Pies no me fallen ahora...
Estoy realmente cansada, la verdad no sé qué hago a estas horas en el bosque,
Son las 3:00 A.M. y no puedo dormir.
He llegado a la pradera de flores.
Me acerco al muro, donde mi nombre está grabado.
Me siento en el suelo y apoyó mi espalda en aquel muro tan peculiar.
Veo el cielo oscuro.
Llena de estrellas relucientes,
Mi abuela me decía, cuando era pequeña, que cada estrella era alguien que se iba al cielo.
Sonrió al recordar eso.
Viví casi toda mi infancia en ciudades grandes, llenas de contaminación y smog
Siempre añoré ver el cielo totalmente estrellado y despejado.