Kendall Y Mi Secreto

53: ELLA

Kendall me contó sobre su rencuentro con su amigo de la infancia y también me dijo que regresaría a la escuela.

Al siguiente día él pasó por mí y esta vez, se bajó del auto conmigo. Mi corazón latía con fuerza pensando en lo que podía ocurrir. Ayer Cora dijo cosas tontas y no quiero que lo traten así, pero intento solo permanecer tranquila.

Cuando era hora de separarnos para la primera clase, quería besarlo y abrazarlo pero no lo hice. Solo nos despedirnos en el pasillo y lo vi caminar hacia su salón.

Estuve todo el tiempo pensando en él, pensando en que sus compañeros podrían decirle algo o Cora podría seguir abriendo la boca. Tenía tantas cosas en la mente que como siempre, no presté mucha atención.

Es una suerte que él sea mejor en esto que yo. Él me ayuda a estudiar y a entender todo lo que no he entendido.

Cuando la clase terminó, salí rápido al pasillo para dirigirme a su salón. Solo quería asegurarme que estuviera bien. Cuando me asomo por una de las ventanas tan disimuladamente como puedo, veo que está solo en la esquina, usando su teléfono.

Mi corazón se quiebra, ¿lo están ignorando? ¿De verdad?

Sin embargo, uno de sus amigos regresa del basurero y se sienta a su lado. Kendall y él empiezan a hablar, como normalmente. Incluso sonríe.

Kendall mira su teléfono de nuevo y justo, el mío vibra. No me ha visto pero me muevo para regresar a mi salón. Mientras que camino, veo su mensaje:

“Te quiero y te extraño”

Sonrío.

~

En receso fuimos a la fuente, como la primera vez que nos conocimos.

Él está a mi lado y tenemos las manos entrelazadas. Me gusta sentirlo cerca, me gusta lo cómoda que me siento a su lado y me gusta todo de él.

— ¿Cómo has estado? —le pregunto.

Acaricia mis nudillos. —Mejor de lo que pensé. Cuando entré había silencio y me miraban como si no supieran que hacer o decir, fue Parker quien se acercó y me habló sobre el partido que van a jugar y todo siguió como si nada.

— ¿Cora no dijo nada? —tengo que preguntar, después de todo, están en el mismo salón.

Se encoje de hombros. —Estaba hablando en voz alta con sus amigas y lanzaba indirectas pero sus amigas se aburrieron y se fueron con sus novios. Creo que ella puede seguir con eso, ahora tengo cosas más importantes.

—Sí.

Respira profundo. — ¿Sabes? Parker… me preguntó. No le dije mucho pero le dije que sí, que algo me pasó de niño. Él no hizo preguntas, solo me sigue tratando como siempre y estoy agradecido. Solía pensar que porque nadie de ellos conocía todo de mí no eran mis amigos verdaderos pero creo que fallé en asumir que todos reaccionarían igual. Hay un par que están ignorándome pero estoy bien, tengo a Parker, algunos de los chicos, tengo a Noah de vuelta y te tengo a ti, creo que soy afortunado.

Me recuesto en su hombro. —Me agrada Parker.

—Sí, creo que tú también le agradas —afirma—. Y también quiero que conozcas a Noah. Él y yo éramos los mejores amigos de niño, es un buen chico ahora, quiere estudiar medicina.

—Oye, Kendall —me reacomodo para verlo a los ojos— no sé cómo es el proceso de eso, pero, el día que tengas que hablar yo estaré por ahí, ¿sí? Tal vez no tendré acceso pero te esperaré.

Acaricia mi rostro. —Gracias, de todas formas, estarás aquí —señala su corazón.

Muerdo mi labio inferior. —No puedo creer todo lo que ha sucedido este año. Cuando me mudé no pensaba que algo importante me iba a suceder, asumí que sería otro año más pero ahora estoy aquí contigo, eso es genial.

Me besa la mejilla. —Lo sé. Yo también pensaba eso, pensaba que ya sabía cómo iba a ser mi vida, que siempre estaría con Cora porque era lo que se suponía que tenía que hacer y también, que jamás hablaría de ese tema pero aquí estoy, contigo y eso sin duda es genial.

Le sonrío.

Él vuelve a recostarse en mi hombro. —Estos últimos días me han hecho pensar en tantas cosas. Una de ellas es que, quiero hacer algo. No sé qué pero siento que tengo que hacer algo, tengo que ayudar a chicos que están pasando por algo así, solo que no sé dónde empezar.

—No tienes que presionarte.

—Lo sé —contesta—. Pero me he dado cuenta que lo mejor que pudimos hacer para Alexandra era mantenernos callados. Estoy seguro que si yo hubiera hablado desde la primera vez que ella intentó algo, mi madre me hubiera creído, mi hermano no… mi hermano tal vez estaría aquí. Pero era pequeño y ni siquiera comprendía si eso era incorrecto o no, pero ya no quiero guardar silencio.

—Tienes razón, aunque no quiero que te expongas.

Suspira. — ¿Sabes algo? Más joven ya lo viví. Esos comentarios que te dije, esas estupideces ya las afronté de niño y ahora aun me duele, aun es difícil pero ya pasé por el fuego una vez y creo que puedo lidiar con ello. Solo necesito tomar todo lo malo que ella hizo y lo que me pasó para hacer algo mejor.

Acaricio su mano. —No sé qué es lo que harás pero sé que será importante y sé que estaré contigo.

—Por eso eres la mejor —mueve su rosto para besar mi mejilla—. Te amo.

Y las mariposas de mi estómago lo aman también.

~

Por la tarde no estaba con Kendall, él tenía otra reunión con su madre y los familiares de otro chicos, así que estaba en mi casa haciendo tareas cuando escucho a mamá subir las escaleras.

Suspiro y espero a que entre sin llamar a la puerta.

Lo hace, solo entra. —Kendall Sophia, ¿Qué hiciste?

Frunzo el ceño. — ¿Qué?

Suspira, cerrando los ojos. — ¿Me reportaste los videos?

Frunzo el ceño. — ¿Qué videos, mamá?

Toma su teléfono y mueve los dedos frenéticamente buscando algo, cuando lo encuentra, tira el teléfono sobre el colchón para que lo vea.

—Mira este correo —suena tensa.

“TU CUENTA HA SIDO TEMPORALMENTE SUSPENDIDA POR INFRINGIR LAS REGLAS DE LA COMUNIDAD. SI CREES QUE ESTO ES UN ERROR POR FAVOR COMUNICATE CON UN AGENTE POR MEDIO DE ESTE ENLACE”




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