5: El hombre tímido.

Me tardé toda la noche en realizar el amuleto que tanto me exigió mi hermano para protegerme del Elde, usé los moldes de galletas para darle una forma redonda con espiral, no pude evitar ponerle escarcha con forma de estrellas para que se viera bonito, el amuleto era transparente de color verdoso con tintes amarillos, lo dejé endurecerse toda la noche.

Al día siguiente, desperté en mi habitación, durmiendo en el lado contrario de la cama, no entiendo cómo pude llegar allí mientras dormía, yo no suelo moverme mucho, es extraño que me vuelva inquieta.

Limpié la casa, es un poco agotador por lo grande que es, así que, el oficio es mucho, por lo menos pude entretenerme.

Saqué a Tedhore de la jaula y lo coloqué encima de mí, acaricié su cabeza y él movió su naricita, llamé al servicio de internet y televisor, si quiero estar dentro de esta casa, tengo que entretenerme con algo más, además de leer libros de magia y buscar algunas cosas relacionadas con la marca que tengo en mi tobillo. Encontré la información que requería en la sección de criaturas urbanas y rurales.

―A ver, a ver, a ver ―murmuré con interés y empecé a leer en voz alta―. «La marca que deja un Elde puede significar varias cosas, según al tipo de persona que le dejó la marca: si es un humano corriente, significa que su vida llegará a su fin en poco tiempo; en cambio, si se trata de una bruja o mago, puede significar muchas cosas… entre ellas, presagios, los Eldes no son capaces de maldecir brujas, solo pueden presentir lo que les ocurrirá, también significa obsesión, poco común en un Elde, que hace en referencia a la historia de La Gran Bruja Bastet de Mortbog…»

«¿Quién es ella?, su nombre se me hace conocido» pensé, así que busqué entre mis libros algo que tal vez esté relacionado con esa bruja de nombre Bastet. Fue complicada mi búsqueda, ya se me pasaba mi hora del almuerzo solo por buscar información sobre ella, no puedo usar datos, ya que solo están reservados para llamar y chatear con mis familiares y conocidos. Fue una ardua búsqueda, hasta que se me ocurrió la brillante idea de seguir leyendo el dato de la marca del Elde.

―Bueno ―carraspeé―. «… quien es conocida gracias a la leyenda relatada en el libro de Leyendas de los siete pueblos, en el apartado de Mortbog. Para los humanos comunes, para espantar a un Elde, necesitan que una bruja o mago preparen un ritual de limpiando de energías, así el individuo afectado se libera de las maldiciones por el momento. En caso de una bruja o Mago, se recomienda un amuleto hecho con semillas extraídas de la fruta de cristal, no lo liberará de la marca, pero sí evitará que el Elde se acerque». ―Bufé de frustración―. ¿Eso de qué me sirve?, ¿cómo puedo deshacerme de esto?

Estoy segura de que tengo el libro que menciona ese apartado, así que lo busco en el estante, fue sencillo de encontrar, ya que lo tengo todo organizado alfabéticamente, era un libro de tapa gruesa, hecha de cristal negro, muy viejo, recuerdo que era una de las pertenencias de mi abuela.

―Esta cosa pesa ―me quejé. Tedhore chilló―. No te preocupes, Tedhore, no es nada malo, solo que el libro es un poco aterrador, es todo.

Los libros con tapa de cristal negra son raros de encontrar, por eso, cada vez que veía este en mi estante, sentía que tenía un tesoro en mis manos, pero temía en abrirlo a pesar que mi abuela leía historias de ese libro.

―Bueno ―respiré hondo―. Tendré que leerlo si quiero saber más sobre mi marca ―me dije, así que abrí el libro y busqué la sección de Mortbog―. «El relato de La Gran Bruja de Mortbog».

Leí que se trataba de una bruja experimentada de nombre Bastet, una bruja que ayudaba a los humanos a salir de sus maldiciones y a espantar Eldes, la historia me despertó cierto deja’ vu.

―«…con lamentos, la Gran Bruja Bastet, recibió la marca de un Elde en su brazo izquierdo, ella había despertado la obsesión de un Elde, este se hacía llamar Raoul, un Elde peligroso en aquella era, que ha devorado almas durante años, a pesar de ser enemigo de Bastet, se descubrió que Raoul no tenía intenciones de arruinar a Bastet, solo quería mantenerla cerca…».

«Quedé en la misma duda», según la leyenda, se supone que Bastet nunca se liberó de esa marca, ya que el Elde no deseaba eso, pero ¿entonces por qué mierda le puso una marca?, sé que dice que era para mantenerla cerca, sin embargo, ¿por qué quería mantenerla cerca?, sé que la leyenda me quiere hacer entender que se trata de una historia romántica o algo así, pero estoy segura de que los Eldes no se enamoran, según la biología de un Elde, ellos no pueden sentir empatía, lo que le hace más fácil su trabajo.

[…]

Devolví a Tedhore a su jaula e hice mi almuerzo, a pesar que no me duele la marca como ayer, aún poseo esa incomodidad por tenerla. Mi temporizador dice que faltan dos horas para que el amuleto esté listo. Cuando terminé de comer, quise explorar el sótano, nunca bajé a verlo, solo sé que sentí que iba a ser fascinante.

De mi cajita de madera, saqué la llave del sótano, y lo busqué en la parte trasera de la casa, la puerta es muy bonita, de color blanco y con un marco de mármol, al abrirla, me recibieron unas escaleras hacia abajo, no era muy profundo y las escaleras estaban firmes, no se movían ni chillaban al pisar los escalones. Por suerte, todo parece iluminado.

Es sótano me recuerda un poco a las entradas de las mazmorras que ponen en las películas con castillos, la diferencia es que esta no se ve tan aterradora. Hay numerosas puertas llenas de vegetación infiltrada que tengo que limpiar pronto. El piso es de piedra lisa al igual que las paredes. Todo se ve limpio a excepción las puertas bloqueadas por aquella vegetación.

―Genial, siempre quise mi propia cueva.

Podría convertir este lugar en mi propia biblioteca, tendría que comprar estantes y muchos libros, sería genial, podría tener cuadros coloridos para darle un poco más de vida a este lugar.