Capítulo #15: Encuentro Inesperado

El destino, siempre impredecible, me jugó una carta inesperada aquel día. Mientras caminaba por la transitada calle, mis ojos se encontraron con la figura conocida de Antonio, pero lo que capturó mi atención de inmediato fue la presencia de su esposa a su lado.

Un torrente de emociones recorrió mi cuerpo en ese instante. La sorpresa, el asombro y, sobre todo, la curiosidad se apoderaron de mí. ¿Cómo había llegado a este punto? ¿Cómo era posible que él estuviera allí, en compañía de su esposa?

Los observé desde la distancia, tratando de leer en sus gestos y expresiones algún indicio de lo que ocurría entre ellos. Sin embargo, lo que vi me dejó perpleja. No había señales de tensión ni de incomodidad. Al contrario, parecían una pareja feliz y en armonía.

Mis pensamientos se agolparon en mi mente, tratando de encontrar explicaciones a esa escena contradictoria. Recordé los momentos compartidos, los encuentros furtivos, las palabras susurradas al oído y los gestos de cariño. ¿Era todo eso solo un juego para él? ¿Una forma de satisfacer su propia conveniencia sin importar las consecuencias?

Sentí una mezcla de incredulidad y resignación. Había sido consciente desde el principio de la situación en la que me encontraba. Siempre supe que era la amante, alguien que ocupaba un lugar secundario en su vida. Pero verlo junto a su esposa, sin que aparentemente le afectara mi presencia, me hizo darme cuenta de la hipocresía que se escondía detrás de su actitud.

No sentí rabia ni rencor en ese momento. Más bien, una sensación de liberación se apoderó de mí. Me di cuenta de que había estado viviendo en una ilusión, esperando que él rompiera con su vida anterior para estar conmigo. Pero la realidad era diferente.

Decidí seguir mi camino, dejando atrás esa escena y las ilusiones que la acompañaban. No podía permitir que el juego continuara, que mi felicidad dependiera de las migajas de su tiempo y afecto. Era hora de valorarme y buscar mi propia plenitud, lejos de las sombras de un amor incompleto.

Y así, con determinación en mi corazón, continué mi camino, consciente de que el verdadero amor no se construye sobre mentiras y secretos. Sabía que había más para mí en el mundo, más personas que me valorarían y me amarían de forma auténtica.

El encuentro inesperado con Antonio y su esposa fue un punto de inflexión en mi vida. Me recordó la importancia de priorizarme a mí misma, de buscar mi propia felicidad y no conformarme con migajas de afecto.