La casa de las rosas

El crimen

Como médium no pude identificar nada malo en el departamento de Miguel y de Juana, así que simplemente les di un remedio pedorro que consistía en realizar un pequeño ritual de sanación, pero la verdad es que me había quedado bastante intrigado por los sueños y por la extraña temperatura que se registraba en el lugar; me fui y seguí mi vida normal pero esa mismo día en la noche me marco Miguel muy asustado y me dijo que había vivido la experiencia más espantosa de su vida, me dijo que cuando estaban realizando el ritual de sanación Juana había entrado en un trance muy fuerte y que no lograba hacerla reaccionar, la recostó y después de media hora se volvió a levantar completamente desnuda, fue a donde estaba él y le dijo que estaba esperando un hijo, que se lo iba a dar a la dama de gris y que él era un estúpido que no podía hacer nada para evitarlo, después cayó estrepitosamente, Miguel la recogió y le pregunto que si estaba embarazada, ella respondió que lo sospechaba pero que estaba esperando unos días para realizarse una prueba, hicieron la prueba en ese momento y efectivamente, Juana estaba embarazada, Miguel se había quedado frio y fingía estar feliz, en el fondo si lo estaba pero lo que le había dicho ella mientras estaba en trance lo había hecho estremecer muchísimo, recostó a Juana sin decirle nada y me marco de inmediato. No sabía qué carajo decirle, así que lo felicite y le dije que me dejara meditarlo por la noche, le aconseje que también durmiera y que no se preocupara mucho; me fui a dormir después de un día sumamente extraño y tuve el más espantoso sueño de toda mi vida. Estaba en un patio con una fuente en el medio, en ella estaba sentado un joven que me veía con miedo, se levantaba con rapidez y me decía que nos fuéramos porque ahí venia el ahogado, se echó a correr hacia dentro de la casa dueña de ese enorme patio y cuando volví la vista a la fuente en ella vi una cosa horripilante, de sus aguas azuladas salían unos brazos que mantenían firmemente agarrada la cabeza de un pequeño niño, lo demás del cuerpo emergía mientras yo lo veía pasmado, la cara de esa cosa era completamente negra, poseía unos cuernos tan prominentes que hacían un espiral amarillento y despostillado, me veía con una expresión odiosa y de un mordisco devoraba la cabeza completa de aquel infante, lo único que pude ver después fueron unas hermosas flores rojas que se erguían por todo el lugar, era un contraste poco usual pero revelador cuando menos, luego de eso desperté e inmediatamente después sonó mi teléfono, era Miguel, le conteste y me dijo que Juana había desaparecido, me culpaba por ello, me insultaba y yo no estaba muy seguro de que demonios estaba ocurriendo, solo supe que había ido a la casa, le pedí que se calmara y que me llevara al lugar, le dije que ahí estaría ella y que si nos dábamos prisa podríamos ayudarle. Paso por mí y fuimos directamente al lugar.

Una vez en el lugar pude identificar que la casa en si era muy imponente, una mansión colonial que se erguía con gallardía en todo el vecindario, es cierto que había muchas otras casas grandes por ahí, pero esta casa era especial y me temo que no en el mejor de los sentidos. Para nuestra sorpresa la puerta se encontraba abierta y era obvio que había sido Juana, le dije a Miguel que fuéramos muy cuidadosos porque adentro del lugar había algo muy malo, que yo no era suficientemente experimentado para enfrentarlo, le sugerí que encontráramos a su novia, la sacáramos sin importar como y nos fuéramos de inmediato, pensaba llevarlos con mi maestro, no sabía si el sabría que hacer pero yo no tenía ni idea y estaba igual o más aterrado que él. De entrada todo salió mal, en primera porque la casa era colosal o así me lo parecía y en segunda porque en su mayoría el lugar parecía estar en ruinas, las capas de polvo eran muy gruesas y la madera del piso estaba muy desgastada y podrida, como si se hubiera quemado hace muchos años, pero según lo que Miguel me había contado ese no era el caso. 

Ayudados por una lámpara nos pusimos a buscar a Juana por todos lados, pero no logramos encontrarla dentro de la casa. Miguel estaba muy desesperado y me exigía respuestas que no podía darle, le dije que fuéramos al patio porque ese lugar tenía algo raro y que seguramente ella estaría por ahí. Lo hicimos, cruzamos la puerta que daba al patio y ahí estaba la ominosa fuente de mis sueños y en ella estaba el mismo tipo que había visto, estaba apunto de comentárselo a Miguel pero este se echó a correr hacia el joven y le grito por su nombre, ¡Luis!, ¡Luis!, le gritaba, definitivamente era su hermano pero Luis no le hizo caso, se levantó, lo evito y como si solo pudiera verme a mí me dijo que nos fuéramos porque ahí venia el ahogado, se metió a la casa y no lo volvimos ver; lo que si vimos fue a un hombre hinchado y morado que se acercaba a gran velocidad a Miguel, este apenas y pudo evitarlo y corrió hacia adentro, lo seguí y cerré la puerta enérgicamente. Y nada más entrar nos pasó algo extremadamente surreal, tan pronto como cerré la puerta, vi a Miguel anonadado y yo me sorprendí de igual manera porque la casa ya no estaba en ruinas, sino todo lo contrario, las paredes y los muebles relucían y olía a madera nueva, cruzamos miradas y pude ver lo que calificó como la mirada más llena de confusión que jamás tuve la oportunidad de ver, supe que mi cara era igual o peor porque comenzamos a escuchar ruidos que venían de afuera de la casa, seguidos de alguien que nos decía lo siguiente.



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En el texto hay: misterio, fantasmas, demonios

Editado: 23.04.2019

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