Karlie & Charlie --- En Edicion ---

CAPÍTULO TRECE

La Novia de mi Hermano

 

Me quede en las nubes con su confesión tan hermosa, no puedo creer que haya dicho que me quiere, estoy alucinando, muy enamorada, feliz de ser correspondida, ¿durará nuestro amor? Gozarlo mientras dure.

El es mi primer amor, nunca me había gustado nadie, pero él me flecho desde un principio, las chicas en el pasillo dicen que tu primero es efímero, que nunca duran mucho, pero es el que nunca se olvida.

Ya han pasado dos semanas juntos, en el instituto, en alguna cita, ya ni miedo tenía de que mis padres se enteraran.

Un día llego a casa y me encuentro a mis padres, me sorprendo, me pregunto si estaré en problemas, ya que solo así aparecen, ¿habrán descubierto mi relación con Charlie? Lo único que hago es seguir mi camino hacia mi habitación como siempre, ignorándolos.

— Saluda Karlie—me dice mi madre— ¿A dónde vas?

— Hola mamá y papá—digo sin ánimo—voy a mi habitación, como siempre.

— No puedes irte, debes esperar—me dice mi papá con tono de que no lo contradiga.

— ¿Qué tengo que esperar? —digo rodando los ojos.

— A tu hermano—entorno los ojos—que por cierto debe estar al llegar.

— Con razón están aquí—digo bajito con dolor.

— ¿Qué dijiste? —pregunta mi madre.

— ¡Que estoy muy feliz! —digo con demasiado entusiasmo, aunque también es verdad.

— Ah… que bueno—abren la puerta—llegó.

Corro a recibirlo, pues siento una emoción muy grande, habían pasado tres años sin verlo, es inevitable hacerlo, amo demasiado a mi hermano.

Cuando lo veo, salto a sus brazos, lo siento más alto, me agarra y me levanta respondiendo con el mismo entusiasmo, él también me extrañaba.

Mi hermano tiene el pelo como yo, tiene los ojos azules como mi padre, él es muy guapo, siempre las chicas han andado detrás, y yo las ahuyentaba.

— Hermanita de mi vida, cuánto te extrañé.

— Yo más hermano—digo con lágrimas—yo más.

Le doy un besazo, no quiero soltarlo pero sé que debo hacerlo, cuando lo hago me doy cuenta de su acompañante, una rubia hermosa.

Mis padres aprovechan y lo saludan con mucho amor, me da tristeza, no lo puedo evitar.

— Mamá, Papá, Enana, les presento a Marisol, mi novia y futura madre de mi hijo.

Mis padres se asombran y yo solo sonrío, el solo me lo dijo a mí, me cae bien, ella es una preciosidad, se nota que ama a mi hermano, y ya el embarazo se le nota.

— Marisol —la acerca a mí, la pobre avergonzada— ella es Karlie, mi hermanita de la que tanto te he hablado— ahora soy yo la que se sonroja.

— Hola Marisol, ¿entiende el español?

— Si, lo entiendo y lo hablo — dice con una risita hermosa — aunque también hablo otros idiomas, perdona es que estoy nerviosa, me alegro mucho de conocerlos, especialmente a ti Karlie.

— ¿De verdad? No te habrá contado cosas vergonzosas de mí, ese gruñón.

— No, para nada, solo maravillas de ti — se sonroja como si hubiese dicho un secreto.

— Cariño — le dice mi hermano — mi reputación se verá mal con la enana.

— Perdón — hay que mona.

— No te disculpes cariño — la mira con tanto amor que hasta empalaga.

La novia de mi hermano me cae muy bien, aunque sé que ya no seré su primera, no importa, porque estoy feliz, ella es la chica perfecta para él.

Mis padres por otra parte están de la par de contentos, y hasta actúan conmigo como si esto fuese el pan de cada día, como si fuésemos siempre felices, disfruto de esta pequeña burbuja que nos brinda mi hermano, se que se acabará cuando él se vaya.

 




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