21 La mujer de cabello blanco

Nadaban, solo nadaban, ambas ya no tenían aire en sus pulmones pero aún así seguían nadando, entonces sintieron como algo las jalaba impidiéndoles seguir nadando, ambas sentían la fuerza en las cámaras que el oficial les había dado, Maya se quitó la cámara y la dejo ir, Megan hizo lo mismo, y ambas, sintiéndose ligeras continuaron nadando hacía el fondo, las cámaras al contrario, nadaban hacia arriba volviendo al lago de la muerte.

Ambas vieron una capa extraña en el fondo, y comenzaron a sentir un frio intenso, entonces al tocar el fondo se dieron cuenta de que era hielo, bastante hielo, el lago estaba congelado en la superficie, ambos corazones comenzaron a acelerarse, tenían miedo. Parecía que podían respirar bajo el agua, pero ese poco oxigeno se les estaba agotando. Comenzaron a golpear fuertemente el hielo y a gritar de miedo haciendo que de sus bocas salíeran burbujas de de agua, ambas se miraron y Megan se desmayó mientras Maya veía como una sombra caminaba encima del hielo y como una espada rompía este, al instante aquella sombra las saco del lago, maya vio como una vez fuera el lago se volvía a congelar, luego noto que era la sombra de una chica, y la vio, tenía el cabello  blanco y llevaba una capa con un saco y una espada a su lado.  Maya noto que estaba seca y que podía respirar, se dirigió a donde estaba Megan tirada, Megan abrió sus ojos lentamente y tomo bastante aire fatigada.

-Están tan dementes! A quien se le ocurre entrar al lago cuando esta congelado!.-Dijo la chica del cabello blanco.

-Somos humanas, venimos del otro lado.-Dijo Maya levantándose del suelo junto a Megan.

-Eso ya lo sé.-Dijo la chica guardando su espada.

-Y ¿tú que eres?.-Pregunto Megan.

-¿Que creen que soy?.... Soy una humana también, acaso tengo cara de ¿monstruo?.-Dijo la chica, ofendida.

-Pero no vienes del otro lado…espera esto debe ser un sueño, córtame con tu espada, no debe ser real.-Dijo Megan a punto de entrar en panico.

-Entonces estamos soñando lo mismo, las tres.-Dijo la chica.

-Muchas gracias por salvarnos.-Dijo Maya.

-Deberían de regresar aquí es peligroso.-Dijo la chica.

-No, no podemos.-Dijo Megan.

-Si rompen el hielo, pueden regresar de la misma forma en la que vinieron.

-No, no entiendes, no podemos, es peligroso, hay un hombre demente al otro lado, el que nos mandó aquí, si regresamos, podría matarnos.-Dijo Maya.

-Lo siento mucho, pero de igual forma, morirán aquí, a las personas de aquí no les gusta que ustedes entren, las llamarían intrusas y las matarían, creen que ustedes son peligrosos, y si ellos no los matan lo harán los monstruos, lo hará la reina.-Dijo la chica lista para seguir su camino.

-No espera no te vayas, no sabemos qué hacer, antes de que el hombre nos obligara a entrar, lo pensábamos hacer solas, buscamos a nuestra amiga, desapareció hace varias semanas junto a un chico, quizá tú los hayas visto.-Dijo Maya.

-Aquí hay demasiadas personas y demasiadas tierras,¿ como voy a saberlo?

-Su nombre es Kecia y el chico que venía con ella se llama Wayne.-Dijo Maya.

-¿Kecia? ¿Kecia de los Cryptids? Así que los rumores son ciertos, ella está aquí.-Dijo la chica ahora sorprendida.

-Cryptids.-Dijo Maya recordando aquel diario.- Así que ese es su apellido.-termino de decir con una sonrisa.

-Espera, el mismo apellido del señor del diario, eso quiere decir que es real y que…kecia es una…-Dijo Megan sorprendida.

-Princesa, debería de ser la reina pero en realidad ahora su reino está gobernado por la reina sakara, que por cierto no considero mi reina.-Dijo la chica de cabello blanco.

-Entonces el dueño de este diario.-Dijo Maya enseñándolo.- es el padre de kecia, el…está vivo? O…

-Muerto, él y su esposa, hace muchos años murieron…escuchen mi nombre es Gadath,  soy una cambia formas, no sé dónde está Kecia o su amigo, pero…si se dónde está alguien que al igual que ustedes la está buscando, lo conozco muy bien, puedo llevarlas con él, es allí a donde me dirijo. Les daré ropa adecuada no pueden usar eso porque las descubrirían.

-Claro.-Dijo Maya dispuesta a seguirla.

-Espera, Maya, no podemos seguir a una desconocida, y si es peligrosa?.

-Las salve y las quiero ayudar, estoy dispuesta a darles la ropa que conseguí con bastante esfuerzo para mí, estoy dispuesta a defenderlas de cualquier peligro, pero, si prefieren quedarse aquí, solas y con el peligro al acecho en estos tiempos oscuros, entonces sí, quédense y no confíen en una desconocida.-Dijo Gadath.

-Iremos con ella Megan, no tenemos otra opción, ella sabe quién es kecia.

 Megan coloco los ojos en blanco y suspiro.

-Está bien, como digas.

-Ahora tendrán que cambiarse de ropa y quemar la que traen puesta.

-Y a dónde iremos?.-Pregunto Megan.

-Allá.-Dijo Gadath señalando  unas montañas.- Nos reuniremos con los demás y partiremos hacia donde está el chico  del que les hable, es un viaje bastante largo.