-Oye sean espera.-Dijo Wayne.
Estaban en un pasillo oscuro.
-Has estado todo el tiempo tras de mí?...que bueno, aún no puedo creer que este era mi hogar y aún así me pierdo, nuestras habitaciones quedan seguidas, sabes cómo llegar?
-En realidad iba detrás de ti porque creí que sabrías donde estaban las habitaciones, no creí que estuvieras perdido, pero también quería hablar contigo.
-Sobre qué?
-le había dicho a kecia que nos fuéramos los tres, a buscar su dragón; oh por Dios eso suena tan loco, un dragón, bueno olvidarnos de todo esto, hacer como que jamás supimos de ceom y todo eso. No importa que ustedes dos se gusten enserio.
-Pero ella lo dudo en frente de la reina.
-Sí, y no sé porque, creo que la intimido la reina con todo lo que dijo…yo no confió en esa reina, además fue skyles el que nos metió en esto y no sabemos en donde está, no te parece raro que no nos lo hayamos encontrado si se supone que vive aquí? Además porque querría que los verdaderos dueños de la corona se casaran con su hija? Porque teme a perder el poder, además ese cuento machista de preparar a kecia. Su misma hija hablo de tu espíritu, todos estos años aquí después de lo que paso y tú no tienes a tu tasco junto a ti?
-Tesco.-Dijo sean corrigiéndolo.
-Tesco, y te llegan recuerdos de la vida de sean pero ni un pequeño recuerdo de la vida de ceom? Su hija también se ve sospechosa, si es hermosa y tiene ojos realmente bellos pero…apuesto a que es un ogro disfrazado de princesa.
-La reina es bella. Además su padre pudo haber sido alguien simpático.
-Sean por favor, apuesto a que la reina mato a su esposo o algo así, el caso es que deberías de hablar con kecia y convencerla de irnos…o prefieres casarte con la princesa ogro disfrazada de bella?
-Tú también estás enamorado de ella, porque querrías que estuviéramos juntos?
-Porque kecia sufriría, además ella está enamorada de ti y no de mí, así debe ser.
-Yo jamás debí haber aparecido en sus vidas.
-Te equivocas, kecia estaría muerta si tú no la hubieras ayudado.
-Si pero, debí haber dejado que se besaran en los pasillos de su escuela, quizá así kecia estuviera contigo.
-¿Cómo lo sabes?....espera tu…no lo puedo creer tú fuiste el que toco el timbre.
-Sí, lo siento es solo que no lo pude evitar…el sentimiento, y resulto ser un absurdo falso recuerdo.
-A eso me refiero, si son solo los recuerdos los que te metieron en la cabeza, como metieron tus sentimientos? Es que es algo enredado y absurdo.
-¿Tú me odias, porque quieres ayudarme?
-No te odio, aunque debería por haber activado ese tonto timbre. Pero kecia ha sufrido mucho, además no quiero que te cases con Margot, es una estupidez, prefieres algún día despertar junto al hermoso rostro de kecia? o prefieres despertar al lado de una chica que probablemente sea horrible, o de cualquier chica pero ninguna seria kecia , prefieres dejar a kecia porque es tu supuesta hermana? Que idiota serías, tú tienes la suerte de que ella te ama, tu deberías valorar eso.
-Príncipe ceom?.-Dijo una voz dulce detrás de Wayne haciendo que este se sobresaltara.
-¿Crees que me oyó?.-Dijo en voz baja Wayne algo avergonzado.
Sean negó con la cabeza y luego miro a margot.
-Si…margot? quiero decir princesa margot.
-Mi madre me dijo que si te encontraba te dijera que fueras a su habitación, quiere hablar contigo de algo importante.
-No sé en dónde queda su habitación.
-Estamos perdidos.-Dijo Wayne.
-Sus habitaciones están en el ala oeste, y no te preocupes príncipe ceom yo te llevare a la habitación de mi madre.
-sean…por favor piensa lo que te dije.
-Lo hare.
Sean y Wayne se separaron, Wayne se dirigió al ala oeste como le había indicado la princesa Margot, y entro a su habitación y se lanzó a su cama durmiéndose al instante.
Al cabo de unos minutos Sean y Margot estaban entrando a la habitación de la reina sakara.
-No tienes que estar aquí cariño, puedes dejarme a solas con ceom.
Margot asintió y salió de la habitación, era una habitación grande, más grande que la que le habían dado, tenía un mirador que daba vista al mar junto a algunas montañas y su cama estaba rodeada de seda, todo era bastante hermoso. La reina estaba sentada en una esquina de su gran cama.