-¡por favor, no me mates hare lo que quieras!-dijo arrastrándose en el suelo como una cucaracha, eso es lo que es….una asquerosa y repulsiva cucaracha, puse mi pie en su pecho para que se quedara quieto -¿Por qué haces esto?-su cara estaba muy golpeada brotaba sangre de todas parte, sus ojos estaban hinchados, por eso no podía ver a su atacante. Pero sabía que venía a matarlo.
-….gracias por tu cooperación, pero no impedirá que te mate- le puse el cañón de mi pistola en su boca –la noche es hermosa ¿no lo crees?-y dispare.
Editado: 09.09.2019