15 DOS REINAS

Por primera vez kecia estaba utilizando un vestido, era largo y con mangas hasta los hombros, era negro con rosas rojas. La reina la había mandado a llamar y lo había pensado mientras miraba a Wayne quedarse dormido, le iba a decir a la reina que se irían, además le convendría a esta pues tendría todo para ella y su hija, no tendría que darle nada a kecia.

Kecia había venido a ayudar pero al parecer no había que hacer, la mujer mala en realidad no era mala, o eso era lo que kecia creía.

Cuando kecia salió se encontró en el gran mirador del castillo, se encontró con varios recuerdos allí y a lo lejos vio a una mujer parecida a ella, con el cabello negro y ondulado, largo como una cascada oscura, la mujer llevaba un vestido vino tino y con mangas largas, kecia se acercó para observarla mejor y la mujer volteo y la miro, tenía ojos grisáceos, era hermosa.

-Ven cariño.-Dijo levantando su brazo.

-¿mamá?.

Kecia corrió hacia esa parte del mirador pero cuando llego no había nadie, sintiéndose vacía decidió mirar hacia adelante, allí frente a sus ojos estaba el mar, tan infinito como sus preguntas y quiso imaginarse que habría más allá.

-Señorita kecia, la reina la manda a llamar.-Dijo un guardia haciéndola sobresaltar.

Kecia asintió y fue dirigida hacia el gran jardín en donde estaba la reina con una bandeja de frutas.

-Kecia te he mandado a llamar porque hoy tendremos tu primera clase.

-Yo en realidad quería decirle que no quiero hacer esto…no quiero ser reina, sé que debería de serlo ahora pero no quiero.

-Cariño quiero aclararte algo, aquí hay dos reinas…yo y yo…tu nunca debiste de serlo, no quiero decir que no lo serás, quiero decir que cuando tus padres murieron aún no tenías la edad de serlo así que yo quien era amiga de tus padres y consejera los reemplace hasta que tu estuvieras preparada.

-Pero le daré todo a usted.

-No puedes darme nada porque ya todo es mío cariño.

-Entonces, no quiero ser la próxima reina.

-La próxima reina será mi hija, y tu hermano será el rey, quedaran dos tronos libres, uno para ti y la persona con la que te cases, tu serás como la segunda reina y tu esposo como el segundo rey, ¿entiendes?

-Yo, no creo que mi padre hubiera hecho los cuatro tronos con esa intención, creo que lo hizo para que mi hermano y yo mandáramos por igual, usted misma lo dijo, él no quería dejar a uno de nosotros fuera del trono, porque él nos quería por igual, a ambos.

-Estas equivocada, eres ignorante todavía, pero yo te sacare de esa ignorancia cariño.

-No va a hacer falta majestad, aunque esa hubiese sido la voluntad de mis padres, no voy a obedecer, va a dar lo mismo, Margot puede mandar sola, junto a usted.

-Vas a abandonar a tu hermano?

-Estoy segura de que él se ira conmigo.

De su frio rostro salió una sonrisa.

-Cariño, él se casara con mi hija…vas a quedarte sola.

-Es su decisión y si él no quiere irse esta bien, pero no estaré sola, estaré con Wayne.

-No lo creo cariño.

-¿De qué está hablando?

-No creo que tu amigo Wayne pueda soportar el peligro que hay allá afuera, morirá primero que tu eso es seguro.

 -Perdone majestad, pero usted se equivoca Wayne es más fuerte que cualquiera de aquí.

-¡Madre!.

Margot, Wayne y Sean llegaron al jardín. La reina tenso su rostro cuando vio a Wayne, y el enojo y la decepción se asomaron en sus ojos.

-Margot, ¿que haces aquí?

-Ellos estaban buscando a kecia.

-¿Que les sucedió? ¿Por qué tienen la ropa manchada de sangre?.-Dijo kecia acercándose a ambos.

-Hubo cierto incidente.-Dijo Sean mirando a la reina.

-Madre, ¿puedes venir conmigo?

-Claro cariño…pero antes quiero decirte algo kecia.- la reina volteo a mirarla.- ser reina tiene reglas, la primera y la más importante es no tener compasión,una reina hace lo que le conviene, y a mí me conviene que estés aquí, porque prometí a tus padres cuidarte, eres mi responsabilidad, también te conviene a ti, así que por favor sigue la primera regla, no puedes irte, perdona pero no lo permitiré, tu dependes de mí. La clase termino.- La reina miro fijamente a Wayne y luego a Sean.