[Hades]
—Hola —digo sonriéndole a la pequeña Kore o mejor dicho Perséfone.
—Hola... —dice con su voz temblorosa.
—¿Cómo estuvo tu mes encerrada en casa?
—Mucho mejor que aquí —dice mirando hacia el marchito prado sin ningún tipo de emoción en su cara.
—Tú no viniste a cuidar esto en un mes, cualquiera lo pudo hacer. —digo con una risa cínica y calculadora, burlándome de la muchacha.
—No me tomes por tonta, imbécil hijo del infra... —dice con furia.
—Oh, pero qué halagadoras palabras, que bueno que sabes quien soy.
—Eres un...
—¿Un qué? —le pregunto desafiante.
—¡TE ODIO! —grita eufóricamente.
—Está bien, lo entiendo, me presento, soy Hades, el Dios del inframundo, todos me odian en este mundo y que tú me odies no hace mucha diferencia.
Ella Impactada retrocede ante mí y tartamudeando dice.
—Pero... tú, no puedes ser.
Y ella cae desmayada, rápidamente la tomo entre mis brazos como si fuera una princesa y camino hacia las profundidades del bosque, donde nadie se atreve a ir, el lugar más oscuro del bosque, alejándome del pueblo, alejándonos de todo.
Continuará...