Me preocupaba que Evan estuviera solo afuera, pero la abuela me insistió en que él estaría bien.
—Escucha Leander lo que te voy a decir es muy importante, ya que me temo que ahora te afecta a ti también—Estaba muy seria, me estaba empezando a inquietar.
—Abuela antes de eso, de verdad me gustaría saber que paso cuando éramos niños, ¿por qué negarnos el regresar aquí?—aun me sentía algo ofendido por eso
—Todo a su tiempo, primero quiero contarte la verdadera leyenda de la bestia
—¿La verdadera? ¿Y que hay con la que nos contaba? ¿Era falsa?
—No, simplemente que me limite a contarles lo más básico, ya que ustedes solo eran unos niños, y ahora es tiempo de que sepan la verdadera, con todos sus detalles, pero primero, tengo que ir por el libro en donde está escrita, ven conmigo
La abuela me llevo con ella hasta el sótano, y se detuvo justo frente a la puerta de aquella habitación de la que yo hasta ese momento conocía su existencia.
—Antes de entrar aquí, no quiero que me hagas preguntas, yo te diré un poco y al contarte la historia sabrás el resto, ¿Entendiste?
—Si—respondí confundido
Jalo la pequeña cadena que colgaba de su cuello para sacar de su pecho el dije que colgaba de ella, el cual era una llave, y con ella abrió la puerta, al entrar la abuela encendió todas las velas, yo mire todo muy sorprendido, nunca me imaginé que la abuela tuviera ese tipo de cosas ahí.
Ella tomo un libro de entre algunos cajones y lo puso sobre la mesa. Era un libro con un aspecto muy antiguo de color gris, no tenía título ni nada en la portada, y tampoco era muy grueso.
—En este libro está escrita la leyenda original, y lo mejor es que la escribió la misma persona que la inicio
—¿Enserio? ¿Pero quién? ¿Y qué es todo esto?—la abuela me miro y levanto una ceja, y recordé lo que me había dicho—Cierto, no debo hacer preguntas, lo siento
—Está bien, sólo te diré que este lugar es muy importante, ahora vamos arriba, tengo que contarte esto— La abuela tomo el libro, salimos de la habitación y la cerro de nuevo con llave.
Una vez que volvimos a la sala me senté de nuevo en el sofá, la abuela fue a la cocina y preparó té de limón, el cual aromatizaba todo el lugar, llevo dos tazas y las puso sobre la mesa, y antes de empezar a leer el libro me dijo.
—Fue una bruja quien escribió este libro, ella misma creo la maldición, aquí es como su diario y nos narra todo lo que vivió hasta su muerte, así que voy a empezar
Ella abrió el libro en la primera página y empezó a leer con una voz algo ronca.
Soy Annely, he vivido 19 inviernos, pero los más fríos han sido los últimos 3, ya que no tengo con quien compartir calor.
Solía vivir con mi amada madre, Merelyn, y mi hermana mayor, Denid, en una aldea conocida como la aldea de los campos de nieve, ya que esta yacía al pie de una montaña nevada, y la mayoría del tiempo pequeñas ráfagas de nieve congelaban los campos, haciendo que se cubrieran de un manto blanco. Las personas que vivían ahí eran muy tradicionales, solo aceptaban sus propias costumbres y rechazaban todo lo que fuera diferente, adoraban a un dios que ellos llamaban El Cálido, decían que él les ayudaba a sobrevivir en estos campos fríos. Para nuestro mal augurio nosotros tenemos un don, lo que nos hacía distintos a los demás aldeanos, por lo que debíamos ocultarlo para evitar ser rechazados por ellos, o peor, castigados.
Nuestro don ha sido heredado desde hace tiempo, es muy antiguo y poderoso, este don nos permite saber usar e interpretar de una forma muy especial a la naturaleza y su fuerza espiritual, las personas comunes lo conocen como brujería, ya que no lo entienden, creen que solo sirve para hacer el mal. Pero no tiene que ser así, depende de quien lo use, y nosotros no lo usamos con ese propósito, pero por toda la mala interpretación que se ha creado por todos lados, nadie confía en los y las brujas.
Es una lástima que nadie la pueda entender, es por eso que la hemos ocultado durante mucho tiempo, pero un día mi familia fue descubierta por los habitantes de aquel tranquilo y justiciero pueblo, mi madre acostumbraba hacer un ritual de agradecimiento a la naturaleza cada vez que había luna llena, lo hacía adentrada al bosque para evitar ser vista por los pueblerinos, pero una noche una mujer la vio salir de casa a media noche hacia el bosque, le pareció extraño y la siguió, mi madre sin darse cuenta inicio con el ritual, la mujer observo todo y corrió de regreso al pueblo para alertar a todos de la bruja.