudes de ella, ya es tarde esperemos que logre recapacitar y asi no darle mas dolor a su familia.  

//////////////////////////////////////////////////////////////////////////////

Estamos llegando al final 😱 



#44432 en Novela romántica
#7276 en Chick lit

En el texto hay: robo, italia, joyeria

Editado: 27.12.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.