–“¡Maldición!” me gustó, su cultura es muy agradable, lo malo fue no poder estudiar en un público.
–¡Ah! Sí, como eres extranjera.
–¿Has estudiado allí también?
–“si le digo a lo mejor me recuerde, no diré a qué colegio fui” Sí, pero no recuerdo el nombre.
–¡Ah! Bueno, llegamos.
–Ven sígueme –le da la mano–
–¡Oh! –se sonroja– está bien.
–Disculpa si no pedí permiso para tomar tu mano, por cierto, tu piel es muy suave.
–Jajaja descuida, no somos más que amigos así que no sentí extraño.
–“No mientras, tus mejillas lo demostraron” Bien entremos.
–Sabes, me gusta mucho tu estilo.
–Se me hizo difícil tener mi propio estilo teniendo una madre que es estilista.
–¡Ah! Sí y de vestidos.
–¿Cuándo te lo dije?
–Estoy seguro de que lo hiciste. “¿Lo hizo?”
–Como sea, cuando era niña ella diseñaba unos vestidos muy lindos, pero a mí no me gustan los vestidos, creo que la única etapa en la que use vestidos fue cuando tenía eventos elegantes en mis colegios.
–Mataría por verte en vestido.
–¡JA! ¿debería de agradecer por un cumplido que trataste de hacer?
–¿Qué cumplido piensas que dije?
–¿Qué me vería bonita?
–No salió de mi boca.
–Estaba molestando, pero ¡Justo en mi autoestima! –exalta– gracias.
–¿Tu nombre es Adrien?
–¿Hola? Quién eres.
–Disculpa, soy la que está esperando al cliente que venga por la entrega, y me parece familiar por la foto que aparece en su perfil.
–¿Eres Millie?
–Sí, soy yo.
–Gracias –le da el dinero–
–¿Podría quedarme con su contacto? –coquetea–
–No sabía que esto se podía hacer –susurra–
–Disculpa mi novia es celosa, ¿verdad?
–“¡MALDICIÓN! ¡Ah claro!
–Disculpa, gracias por la compra –camina–
–Se te volverá costumbre decir que somos algo.
–Soy un mal educado, discúlpame por no pedir tu consentimiento.
–No seas exagerado, solo decía.
–Bueno nos interrumpieron el tema, pero ¿me decías?
–Qué más da, vamos a ver lo que anhelamos, pero no necesitamos.
–“Me gustas” me gusto esa frase.
–¿Cómo es eso?
–Mira ese teléfono, es super genial me encanta la marca LG y ese que está allí esta reciente, lo anhelo, pero sé que no lo necesito. Mira allá dice descuento para parejas anhelo tener una, pero no la necesito.
–Jajaja, me gustó mucho eso –se sonroja– ¿pero es enserio?
–Me das más risa tú por creerlo. No anhelo pareja y tampoco la necesito.
–Lo que necesito es ese helado.
–Vamos a comer uno y me dices la razón de tus palabras.
–Bien, pienso que tener una pareja es difícil, o al menos estresantes, para ser sincera nunca he tenido a alguien, he besado, no sé porque te lo digo, pero no he tenido una pareja.
–¡Wow! ¿me podrías decir?
–Fue cuando estuve en Canadá, sinceramente no sé cuántos años tenía, pero fue con un chico, se la pasaba detrás de mí diciendo cosas como ¿podríamos formar parte del grupo juntos? ¿hacemos la tarea? Y más cosas, hasta que acepté tenerlo como una compañía para hacer tareas, y lo que más me da risa es que cursábamos el mismo grado, pero no estábamos juntos en el salón, bueno al final cuando me fui de Canadá y le dije él se puso triste y cuando lo despedí él me besó, pero solo fue como un medio toque de labios.
–Eso no es un beso.
–¡UY! Perdón aquí hablando con el maestro en los besos.
–No decía eso, ¿quieres descubrirlo?
–Acepto.
–¿En serio?
–¿Estás loco?
–Jajaja, bueno me decías con lo de tu estilo de vestir.
–Ya te he dicho cosas muy personales, ahora dime tú.
–juguemos, yo digo algo de mí y después tú y así vamos, ¿sí?
–Está bien, empiezo. Mi color favorito es el azul, me gusta el helado de chocolate y me encantan las gorras.
–Interesante, mi color favorito es el verde, y me encanta usar camisas de un solo fondo.